Refugiados sirios en Grecia denuncian las condiciones en las que afrontan el invierno en campos de refugiados
Estos lugares están faltos de suministro eléctrico para poder encender las estufas en las frías noches que rondan ya los cero grados,
Refugiados y activistas de ONGs que operan en campos como el de Katsikas, en la localidad griega de Ioannina, han denunciado las condiciones en las que los refugiados deben vivir, con falta de suministro eléctrico para poder encender las estufas en las frías noches que rondan ya los cero grados, y con tiendas de campaña y casetas de obra que no están preparadas para afrontar condiciones climáticas tan exigentes.
Uno de los refugiados que vive en Katsikas, Mohammed Ali, y que desde su blog narra todos los problemas a los que se enfrentan, (https://www.facebook.com/muhammadalisyria), ha explicado en declaraciones a Europa Press Televisión que se acerca lo que llaman el "winter's camp" y que los refugiados deberán hacer frente a temperaturas mucho más bajas en las mismas condiciones en las que han pasado el verano.
Mohammed llegó hace ocho meses a Katsikas, pero su viaje viene de lejos. Huyó sirviéndose de mafias hacia Turquía, donde estuvo trabajando durante un año como mano de obra barata. Después volvió a pagar a un traficante, más de 1.000 dólares, para que le metieran en un pequeño bote y poder alcanzar Grecia. Llegó a Kios, desde ahí fue trasladado a Atenas y posteriormente a Iannina.
Desde que arribó hace ya ocho meses, no han mejorado las condiciones y vive en un limbo a la espera de saber qué será de su vida porque pide constantemente asilo en diferentes países europeos y todos le dicen lo mismo: Quizá.
VIDA EN KATSIKAS
Maria Peñalosa, integrante de la ONG Aire, ha explicado que son tres los grandes escollos que hacen frustrante y tediosa la vida de los 250 refugiados que viven allí: La falta de energía eléctrica suficiente para todas la familias que viven en el campo, la dejación de responsabilidades --"el hecho de que todo el mundo se pasa la pelota y no se llegan a aplicar muchas cosas"--, y la tercera es el clima severo.
Según contaba Peñalosa, la sensación general es de "mucha frustración" porque al llegar a Grecia se han encontrado una vida "peor" en muchas ocasiones. Esto hace que muchos regresen a sus países de origen; porque "hay un tedio muy triste, y es verdad que han ido asumiendo que esto no es un lugar de paso, han podido empezar a empoderarse, pero hay frustración".
En su opinión, la culpable de que estos refugiados estén 'atrapados' en estos campos es la burocracia europea. Peñalosa cree que tanto en Grecia como en los países receptores de estas personas, la inacción y dejación es "monumental", y denuncia que existe un bloqueo real por parte de las instituciones y a nivel mediático.
"Espero que esté en el Tribunal Internacional de Justicia de aquí a no mucho tiempo porque hay causa; es muy triste y me da vergüenza como europea y como española, porque España no ha empezado a asumir a los 18.000 que le corresponden. Tenemos que ser solidarios, responsables", ha reclamado.
ATRAPADOS EN GRECIA
Desde enero de 2015 más de un millón de personas han pasado por Grecia huyendo de la guerra, de desastres naturales y de la pobreza. Lo hacen en busca de una vida mejor en Europa y no siempre lo consiguen porque según datos de Oxfam, ONG que trabaja en cuatro campos de refugiados griegos, aproximadamente 1.190 personas murieron o desaparecieron en el mar Egeo cuando intentaban llegar a las islas griegas desde Turquía.
Según explicaba el responsable de la Misión de Oxfam en Grecia, Nicola Bay, actualmente hay 60.000 refugiados en Grecia que viven en campamentos que no están preparados para el invierno que se avecina.
Bay ha recalcado que aunque el gobierno griego está haciendo un gran esfuerzo para atender a todas las personas que llegan al país, el hecho es que los políticos de la Unión Europea no responden adecuadamente a esta crisis. Así, ha denunciado que existe un bloqueo del paso de estos refugiados a otros países.
"Nosotros estamos sorprendidos con la gran acogida de la sociedad griega a los refugiados a pesar de la crisis económica que atraviesan, les reciben y les dan la bienvenida" ha resaltado. Pero la situación es las islas según cuenta Bay es "muy crítica" porque aunque llegan menos personas desde Turquía que en 2015, aun siguen llegando y se encuentran con que no pueden seguir hacia su siguiente destino, por lo que quedan atrapados.
KONITSA, EL ORFANATO DE LOS REFUGIADOS
Uno de los sitios a los que son trasladados los refugiados una vez que llegan a Grecia es a un antiguo orfanato ubicado en la localidad de Konitsa, muy cerca de la frontera con Albania. Allí, entre montañas nevadas, cortados y valles, viven aproximadamente 150 sirios, familias la mayoría; y allí Oxfam les proporciona comida caliente tres veces al día.
Ahora trabajan para arreglar el calentador del agua que les permitiría tener agua caliente de cara al invierno. Además, tratan de reacondicionar los baños y aseos, y quieren poner en funcionamiento el sistema de calefacción y arreglar puertas y ventanas para aislar mejor las estancias de cara a las bajas temperaturas que se avecinan.
En Konitsa vive Sarda, una joven profesora de matemáticas que lleva allí desde marzo y que pide a los gobernantes europeos y a la sociedad en general que sepan ponerse en la piel de los que han tenido que abandonar sus hogares por la guerra y ahora piden asilo en Europa.
A los dos meses de su llegada al 'side' (nombre que usan en ONGs para hablar de estos centros de acogida de refugiados) tuvo noticia de la muerte de su padre en Siria. Ahora sólo piensa en continuar su marcha hacia un destino que le proporcione cierta estabilidad y para hablar ante la cámara lo hace de espaldas y junto a una cooperante para que nadie pueda reconocerla.
Cada refugiado trae consigo una vida plagada de tragedias familiares, bien sea por la guerra, bien por la pobreza de su país, y al llegar a Europa, se encuentran con la realidad de que no son recibidos como esperaban porque se da un bloqueo institucional que les impide o moverse a sus destinos o ser reubicados según las cuotas que se pactaron a nivel europeo.