Las razones por las que toda la provincia está cerrada desde la medianoche

Las nuevas medidas de confinamiento decretadas por Juanma Moreno se explican tanto por la incidencia acumulada como por la saturación de las UCI

Controles de la policía en el cierre perimetral de Granada por el nuevo estado de alarma
Un policía local realiza un registro en un vehículo durante un control | Foto: Archivo
Miguel López Rivera
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Calles vacías y carreteras sin apenas circulación. La provincia de Granada se ha cerrado en la medianoche de este viernes a cal y canto hasta el 9 de noviembre. La medida de urgencia anunciada por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, el pasado miércoles supone un paso más en el control de la movilidad para aplanar la curva de la segunda ola.

Además de Granada, que ya vio cómo se confinaba la capital junto a 32 municipios del Cinturón la pasada semana, también se han cerrado las provincias de Sevilla y Jaén; así como todos los municipios de la Vega de Antequera, en Málaga; las comarcas de Jerez Costa Noroeste y Sierra de Cádiz; y el Área Sanitaria Córdoba Sur.

En total, 448 núcleos en los que residen más de la mitad de los andaluces (4.300.000 personas), quienes tendrán limitada su movilidad únicamente dentro de su término municipal desde las 6.00 hasta las 23.00 horas, tal y como establece el supuesto contemplado en el decreto del estado de alarma del Gobierno.

Con la extensión del confinamiento más allá del Área Metropolitana, las medidas para el mismo están plenamente justificadas. Granada es la provincia con una mayor tasa de incidencia acumulada tanto general (con 2.473 contagios por cada 100.000 habitantes) como en los últimos 14 días, en los que se han registrado 9.000 contagios.

Por eso, la provincia entra dentro de los parámetros establecidos por el Gobierno para la alerta 4. Pero ese nivel no sólo se explica por los positivos, sino también por la saturación de camas UCI.

Para paliar esa situación, la Junta de Andalucía ya ha habilitado salas de reanimación como nuevos espacios para vigilancia intensiva. Además, se han suspendido intervenciones quirúrgicas que no sean imprescindibles para asegurar la capacidad de los hospitales frente a la pandemia.

Y todo, mientras los brotes siguen extendiéndose. Al menos, parece que ya se da por controlado el localizado en el San Cecilio, aunque la facilidad demostrada para la propagación de focos en los hospitales mantiene alerta a las autoridades sanitarias. No sólo sucedió en el PTS o en el Virgen de las Nieves, sino también en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.