Recogen firmas para que un alumno con atrofia muscular espinal vuelva al instituto

Alumnos del Instituto de Secundaria Soto de Rojas han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir a la Delegación de Educación de la Junta en Granada que solucione el caso de Camilo, un estudiante de cuarto curso de ESO que dejó de asistir a clase hace algo más de un mes porque no se le facilitaban los cuidados que precisa.

Camilo padece atrofia muscular espinal, una enfermedad muscular que afecta a su fuerza física. Va en silla de ruedas y hace dos años le practicaron una traqueotomía. Según aseguran sus compañeros, hasta hace poco había una monitora que le asistía, pero el cuidado de la traqueotomía lo hacía "de forma voluntaria, porque entre la Delegación de Educación y la empresa que les proporciona los monitores no se ponen de acuerdo en las funciones necesarias y obligatorias para asistir de manera real y global a los alumnos con necesidades específicas".

La consecuencia de eso es que, el pasado 19 de febrero, la monitora, "presionada por la situación", decidió dejar de cuidar al alumno. Desde entonces, Camilo no tiene quien le asista y no puede ir al instituto.

La denuncia añade que, siete días después, la familia del chico mantuvo una reunión con el delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Granada, Antonio Jesús Castillo, quien les aseguró que daría "una solución rápida y provisional mientras se buscaba una definitiva".

Sin embargo, agregan los alumnos, esto no se ha producido aún, Camilo sigue sin acudir a clase y se le está negando "su derecho a educarse, a hacer sus exámenes, a disfrutar con sus amigos y a continuar estudiando como cualquiera de nosotros". Camilo, resaltan sus compañeros, quiere estudiar una carrera universitaria, pero dadas sus actuales circunstancias su objetivo se le complica.

Para conseguir que Camilo vuelva a su lado, los alumnos han iniciado una campaña de recogida de firmas a través de change.org que, poco después de arrancar, ya había logrado más de 1.200 adhesiones.

El director del instituto Soto de Rojas, Pablo Serrano, ha incidido en que Camilo es un alumno "con una inteligencia en la línea de los de su edad" pero desgraciadamente lastrado desde hace años por su problema físico. "Eso le ha hecho depender siempre de ayudas porque tiene unas necesidades que con el tiempo, además, se han hecho mayores".

Serrano entiende que es posible encontrar una solución, que "nada es imposible". No obstante, admite que alcanzarla es complicada. "Por ahora, lo que se está haciendo es facilitar que Camilo pueda estudiar desde casa y venir al instituto de manera esporádica, para hacer algunas pruebas específicas, acompañado de su padre o de su madre".

Se podría ir más allá, pero el director sabe que eso choca con una administración "que funciona de una determinada manera que a muchos les puede parecer poco ágil". Serrano no critica la actitud del delegado de Educación, que ha sido "muy receptivo", pero para conseguir que Camilo esté cuidado de la forma adecuada en clase, necesitaría de un personal con una preparación sanitaria más específica, y para contratarlo hace falta cumplir con ciertos trámites burocráticos, como la adjudicación de ese servicio a otra empresa. Es una solución más válida, pero también más lenta.