Armilla mejora su residencia de mayores tras una inversión de 3,2 millones de euros
La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, Rocío Ruiz, ha visitado el centro del Área Metropolitana y, posteriormente, ha presentado un informe sobre inmigración en Andalucía
La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta, Rocío Ruiz, ha visitado Granada para completar una agenda en la que, por una parte, ha comprobado de primera mano el resultado de las obras de reforma de la residencia de mayores de Armilla y por otra, a la presentación del estudio 'Una mirada hacia la migración en Andalucía'. Un documento de la Organización Internacional para las Migraciones que analiza los perfiles y experiencias de este colectivo en la comunidad.
Las obras de reforma, modernización y mejora de la eficiencia energética de la Residencia de Personas Mayores de Armilla han supuesto una inversión de más de 3,2 millones de euros (3.211.692,20). Este centro, de titularidad de la Junta de Andalucía y gestión pública, tiene prevista la finalización completa de la remodelación para el próximo mes de septiembre.
“Este Gobierno viene demostrando desde el inicio de la legislatura que una de sus máximas preocupaciones es mejorar la atención a las personas mayores en Andalucía, que además está siendo la población más vulnerable a la pandemia de Covid-19. La reforma de este centro en Armilla viene a dar respuesta a la necesidad de mejora de unas instalaciones que fueron construidas a finales de los años 70 y que llevan funcionando como residencia para personas mayores desde 1981”, ha destacado Ruiz.
Por otra parte, ha informado que “en febrero del año pasado terminaron las obras de la reforma interior cuyo objetivo era adaptar totalmente el edificio a personas con discapacidad y mejorar las condiciones de seguridad de uso e incendio del edificio”.
En esta primera fase de la remodelación, según ha revelado Rocío Ruiz, se acometió la reforma de las habitaciones de las plantas segunda y tercera, se colocaron nuevas carpinterías interiores y exteriores, se creó una nueva sala de estar, así como comedor y aseos adaptados, se realizó el saneamiento de patologías constructivas y se renovaron completamente las instalaciones de electricidad, contra incendios, climatización y fontanería. Asimismo, esta obra supuso la mejora de la seguridad en caso de incendio y de las condiciones de evacuación con la instalación de un ascensor de emergencia accesible, entre otras medidas.
La segunda fase de la obra, que se encuentra en ejecución actualmente, contempla la mejora de la eficiencia energética e incorporación de renovables dentro del Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020. Una vez concluida la reforma, el centro reducirá el consumo de energía primaria en casi un 36% y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 46% gracias a la sustitución de la iluminación en el interior y exterior del edificio, la reforma integral de las instalaciones de producción de calefacción y la colocación de paneles fotovoltaicos.
La Residencia para Personas Mayores de Armilla cuenta con cuatro plantas en altura y un sótano. Su proyecto data de 1977, cuando se diseñaron tres plantas de habitaciones y una planta baja para zonas de administración y áreas comunes.
La Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación trabaja en un programa de rehabilitación de edificios que contempla la ejecución de obras para la conservación y mejora de la seguridad de utilización, accesibilidad en instalaciones de tipología residencial colectiva, eficiencia energética y sostenibilidad, con un presupuesto de 5,2 millones para cada ejercicio del I Plan Estratégico Integral para Personas Mayores 2020-2023.
A ellos se suman los 7,6 millones de euros que tiene presupuestado el programa de mejora de los centros residenciales para mayores de titularidad de la Junta de Andalucía que consiste en su acondicionamiento para asegurar un adecuado equipamiento.
I PLAN ESTRATÉGICO PARA PERSONAS MAYORES
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el pasado mes de noviembre el I Plan Estratégico Integral para Personas Mayores en Andalucía 2020-2023 que presentó la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación y que tiene como una de sus líneas estratégicas la prevención de la dependencia. Este proyecto cuenta con una inversión prevista de 164,5 millones de euros y con la implicación de todas las Consejerías de la Administración andaluza.
Tras 20 años desde lo establecido en la Ley de Atención y Protección de las Personas Mayores de 1999, este Gobierno se puso a trabajar en el Plan desde el primer momento en un proceso de elaboración siguiendo un modelo de gobernanza participativo en el que pudiesen participar todos los agentes implicados.
Este I Plan Estratégico ordena el conjunto de las políticas públicas destinadas a promover el bienestar de los y las mayores desde una perspectiva integral, preventiva y sostenible en el ámbito sanitario, de servicios sociales, cultural, deportivo, de ocio, urbanístico y asociativo. En concreto, va a abordar materias fundamentales además de la prevención de la dependencia, como el envejecimiento activo y la red de centros de participación activa y la atención a las situaciones de mayor vulnerabilidad en este colectivo como son la soledad no deseada o el maltrato.
MENOS ABANDONO ENTRE LOS JÓVENES INMIGRANTES
El modelo integral de atención a los menores inmigrantes no acompañados y jóvenes extutelados implantado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en 2019 ha logrado reducir el abandono voluntario de estos recursos de un 70% a un 18,81% de media en toda la comunidad. Este programa pionero de atención, acogida e inserción social y laboral por parte del Gobierno andaluz, basado en identificar y atender las necesidades de menores y jóvenes, sustituye al dispositivo de emergencia desde el que se les atendía en anteriores legislaturas. E incluye asesoramiento y acompañamiento hasta los 25 años a fin de ayudarles a conseguir una vida autónoma plena, para lo que se ha triplicado el número de plazas existentes para mayoría de edad, pasando de 215 a 668.
La consejera de Igualdad Rocío Ruiz ha subrayado el trabajo de la Junta con los menores y jóvenes migrantes que llegan a Andalucía con un nuevo modelo de atención centrado en la persona, basado en la especialización de los recursos en función de los proyectos migratorios de esos menores, lo que implica una mejora en la calidad y la eficacia de estas asistencias. “Lo digo alto y claro: ningún chico o chica que cumpla la mayoría de edad se va a quedar en la calle en Andalucía”, ha resaltado.
Durante 2020 llegaron a Andalucía 954 menores migrantes no acompañados, frente a los 3.300 registrados el año anterior. El sistema de protección de la infancia contaba en sus instalaciones con 1.274 menores, dado que que el grueso de las llegadas producidas en 2018 se ha mantenido en los centros durante 2019 y 2020. En el caso de Granada, los nuevos ingresos fueron 144, y la provincia acogía a finales de año a 290 de esos chicos y chicas.
“Los niños y niñas del sistema de protección han dado la talla y demostrado un comportamiento ejemplar durante la pandemia, han cumplido las normas, no se han generado situaciones tensas e incluso se han involucrado ayudando a la comunidad, ya sea fabricando mascarillas, mandando mensajes en redes sociales para mitigar la sensación de soledad de sus convecinos”, ha señalado Ruiz.
La consejera ha subrayado “el giro” dado a los programas destinados en la mayoría de edad, con una ampliación tanto de recursos como enfoques, y que se han homogeneizado mediante un protocolo de actuación aprobado hace una semana por el Consejo de Gobierno que permitirá garantizar el adecuado uso de los recursos con independencia de la fuente de financiación y su mejor aprovechamiento.
El nuevo modelo de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación para la atención a menores extranjeros no acompañados se basa en una exhaustiva evaluación de la gestión desarrollada, de los flujos migratorios y de los perfiles de los menores. Se articula en torno a tres programas de atención: en primer lugar, recepción, para verificar la condición de menor de edad y realizar la reunificación familiar en nuestro país en caso de que sea posible; estudio y diagnóstico, que evalúa su situación y proyecto de migración para su derivación hacia otros recursos especializados; y, finalmente, el programa de inserción social y laboral que, además de atender sus necesidades básicas, desarrolla actuaciones de capacitación.
En este sentido, Ruiz ha detallado que el programa, con carácter voluntario, acompaña a estos jóvenes hasta los 25 años y engloba recursos residenciales, formativos, de acompañamiento y de prácticas en empresas mediante un itinerario individualizado que es clave para su integración personal, social y laboral.
“A finales de 2020 habíamos triplicado la capacidad de los recursos que encontramos para mayoría de edad, y contábamos ya con 668 plazas y un programa de adquisición de competencias sociolaborales que, solo en 2019, gestionó 2.267 itinerarios de inserción sociolaboral y logró que uno de cada tres jóvenes obtuviese un contrato de trabajo”, ha dicho. El compromiso es superar las 800 plazas a lo largo de este año.
PROPONER UNA VISIÓN EQUILIBRADA DE LA INMIGRACIÓN
Ruiz ha dado a conocer estos datos durante la presentación del informe “Una mirada a la inmigración en Andalucía”, elaborado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en colaboración con la Junta de Andalucía. El estudio subraya que las relaciones sociales entre la población extranjera y la comunidad andaluza muestran unas expectativas de convivencia bastante halagüeñas, ya que tres de cada cuatro migrantes encuestados consideran positivo (71%) o muy positivo (6%) el trato de los andaluces.
“La presencia de la OIM hoy aquí evidencia que nuestra visión de la migración y el compromiso que adquirimos cuando llegamos a esta Consejería es el de abordar este asunto desde una perspectiva global, porque no es una cuestión solo de Andalucía”, ha resaltado la consejera.
El estudio forma parte del proyecto ‘Marca la diferencia hacia una mirada positiva sobre la inmigración en Andalucía’, implementada con apoyo de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID) con el objetivo de acortar la distancia percibida entre ambos grupos de vecinos y promover una visión mas equilibrada y realista sobre la migración en Andalucía.
El sondeo, realizado durante el verano de 2020 entre 800 personas de las ocho provincias andaluzas, constata que no se observa una percepción generalizada de discriminación o trato diferencial a la hora de acceder a un puesto de trabajo, y que una gran parte de los encuestados mantiene relaciones de amistad con muchos andaluces.
No obstante, sí apunta a un incremento de los discursos de odio durante la pandemia y la crisis económica provocada por el coronavirus, apreciados por casi uno de cada cuatro inmigrantes consultados. Además, un 9% de los encuestados refiere haber sido víctima de trato diferencial en su vida cotidiana, manifestado mediante trato irrespetuoso, recelo o rechazo por parte de los locales o actitudes prejuiciosas en la calle, el transporte público, restaurantes, tiendas o supermercados, como si por ser migrante supusiera un peligro o tuviera un pobre bagaje educativo. Un 7% manifestó haber sido víctima de un ataque verbal, y solo un 1% refirió haber sufrido una agresión física.