Reinas en Granada (1-2)
La Real Sociedad se ha impuesto al Atlético de Madrid en una final de Copa convertida en fiesta del fútbol femenino en Los Cármenes
Hace tiempo que Granada dejó de ser considerada un reino, al menos de manera oficial, pero hoy ha vuelto a reinstaurar su monarquía. La ocasión así lo ha requerido, y es que la ciudad de la Alhambra se ha visto inundada por una auténtica fiesta del fútbol femenino de la que ha salido triunfadora la Real Sociedad. El conjunto txuri-urdin se ha impuesto por 1-2 al Atlético de Madrid en la final de la Copa de la Reina y, por tanto, ha celebrado sobre el césped de Los Cármenes el primer título de su historia.
Pese a que el encuentro arrancó bien entrada la tarde del sábado, la fiesta del fútbol femenino se vive en Granada desde este viernes. El despliegue de actividades realizado en la Plaza del Carmen calentó la previa de un choque histórico al que, por no faltar, no lo hizo ni la Reina Doña Letizia. Colchoneros y realistas se dieron cita en los aledaños del estado varias horas antes del choque, en corrillos por los bares de la zona, algunos incluso mixtos. Recibieron a sus heroínas como lo hacen los hinchas nazaríes con el primer equipo del Granada CF en sus grandes citas, demostrando que fútbol es fútbol, lo juegue quien lo juegue.
Pero las simpatías se quedaron en las puertas de Los Cármenes o, como mucho, en la grada. Había una corona en juego y ninguno de los dos planteles estaba dispuesto a quedarse con la miel en los labios, aunque este fuese el desino inevitable de uno de los dos contendientes. Tras una pequeña actuación musical de Antonio José, ganador de La Voz, comenzaron las hostilidades, y no solo sobre el césped. Saludó al tendido su majestad, entre una aparente mayoría atlética y algún que otro pitido, y se guardó un minuto de cualquier cosa menos silencio en memoria de Alfredo Pérez Rubalcaba. La cosa quedó ahí.
Con el balón en movimiento, atléticas y txuri-urdines sacaron sus armas. Eizaguirre estuvo a punto de sorprender y recoger una mala cesión a Lola Gallardo, mientras que la banda izquierda rojiblanca, con protagonismo para Ángela Sosa y Jenni Hermoso, ponía el ‘uy’ en la grada casi en cada acción. Fueron las colchoneras, precisamente, las que se hicieron con el control del choque tras los pocos minutos de tanteo, con un planteamiento muy dinámico y una velocidad de combinación vertiginosa, así como una intensidad ‘made in Atlético’.
La solidez blanquiazul comenzaba a resquebrajarse, tal vez por la impotencia de no causar ni cosquillas a su rival, y tras varios avisos llegó el gol colchonero, que tuvo, además, firma local. Kenti Robles la puso desde el flanco derecho a media altura para que la granadina Esther González la empalmase con una magnífica volea, haciendo honores al dorsal ‘nueve’ del conjunto rojiblanco. Su disparo, ajustado al poste superó a Quiñones, a la que la tristeza le duraría muy poquito.
Tres minutos después, y un peligroso disparo de Amanda Sampedro de por medio, Palacios se adjudicó el gol del empate, aunque con la inestimable colaboración de Lola Gallardo. Tras una jugada trenzada del cuadro vasco, la delantera realizó un inocente disparo desde la frontal que poca inquina parecía llevar. Sin embargo, la guardameta atlética no acertó a recogerlo y el esférico acabó cruzando la línea de gol, espoleando de paso a las realistas.
El duelo se equilibró, casi a la par que el calor arreciaba sobre el terreno de juego. A la media hora, Ludmila, de las más activas del choque, se marchó como quiso de Iraia para ceder en bandeja el doblete a Esther González, que disparó alto. Inmediatamente después, llegó la réplica de la Real tras un nuevo fallo de Lola Gallardo. La portera entregó el balón directamente a Eizaguirre dentro del área, dejándola en una posición franca para adelantar a su equipo, aunque luego anduvo segura para detener la vaselina de la punta tolosana, que, junto con Cardona, fue un incordio constante para la zaga capitalina. Mientras, en la grada se libraba la mejor de las batallas, en la que las armas eran cánticos.
Tras el intermedio, amenizado por un espectáculo de malabarismos free style con el esférico y el lanzamiento de camisetas, las colchoneras trataron de romper pronto la igualada, encabezadas por Ludmila y Jenni Hermoso, nuevamente. Esta última recibió un sonoro aplauso de todo el estadio tras ayudar a Beatriz Beltrán, que había quedado tendida tras recibir un balonazo.
La Real, no obstante, fue creciendo con el paso de los minutos, aprovechando tal vez el desgaste colchonero. Lola Gallardo, intimidada ahora por el fondo realista, comenzó a tener más trabajo hasta que Nahikari rompió el cántaro en el minuto 60. La máxima anotadora txuri-urdin en Liga fusiló a la guardameta atlética tras ser habilitada por Eizaguirre, que se la cedió con un técnico testarazo.
Con la ventaja blanquiazul, el campo se inclinó 45 grados hacia el fondo madrileño, en el que defendía la Real, que ya solo buscaba el peligro a la contra. Sosa se multiplicó sobre el campo rival, ofreciendo destellos de calidad que, sin embargo, no le permitieron romper la muralla realista, más sólida ahora que en todo el duelo. Disparó desde la línea de fondo justo tras el tanto realista, pero Quiñones, que acabó recibiendo el trofeo a la mejor jugadora de la final, despejó el peligro.
El estadio rugía con un apabullante “Atleti” que, por momentos, podría haber hecho dudar a cualquiera de si no estaba en el mismísimo Wanda Metropolitano. Las madrileñas, mientras, se enmarañaban continuamente en el tejido defensivo construido por Gonzalo Arconada. Ludmila pudo romperlo, después de que un gran centro de Falcón desde la izquierda pasase por delante de Jenni Hermoso, Esther y Amanda Sampedro, pero su potente disparo se fue desviado. Más tarde, un suave testarazo suyo se fue al poste para la desesperación de las atléticas, que ya asediaban a la Real Sociedad.
Las guipuzcoanas resistieron el vendaval colchonero, alentadas también por una hinchada que, cuando flaqueaban las fuerzas, alzó su bufanda y se puso a cantar. La Copa ya era suya. Contra todo pronóstico, impidieron el doblete del Atético, que tal vez mereció más, coronándose como campeonas en una noche que ha escrito la capital nazarí en la historia realista. Ya eran reinas en Granada.
Ficha técnica:
Atlético de Madrid: Lola Gallardo; Kenti Robles (Calligaris 78’), Aleixandri, Tounkara, Menayo (Falcón 68’); Meseguer (Olga García 86’), Ángela Sosa; Esther (Dolores 89’), Ludmila; Amanda Sampedro y Jenni Hermoso.
Real Sociedad: Quiñones; Iraia, Mendoza, Etxezarreta, Beatriz Beltrán (Soldevila 78’); Cardona (Manu 68’), Chini, Baños, Eizaguirre (Carla Bautista 86’); Palacios (Sara Olaizola 77’) y Nahikari.
Goles: 1-0: Esther, min. 15; 1-1: Palacios, min. 18; 1-2: Nahikari, min. 60.
Árbitra: María Dolores Martínez Madrona. Amonestó a las visitantes Chini e Iraia.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la final de la Copa de la Reina disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 17.550 espectadores (cifra oficial). Antes del encuentro, tuvo lugar una actuación musical por parte del cantante Antonio José, ganador de La Voz, y se guardó un minuto de silencio en memoria de Alfredo Pérez Rubalcaba.