El Real Decreto de la enseñanza en la ESO 'enfrenta' a profesores y alumnos de Granada

En España, las leyes educativas se han ido sucediendo a lo largo del tiempo. En concreto han sido ocho en 40 años de democracia y, para que nadie se pierda, la actual es la LOMLOE. Así, cada una tiene sus pros y sus contras, y los detractores del Gobierno del momento critican cada uno de los puntos. De este modo, el Consejo de Ministros ha aprobado este pasado martes el Real Decreto que establece la enseñanza en la ESO.

Como cualquier otra decisión de los poderes políticos, esta ha traído cola. Principalmente porque una de las proposiciones que fija es que los alumnos pueden pasar de curso u obtener el título con una o varias asignaturas suspendidas. Con ello, será la decisión del profesorado si un joven estudia en un nivel superior o si tiene que repetir.

El decreto no ha gustado a amplios sectores del ámbito educativo, entre los que destaca la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE). GranadaDigital ha contactado con Manuel Pérez, presidente provincial de la entidad, quien habla sobre el pensamiento oficial y el de los 12.500 docentes de la enseñanza pública de la provincia.

ANPE rechaza la nueva normativa y, en palabras de Pérez, se debe a la “inconcreción en los criterios de evaluación”, ya que los alumnos pueden pasar de curso con una asignatura suspensa. Para el directivo, esto abre la posibilidad a que ciertos chicos “descarten materias o ni siquiera las estudien, pues el incentivo principal es la consecución del título”.

"La posibilidad de dejar asignaturas hará que algunos alumnos se relajen"

Sin un criterio objetivo en forma de nota numérica, ahora serán los propios profesores los encargados de formalizar el paso de un año académico. Pérez sostiene que esta fórmula “supeditará la autoridad y se cuestionará al docente, además de degradar la profesión”. "La posibilidad de dejar asignaturas puede hacer que los alumnos se relajen y que los enseñantes pierdan poderío en las aulas”, apostilla.

Debido a la renovación de las pautas, es normal preguntarse cómo serán las clases en los institutos, pues el decreto entrará en vigor en 1º y 3º de la ESO al año que viene y en 2º y 4º el siguiente. Pérez, quien es también profesor de Secundaria, entiende que “actuarán del mismo modo” y que todo depende “de la respuesta del alumnado”.

"El decreto se caracteriza por una pérdida sustancial del peso de la humanidad"

El director de ANPE Granada considera que todo dependerá del contenido de cada materia y del enfoque que le den. Así, Secundaria contará con dos nuevas asignaturas sobre emprendimiento y una informática más útil. No obstante, Pérez critica que el decreto se caracteriza por una “pérdida sustancial del peso de la humanidad". "No entiendo la propuesta y no sé si esto podrá repercutir en el futuro de las nuevas sociedades”, asegura.

Si algo ha hecho este decreto es avivar el debate de si el método actual de la enseñanza es el correcto o si, por el contrario, sería mejor implantar un modo más didáctico. Sin embargo, ANPE y Pérez no creen necesaria tal posibilidad, pues sostienen que en la ESO se da la formación básica que estipula el país y que toda persona necesita. El presidente de ANPE en Granada tampoco ve necesario una revolución en el profesorado para dar las clases más amenas y más adaptadas a los nuevos tiempos.

El otro punto de vista: los alumnos están a favor

Si los docentes criticaban el nuevo Decreto, la otra parte, los alumnos, piensa lo contrario. Rosa Funes, presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Públicos de Enseñanza no Universitaria (FAMPA) en Granada, valora de manera positiva esta ley.

Funes señala que no ven "tantas novedades como aparenta y como se desprende de los comentarios, ya que supone una continuación de la línea marcada por la Unión Europea". La portavoz opina que el punto de que los alumnos puedan pasar de curso con asignaturas suspendidas no es del todo así, pues no interpretan que quiera decir "que ahora vaya a promocionar a todo el mundo". "Lo que se hace es dotar al equipo docente de la decisión”, apunta.

"El decreto favorecerá la inclusión"

Funes tiene opiniones favorables y desfavorables sobre el decreto. De las primeras destacan “las líneas metodológicas, la apuesta por la inclusión y el interés por la educación emocional”. Sus críticas van enfocadas a que “no se contempla si queremos la bajada de ratio y que va a seguir o incrementar la burocracia para el profesorado”.

La falta de una calificación numérica y que los alumnos puedan pasar de curso hará que “estén más motivados, además de favorecerse la inclusión”, indica la presidente del FAMPA. Sin embargo, esto va a depender también de factores como “el carácter del profesor y su capacidad para hacer atractiva la asignatura”.

"Los alumnos van a ser más competentes, autónomos y más formados emocionalmente"

Asimismo, considera que si todo se aplica según dicta la propuesta en el futuro, las personas serán “más competentes, capaces de trabajar en grupo, investigadores, autónomos y más formados emocionalmente”. Funes, como representante de los padres y madres, considera que les gusta la propuesta, aunque se sienten “un poco expectantes” ante el modelo de enseñanza. Una forma de dar clases que podría sustituir a un modelo “anticuado y de memorizar, cuya finalidad es preparar para aprobar el examen”.

Dos puntos de vista de dos frentes tan opuestos como los profesores y los alumnos. Si unos lo ven bien, otros critican el decreto. Lo que es verdad es que la propuesta está generando debate en la población y la incertidumbre de cómo será realmente.