Un recorrido por la historia de 54 granadinos deportados para "nunca olvidar nuestro pasado"
La Asociación 14 de Abril recoge en una página web el trayecto que realizaron estas personas hasta los campos de exterminio para recordar "a quienes lucharon por las libertades en nuestro país"
“Quien no conoce su pasado está condenado a repetirlo”. En un contexto actual casi de película de ficción, o más bien de terror, donde las guerras, los bombardeos y las muertes acaparan la actualidad informativa mundial, esta frase ya convertida en dicho popular se antoja más necesaria que nunca. La sociedad parece estar olvidando la dura historia de sus antepasados. Parece estar volviendo a antaño donde los conflictos acababan en batallas, guerrillas y enfrentamientos, en lugar de en una mesa de diálogo. Hoy día, recordar el pasado es evitar un presente devastador. Es por ello que proyectos como el que desarrolla la Asociación 14 de Abril para la Recuperación de la Memoria en la Costa de Granada se tornan imprescindibles, porque nunca hay que olvidar de donde se viene y cuántos tormentos han sido ya superados.
La plataforma viene desarrollando en los dos últimos años un proyecto que recopila y trae al presente la barbarie cometida en los campos de exterminio nazis y el camino que, hasta donde se conoce, tuvieron que hacer 54 granadinos hasta el más absoluto horror. 54 personas de la Costa de Granada, la Alpujarra y el Valle de Lecrín a los que hoy, además de ponerles nombre, se les recuerda en todo su recorrido, desde la huida de sus hogares, detallando su última dirección conocida; su paso por el Levante español y Cataluña hasta llegar a Francia donde se detalla si fueron alistados y su posterior recorrido hasta los campos de exterminio.
Fernando Alcalde, miembro de la Asociación 14 de Abril, explica a este medio el significado de esta página web que viene acompañada de una segunda iniciativa consistente en la colocación de pequeñas placas de latón conmemorativas que se incrustan en las aceras frente a las últimas residencias conocidas de personas que fueron perseguidas y asesinadas durante el régimen nazi. “Primero queremos acercar el conocimiento de la memoria democrática, la memoria de la gente que luchó por las libertades en nuestro país. Con este proyecto y junto a la iniciativa 'Stolpersteine' buscamos que la gente vea que en su misma calle, en su mismo barrio, hubo gente que acabó en estos campos de exterminio. Que cuando el horror se desata, nadie está a salvo, ni siquiera cuando esto ocurre a miles de kilómetros de distancia. Que se conozca lo que ocurrió para que no vuelva a suceder”.
En la web, además de un mapa con cada una de las localizaciones de los 54 granadinos deportados, también se pueden encontrar imágenes y fotografías. Un trabajo de documentación que ha requerido de mucho tiempo de trabajo. “En primer lugar vimos todo lo que había recopilado y contactamos con la gente que había investigado previamente. Después, contactamos con las asociaciones que están trabajando en estos lugares y, desde ahí, nos desplazamos a los archivos franceses, especialmente al ámbito de Perpiñán que es donde estuvieron la mayoría de los prisioneros españoles. En colaboración con el archivo Arolsen, que es el que guarda toda la información sobre los campos de exterminio, empezamos a tirar del hilo de todos los nombres que aparecían. Preguntamos a los Ayuntamientos, a vecinos y familiares que pudiéramos localizar, bien por el archivo Arolsen o por las cartas que la Cruz Roja mandaba a los familiares una vez liberados de los campos”, detalla Fernando Alcalde.
Con toda la información recopilada, llegó el momento de tratar de contactar con los familiares, un trabajo que este miembro de la asociación reconoce ha sido muy desigual. “No había muchos familiares supervivientes. Hay que tener en cuenta que de los 54 granadinos, que son de los que tenemos registro, solo 16 sobrevivieron. Muchos de los familiares que quedan son sobrinos nietos, por lo que ni sabían que habían tenido un tío abuelo en los campos nazis. La gente que sobrevivió se quedó la mayor parte en Francia y no fue hasta el año 60 que se produce el indulto a estas personas cuando pueden volver a visitar a la familia. Aun así, muchos apenas contaron nada de lo que vivieron en los campos de exterminio”.
Fernando Alcalde, encargado de realizar las entrevistas con los familiares, confiesa que ha sido muy emotivo, incluso algunos “no podían ni hablar sobre esto, es muy complicado para ellos”. La investigación realizada por la Asociación 14 de Abril para la Recuperación de la Memoria en la Costa de Granada también ha traído sorpresas. Francisco Antonio Casares Rodríguez fue el único superviviente que volvió a residir en España, concretamente en Sant Just Desvern, donde falleció el 4 de agosto de 2009 a los 91 años de edad. Según explica Alcalde, “tiene hijos vivos, aunque ellos sabían muy poco” de la historia de su padre. Durante el periodo de documentación, la asociación descubrió que en el Memorial de Mauthausen existe una entrevista que se le hizo a Francisco Casares, palabras sobre su vivencia que desconocían sus propios hijos. “Fuimos nosotros los que le hicimos llegar a su familia esta grabación”. Este pedazo de historia llega a la actualidad para recordar a la sociedad que el horror y la barbarie puede llegar a cualquier rincón, para entender que estos granadinos lucharon por una libertad que ahora toca valorar y no olvidar nunca lo que costó lograrla.