El Realejo denuncia la "inseguridad" que vive el barrio y reclama mayor control para el ocio

Los vecinos de la zona alertan de la necesidad de aumentar los "dispositivos policiales" para que la convivencia no sea un problema

Barrio del Realejo en Granada
Barrio del Realejo | Foto: Antonio L. Juárez/Archivo GD
Sergio Rodríguez Acosta
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El Realejo es un enclave histórico de Granada. Sus calles tienen muchos relatos que contar, pero también mucha vida. Este barrio representa una cuota importante cuando se habla del ocio y el turismo dentro de la capital. Sus residentes indican que la inseguridad en el barrio es un hecho, y además señalan que el ocio requiere de control para que la convivencia sea sana. En una nueva entrega de 'Los barrios de Granada hablan', Antonio López, presidente de la Asociación de Vecinos Realejo, San Matías, Santa Ana y Barrio de la Virgen, desgrana los problemas de la zona y pide a los candidatos a la alcaldía de Granada que cuenten con las asociaciones vecinales.

El representante declara que "estamos bastante satisfechos con la limpieza", pero admite que hay "zonas puntuales" como la Cuesta del Pescado donde cuesta más mantener todo aseado. "Nos preocupa el problema de la Plaza de Carlos Cano porque hay una infección tremenda. Eso es un desmadre con personas todo el día orinando y escupiendo", manifiesta. El portavoz detalla que “se ha dado un brote de sarna en una guardería que hay en la calle Jesús y María”. La asociación ha presentado "quejas y documentos" porque entiende que no se puede tolerar "la inseguridad y la imagen" que genera dicha situación.

“Yo el otro día venía de una reunión y esquive la calle Varela. Se meten contigo o te tiran latas", asegura Antonio, quien solicita un lugar para atender a quienes "no están bien". Los residentes del barrio acostumbran a mandar vídeos de los conflictos que se dan en torno a esta desagradable circunstancia. El presidente de la asociación reclama mayor implicación a Asuntos sociales porque después "queremos vender una Granada bonita".

Seguridad y control del ocio

Las calles San Matías y Ángel Ganivet son sin duda uno de los epicentros del ocio granadino, tanto nocturno como vespertino. La lucha de los vecinos de la zona para que el Consistorio actué es una larga historia que ha vivido algunas protestas de peso. Dentro de este tema se incluyen muchas preocupaciones como son la limpieza, la seguridad o el descanso, un aspecto sagrado.

“No hay manera de controlar los horarios”, lamenta Antonio López, que relata que en tiempos pasados "los porteros te echaban de la puerta del local cuando daban las tantas" para no dar lugar a molestias. El representante muestra comprensión con los negocios, que han sufrido mucho con la pandemia, pero recuerda que el "derecho a divertirse" no está por encima del debido respeto. “Ahora llega el verano y el problema de la convivencia es tremendo. No pueden abrir las ventanas porque el ruido es terrible”, afirma.

La petición de aumentar los dispositivos de seguridad va más allá de poner límites al ocio, pues la tranquilidad es algo de lo que adolece el barrio. Desde la Asociación de Vecinos Realejo, San Matías, Santa Ana y Barrio de la Virgen señalan que en el entorno de la calle Concepción hay pisos asignados para jóvenes que ya no pueden estar en centros de menores. “Tienen que seguir unas directrices y estar vigilados”, reclama Antonio.

Asimismo, hace hincapié en que "los políticos tienen que mojarse" porque "la gente que viene de fuera tiene pánico". El portavoz ejemplifica que algunos usuarios de pisos turísticos son atracados cuando salen de madrugada para coger vuelos de regreso. "Los cuerpos de seguridad nos dicen que no constan denuncias, pero porque esa gente no va a perder el vuelo por poner una denuncia", clama Antonio.

Una solución para las calles "intransitables"

Los vecinos de calles como Santiago y Somosierra tienen como prioridad recibir actuaciones lo más pronto posible porque son "intransitables", según apunta su presidente. "Hay unos boquetes horribles y el empedrado está mal", explica Antonio, que apostilla que esto es una dificultad para "las personas mayores o las familias con carritos de bebé". En el caso de la calle Somosierra, detalla que el desgaste se produce por el elevado tráfico de vehículos que soporta. “Si queremos que la gente camine vamos a facilitarlo”, asevera. Otra de sus preocupaciones es la retirada de bolardos en puntos como la calle Pavaneras porque "mucha gente se ha caído". "Que Movilidad busque soluciones", añade.

El presidente de la Asociación de Vecinos Realejo, San Matías, Santa Ana y Barrio de la Virgen tiene un mensaje claro para quienes salgan elegidos en los próximos comicios municipales: "que cuenten en serio con nosotros”. “No pido un sueldo, pero por lo menos que nos escuchen porque conocemos de primera mano los problemas cotidianos y de verdad”, argumenta. “No me vale una visita de un concejal al año”, insiste Antonio, que concluye dejando claro que “me da igual quien gobierne porque lo que queremos es gente que trabaje”.