Referentes granadinas que rompen estereotipos en el ámbito tecnológico
Desde la UGR y la multinacional Alight, Lola Vidal y Pilar Guillen forman y desarrollan los modelos de liderazgo del presente y el futuro
"La mujer de Albert Einstein, Mileva, fue clave para todas sus investigaciones. ¿Alguien la conoce?". Esta frase pronunciada por Lola Vidal, codirectora de la Incubadora de Talento de la Universidad de Granada, refleja una problemática que viaja desde la ciencia en tiempos de Albert Einstein a la tecnología en el actual 2023, cuando precisamente el lema de este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género. Nunca se llegó a saber con certeza el papel que desempeñó la primera esposa del conocido físico en esos trabajos por los que pasó a la historia. Sin embargo, tampoco es un secreto la existencia de frases en cartas escritas por el propio Einstein a su mujer en las que emplea referencias como "nuestro trabajo" o "nuestra investigación" y que apuntan hacia una dirección clara: la aportación de Mileva pudo ser capital en esas obras maestras que no han conocido otra autoría que la de Albert Einstein. Sea como fuere, Mileva Maric guarda grandes similitudes con las mujeres de hoy. Bien las que luchan por ser reconocidas en otro sector, el digital, falto de referentes femeninas, o bien las que son potenciales talentos en él, pero aún no lo saben o, en el peor de los casos, nunca llegan a desarrollarlo por el qué dirán.
La UGR, mediante iniciativas como la Incubadora de Talento, demuestra lo que es un secreto a voces en cualquier profesión y también en la tecnología: los perfiles femeninos son indispensables. Precisamente, este proyecto impulsado por la Universidad de Granada y enfocado a potenciar el talento del alumnado no se olvida de la importancia del sector digital y de trabajar por la igualdad de acceso al mismo de toda la comunidad de estudiantes. No es una cuestión exclusivamente universitaria, sino que comienza desde la base, porque la realidad es que existe una gran desinformación acerca de las posibilidades laborales que ofrecen las titulaciones STEM –Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés–. Además, ellas todavía tienen que luchar contra los estereotipos que continúan condicionando su decisión sobre qué formación escoger.
Iniciativas que parten de la educación: 'Quiero ser ingeniera' y 'Programa Supernova'
En ese comenzar desde la base, situar el punto de partida en la formación académica se antoja fundamental. La UGR, mediante iniciativas como 'Quiero ser ingeniera', destinada al ámbito escolar y en la que también participan distintas universidades de España, o las propuestas nacidas de la Incubadora de Talento, atisbó esta necesidad de despertar las vocaciones tecnológicas de las mujeres desde el inicio de la etapa educativa. La primera se dirige a impulsar en familiares, docentes y personal orientador el fomento del estudio de carreras de ingeniería, mientras la segunda se enfoca en hacerlo sobre los propios estudiantes –específicamente mujeres– en una etapa educativa como el Bachillerato mediante la creación del 'Programa Supernova' en marzo de 2020. Lo hizo en un momento clave para el sector digital, en el inicio del confinamiento en España, que adquiría una dimensión inexplorada hasta el momento tanto a nivel educativo como laboral. La digitalización irrumpía para quedarse, por mucho tiempo, y la incertidumbre generada por la pandemia en torno a la presencialidad puso en liza aún más un sector en auge. Una coyuntura idónea para dotar de información a las estudiantes acerca de las posibilidades laborales que ofrece el sector tecnológico, poner de relevancia la importancia de los perfiles femeninos en estas profesiones y exponer las ventajas de especializarse en este ámbito.
Programas como el de Supernova, impulsado por la Incubadora de Talento de la UGR y patrocinado por empresas como Alight y NGA Human Resources, incide en acabar con los sesgos laborales de género que empiezan en la educación y se propagan después hasta la inserción de la mujer en el mercado laboral. Esos estereotipos continúan teniendo un peso muy importante a la hora de elegir profesión. Y esto fue lo que se puso precisamente de manifiesto en la primera edición de otro de los cursos asociados a la Incubadora de Talento de la UGR, el 'Programa Talento Mujer 4.0' En esta iniciativa, dirigida a formar en habilidades de liderazgo y soft skills –cualidades muy demandadas en el tejido empresarial, tales como el trabajo en equipo o la creatividad– a mujeres estudiantes con alto potencial, se obtuvieron datos y testimonios clarificadores de que ellas siguen teniendo que convivir con los estereotipos de género. De entre las participantes en esta primera edición ninguna cursó el Bachillerato tecnológico y, de las que escogieron el itinerario de Ciencias de Salud, muchas declararon hacerlo porque sentían "rechazo por la física y el dibujo técnico".
Esto no es extraño atendiendo a los datos ofrecidos por Europa Press donde, por ámbitos de conocimiento, la de Biología –con un 62%– y Química –con un 55%– son las carreras científicas más elegidas por las estudiantes. Sin embargo, son los estudios relacionados con las ramas de ciencias sociales y jurídicas los que cuentan con un mayor índice de mujeres. Esta 'costumbre' no es casual y la experiencia de las alumnas de la primera edición del 'Programa Talento Mujer 4.0' arrojó luz a las causas de la predisposición a este tipo de profesiones: desde los juguetes asociados al cuidado o la enseñanza hasta la preferencia generalizada de asignaturas de letras pasando por una falta de referentes femeninos en física o tecnología que sí existen en biología o química. Todo ello explica que la decisión de decantarse por una especialización u otra, lejos de ser libre, continúe condicionada por las experiencias y estímulos que se perciben desde la infancia. A lo que se une una "presión social", en algunos casos explícita. "Mis propias amigas me llamaban 'friki' por haber estudiado biotecnología y que me guste la ciencia", confesaba una de las participantes.
Esa primera edición fue dirigida, como expone Lola Vidal, a estudiantes de cualquier grado de la UGR que quisieran complementar su formación con competencias digitales. Esa iniciativa resultó un éxito, tal y como confirma la codirectora de la Incubadora de Talento a GranadaDigital. "Tenemos unos niveles de satisfacción altísimos, de 4,9 sobre 5", asegura. Por eso, ya se ha puesto en marcha una segunda edición, en esta ocasión, destinada exclusivamente a mujeres con perfiles STEM, una posición que cada vez más empresas buscan cubrir incorporando talento femenino. En este sentido, la Incubadora de Talento no está 'sola' y detrás de ella, apoyando sus proyectos, aparecen empresas como Alight o T-Systems, entre otras. El compromiso de ellas no se detiene ahí y, en el caso de la multinacional alemana, añade otras colaboraciones con la Incubadora de Talento para formar en competencias digitales a través de los Programas TAO y Service Now, especialmente para sumar a mujeres con estas competencias.
Liderazgo femenino en la empresa privada
Es también el caso de Alight Solutions. La multinacional norteamericana dedicada a la industria de los recursos humanos aterrizó en Granada bajo el nombre de Northgate Arinso en 2007. Fue entonces cuando abrió uno de sus principales cuarteles generales de todo el mundo en un edificio circular situado en plena calle Arabial, junto al Centro Comercial Neptuno y enfrente de la Fiscalía de Menores. Allí trabajan unos 1.600 de los más de 15.000 empleados que tiene repartidos por todo el globo. En la pandemia fue absorbida, por lo que el complejo de oficinas granadino cambió su denominación por el de Alight, cuyos departamentos de Tecnologías en la Nube (SuccessFactors) y Gestión del Servicio (Service Management) es dirigido desde noviembre de 2021 por Pilar Guillén.
Guillén, que accedió al mundo laboral en esta empresa hace ya once años, refrenda que "fue en 2017 cuando se entabló un acuerdo de colaboración con la Universidad de Granada a través de una cartera de programas que va aumentando año tras año". La finalidad, "generar, promocionar y retener el talento". Entre esos programas menciona iniciativas como la de 'Talento Mujer' que garantizan "la igualdad y el desarrollo del talento como pilares de nuestro modelo operativo".
"Aunque en términos generales la paridad de género en Alight es un hecho, somos conscientes de que, en el sector tecnológico, la balanza se inclina hacia el género masculino. La razón es que muchas mujeres, empujadas por los estereotipos sociales, tienden a apostar por otras titulaciones y carreras profesionales. Por ello, queremos seguir apoyando a las mujeres que quieran formar parte de este sector y darles más visibilidad, no solo desde las empresas sino desde las aulas, en educaciones tempranas como primaria o secundaria", relata Guillén.
La responsable de Tecnologías en la Nube arguye como principal motivo que llevó a Alight Solutions a apostar por dichos programas el hecho de "seguir desarrollando nuestra filosofía en materia de igualdad, ayudar a terminar con ciertos estereotipos sociales que hoy en día aún se siguen viendo y que en muchos casos asumimos de forma no consciente. Y, por supuesto, ir un paso más allá hacia una igualdad real de la mujer en este campo profesional". Para Guillén, la presencia de mujeres en todos los estratos y sectores de la sociedad es más necesaria, pues "enriquece cualquier entorno de trabajo y tiene un resultado neto extremadamente positivo para el negocio".
"El punto de partida ideal debería ser dejar de asociar ciertas labores o empleos a un género específico. Si nos ceñimos al sector tecnológico, no existe ninguna condición por la que las mujeres deban sentirse limitadas. En este tipo de profesiones se requieren competencias personales y profesionales que evidentemente no requieren ningún tipo de división por género", mantiene pese a lamentar que "el campo de la ingeniería, en general, y la tecnología más en particular han estado históricamente muy asociadas a trabajadores masculinos, y cambiar esa visión no es sencillo ni rápido".
Al igual que Vidal, Guillén cifra en más de un 90% la empleabilidad en el sector derivada de este tipo de planes: "Para una empresa como nosotros, en continuo crecimiento y que requiere de personal altamente cualificado, tener acceso a un pool de talento como el de la Universidad de Granada supone una gran ventaja competitiva. Si miramos de puertas hacia afuera, estamos ayudando a crear mejores profesionales en Granada y contribuyendo activamente al desarrollo de nuestra ciudad en materia tecnológica, un campo donde podemos seguir creciendo y diferenciándonos". Es por ello que define todos los programas de formación conjunta con la UGR como "una parte vital de nuestra estrategia en Granada".
Misión: dar visibilidad a las referentes femeninas en tecnología
Lola Vidal y Pilar Guillen forman y desarrollan los modelos de liderazgo del presente y el futuro desde sus respectivas posiciones para que no vuelva a suceder lo que le pudo ocurrir a Mileva Maric en su trabajo junto a Albert Einstein. Dejar atrás esos sesgos de género que han acompañado en generaciones se presume como la clave para que cada vez más mujeres unan sus caminos a la tecnología. De lo que no hay duda es que hay mucho trabajo por hacer con iniciativas como las de la Incubadora de Talento, que tiene una empleabilidad del 99%. Si no es del 100% es "porque hay estudiantes que prefieren hacer un doctorado o les sale una beca para irse al extranjero". Un puente entre alumnas STEM y empresas se antoja como algo muy necesario porque hay mujeres especializadas en tecnología y compañías que buscan incorporar talento femenino a sus equipos, pues estudios efectuados a escala europea confirman que "las empresas que tienen paridad en el talento tecnológico son mucho más productivas". Y es que a 2023, una misma pregunta acerca de referentes masculinos y femeninos en tecnología no puede ni debe ser un gran abanico de nombres –Elon Musk, Steve Jobs...– frente al "silencio".