El recital de Mirta Álvarez en el Festival de la Guitarra evocó el tango y recordó a García Lorca

La artista argentina interpretó el instrumento, canto y declamó en la Casa de los Pisa, donde se vivieron momentos de especial intensidad

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Actuación de Mirta Álvarez en la Casa de los Pisa | Foto: Gabinete
Gabinete
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El patio de la Casa de los Pisa es un monumento del siglo XVI, epicentro de una casa solariega que acoge el Museo y Archivo de San Juan de Dios. Este año acoge el ciclo de solistas del Festival de la Guitarra de Granada. El tango es una creación musical del XIX. Ambos se fusionaron en una noche especial y lo hicieron de manera armónica. A ello contribuyó la especial sensibilidad con la que Mirta Álvarez actuó a la guitarra, el canto y la declamación, porque el tango también es poesía para ser pronunciada. Pocas personas conocen con tanta profundidad este género como la artista argentina, que además denota un amor especial por esta creación.

Mirta Álvarez comenzó su recital exhibiendo sus dotes sobresalientes como guitarrista. Por momentos el instrumento parecía un piano, otras una orquesta, pero nunca dejando de ser una guitarra. La técnica de la guitarra en el tango, con todas las exigencias a las que la sometía con una parante naturalidad, no es fácil, pues precisa una digitación hábil, por momentos veloz y luego llevando la melancolía a través de las notas. En ocasiones daba la sensación de que aquello era algo mágico. Y siempre la dulzura, mezclada a veces también con la tragedia y otras con la tristeza romántica.

Composiciones célebres

Se vivieron momentos de especial intensidad cuando llegaron las obras más populares como el Libertango de Piazzola o El día que me quieras, célebre tema compuesto por Carlos Cardel con letra de Alfredo Le Pera. Álvarez también cantó en muchas ocasiones, después de enunciar con la guitarra la melodía. Algo especial discurría por el ambiente de la noche del Festival de la Guitarra-Antonio Marín. Tal vez sea la magia elocuente del tango y la sensibilidad de una gran artista, que quiso terminar su actuación en Granada recitando el poema dedicado a la Guitarra por Federico García Lorca.