Receta para el entendimiento

entendimiento joan carles march
El entendimiento es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar | Foto: Gabinete
Avatar for Joan Carles March
0

El otro día me encontré, como todos los días, una imagen que ponía mi amiga, la psicóloga Patricia Ramírez, en Instagram, que me gustó mucho y que decía: RECETA PARA EL ENTENDIMIENTO.

Y qué ingredientes tiene la receta:

1. 500 granos de VOLUNTAD de entenderse. Yo de eso, si se necesita, pongo un kilo.
2. EMPATÍA a ojo, un aspecto al que daños poca importancia y que sin duda es clave ara ayudar a entenderse
3. Pizca de ESCUCHA sincera, muy importante para que el otro entienda que estamos aquí y que nos enteramos y que nos interesa la otra persona
4. RESPETO todo, como punto de partida
5. EDUCACIÓN, como base
6. PACIENCIA, mucha

VOLUNTAD + EMPATÍA + ESCUCHA + RESPETO + EDUCACIÓN + PACIENCIA

Y el entendimiento es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Es la capacidad de pensar y obrar con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad. INGREDIENTES QUE PEDIMOS PARA FAVORECER EL ENTENDIMIENTO.

Para llegar a ese entendimiento constructivo se necesita algo que muchas veces falla de base: una escucha real del mensaje de la persona que nos manifiesta su opinión. En demasiadas ocasiones mientras el otro nos plantea sus argumentos, nuestra mente está bloqueada por nuestro punto de vista y centrado en las palabras que vamos a decir a continuación, en vez de estar abierta al mensaje que nos está llegando. Sin escucha no hay intercambio ni enriquecimiento.

Y es que la lógica democrática se asienta en dos pilares: aceptar —entender, respetar— que hay personas con opiniones diferentes a las nuestras, y tolerar —con educación y elegancia— que estas nos contradigan sin desacreditarlas como única opción, digan lo que digan.

Seguramente para entenderse, para encontrar el entendimiento, la otra persona tiene que ver que entre ellas, en su relación, cada una de ellas, ha puesto estos ingredientes.

A mi me pasa en mi historia en mi Institución. Todo empezó por una mesa redonda en la que intervinimos tres profesionales de la institución. Y los tres terminamos mal. Yo ante eso protesté de forma dura y vehemente. Y ello me ocasionó un expediente.

Desde entonces, he intentado buscar el entendimiento, llamar a la puerta, escribir correos, pedir entrevistas y la callada ha sido la respuesta.

Yo entiendo que la persona a quien escribí, se sienta que la he tratado con falta de respeto y se sienta maltratada y con ello, no valore mi sinceridad a la hora de escribirle o llamarle. Pero lo tengo que decir y volverlo a escribir. Mi intención no era hacer daño, sino protestar ante una decisión o varias decisiones. Lo siento si se ha sentido herida: no era mi intención.

Y pido PERDÓN. Quiero pedir disculpas como paso imprescindible para restablecer mi relación con ella y expresarle, antes de nada, que que no tengo nada contra ella. Nada.

Discrepo en su forma de gestionar, pero estoy convencido de que ambos compartimos el valor de la discrepancia de ideas y de la confrontación de perspectivas y enfoques a la hora de dirigir una institución innovadora como es la Institución por la que trabajamos.

Lamento que mis artículos críticos hayan podido generarle malestar y pido disculpas si así ha sido. En ellos expreso mi opinión sobre algunas de sus decisiones, en mi opinión equivocadas y negativas para la institución, pero insisto que nunca fue mi intención realizar ningún comentario lesivo hacia su persona.

Mis críticas hacia sus decisiones se realizan en un contexto de profundo malestar por la situación que atraviesa nuestra institución, en defensa de mis compañeros, y por su actitud hacia mi persona. No obstante, vuelvo a pedir disculpas. He retirado de mis artículos algunos adjetivos sobre su gestión que pudieran ofenderla, porque como insisto, no era mi intención hacerlo.

En estos momentos de cambios profundos en la institución, quisiera centrarme en mi actividad profesional y me pongo a su disposición para contribuir con mi trabajo al refuerzo y posicionamiento de la misma, que es lo que he hecho siempre y es lo que hago todos los días en mi actividad profesional y divulgadora que ha permitido colocar a la institución en un nivel de conocimiento muy a valorar.

Mi VOLUNTAD de entendimiento está aquí, encima de la mesa. Mi petición de PERDÓN de entrada como muestra de empatía. Y mi sentimiento de ENTENDIMIENTO puesto a tope para conseguirlo. Necesitamos conseguirlo por y para la institución, con EDUCACIÓN y PACIENCIA. Y todo el RESPETO, conseguido con ESCUCHA y EMPATÍA. Para entendernos. Solo eso.