Redención y triunfo de quilates para un Covirán que acaricia la permanencia (83-91)
Los rojinegros suman la novena victoria de la temporada en un partido coral con un estreno brillante de Bamforth y un Cristiano Felicio titánico
“Sacrificaos por el equipo. Buen inicio de partido, si hacemos esto vamos a ganar seguro”. Estas palabras las pronunciaba Jonathan Rousselle en la arenga previa al inicio de una finalísima por la permanencia en la que Covirán Granada debía dejar a un lado los fantasmas del pasado. La victoria a domicilio no podía seguir resistiéndose. No seguiría resistiéndose una jornada más. Los granadinos cumplieron con el primero de los propósitos. Salida enérgica, con un juego muy rápido y sabiendo encontrar las ventajas en la ya conocida defensa en zona de Zunder Palencia. Al igual que en la pasada jornada, las rotaciones entraron a pista con una intensidad superlativa, permitiendo colocar relativamente fácil el 9 a 13 en el marcador. El único problema vendría con las faltas. En cuestión de poco segundos, los de Pablo Pin sumaron tres faltas que marcarían el baremo a seguir por los colegiados, llegando al bonus el Covirán a falta de 2:40 para el término del primer periodo. Con el partido algo descontrolado, los granadinos aguantaron el tipo, en parte aupados por la falta de acierto de los palentinos desde el tiro exterior, eso sí, lanzamientos en su mayoría demasiado liberados. Se estrenó Scott Bamforth con un triple nada más pisar la pista, acierto al que le seguiría Elías Valtonen, otra vez sobre la bocina para el 14 a 21 del final del primer acto.
Buenas sensaciones en el Pabellón Municipal de los Deportes de Palencia para el Covirán Granada, especialmente, mostrando un cierto control del partido y una concentración necesarias en un encuentro de este calibre. Regresó al parqué el conjunto rojinegro con tres tiros libres para Cheatham. Tres lanzamientos desde la línea de personal que, al descanso, aumentarían hasta los cinco. Cinco tiros libres en diez minutos por los 13 que obtuvo Zunder Palencia. El segundo periodo estuvo marcado por un juego muy físico de ambos equipos, pero también por una permisividad en los contactos solo válida para los locales. Extraña era la jugada en la que un jugador del bando visitante no acababa por los suelos. Sin embargo, la falta contaba a favor de los de Luis Guil. Llegó a colocarse a tan solo cinco puntos el Zunder Palencia tras cuatro lanzamientos desde la línea de personal concedidos a Van der Vuurts. Tres por una falta de Jonathan Rousselle en el triple y el cuarto por una técnica señalada a Pablo Pin. Con el 24 a 29, el técnico granadino detuvo el encuentro para hacerle ver a sus jugadores que “Palencia tiene solo una falta, jugad duro, el árbitro se lo va a permitir todo”. Si no puedes con tu enemigo, únete a él. La experiencia en este tipo de situaciones benefició a un Covirán Granada que volvió a mostrar una concentración y una calma espectaculares que, acompañadas por unos Costa y Cheatham estratosféricos desde el triple llevaron al Covirán rumbo a vestuarios con una ventaja de 13 puntos (34-47).
Tras una buena primera mitad, el siguiente objetivo pasaba por no sufrir las habituales reacciones en contra de los primeros minutos del tercer cuarto. Arrancó con un parcial de 5 a 0 Zunder Palencia, pero David Kramer volvió a hacer daño desde el tiro exterior para cortar en seco la reacción palentina. Las faltas volvieron a tomar protagonismo mandando al banquillo a un Cirstiano Felicio que ya sumaba tres, sufriendo en exceso en sus emparejamientos con Pasecniks y Haarms.
Importantísima fue la aportación de Pere Tomás. El mallorquín firmó una de sus mejores actuaciones no solo aportando en esos intangibles en los que suele brillar, sino también anotando, sacando faltas y robando balones para dar vida a un Covirán que al fin hacía daño a nivel físico. Por primera vez en el encuentro, los rojinegros metieron en bonus a su rival a falta de cinco minutos para cerrar el periodo. Continuó el Covirán haciendo daño desde el triple, aprovechando los espacios que dejaba Palencia con su defensa en zona. La ventaja en el marcador llegó al +16 dando una excesiva confianza a los visitantes. Aparecieron ciertas precipitaciones en el juego de los granadinos, ataques poco elaborados, sucumbiendo al último aliento palentino que llegó a recortar distancias hasta colocarse a tan solo siete puntos. La victoria estaba casi hecha, pero el reloj indicaba que aun había que pelear un poco más (55-66).
Solo quedaba resistir y mantener la concentración, la calma y el físico mostrados durante los 30 minutos anteriores. Con el inicio del último acto, Scoot Bamforth tomó el protagonismo que merecía. El escolta ejerció por momentos de director de juego, liberando así a Lluís Costa que seguía encontrando los espacios para anotar triples completamente liberados. Con Costa y Bamforth como pareja, Covirán ganó más control del juego pues Rousselle estaba sufriendo en exceso en su emparejamiento con Conner Frankamp. La distancia se mantenía en la horquilla de los 9-12 puntos, reducida por momentos por el liderazgo de Mathieu Kamba no solo anotando, sino también reboteando y dirigiendo a los suyos. Seguía pecando Palencia en el balance defensivo dejando nuevamente a los rojinegros con todas las opciones de aumentar su cuenta personal de triples. Con el 70 a 80, una antideportiva de Vitor Benita sobre Rousselle por un codazo en la cara del francés que acabó con la nariz rota, parecía sentenciar a un Palencia que aun seguía creyendo en la victoria. Llegó nuevamente a los siete de diferencia los de Luis Guil, momento en el que pablo pin paró el partido. La siguiente acción fue la redención esperada de Cristiano Felicio. Con tres rebotes ofensivos en la misma acción, el brasileño sacó un dos más uno que acabó con una antideportiva para Pasecniks. El grito de rabia de Felicio era la muestra de todo lo que Covirán Granada había peleado para esta ansiada novena victoria (83-91). Triunfo de coraje, de concentración, de redención y de ambición. Triunfo que pone la permanencia a tan solo un paso. Próxima parada, Río Breogán.
Ficha del partido:
Zunder Palencia: Hands, Ortega, Van der Vuurts, Kamba, Pasecniks - quinteto inicial - Piñeiro, Haarms, Benite, Rodríguez, Ubal, Frankamp, Ndiaye
Covirán Granada: Felicio, Cheatham, Tomás, Costa, Kramer - quinteto inicial - Dimé, Día, Rousselle, Bamforth, Valtonen, Iriarte, Wiley
Parciales: 14-21; 20-26 - descanso - 21-19; 28-25
Árbitros: Juan Carlos García González, Luis Miguel Castillo y Fabio Fernández
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 30 de la Liga Endesa disputado en el Pabellón Municipal de Deportes de Palencia.