La reivindicación de Cristiano Felicio llega cuando más se necesita

El pívot brasileño volvió a ser capital en un triunfo de los rojinegros con 12 puntos y 7 rebotes, mientras que Bamforth firma el mejor estreno posible

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Cristiano Felicio junto a Jacob Wiley celebran la victoria del Covirán ante Joventut Badalona en el Palacio | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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Continuidad y ambición. Dos palabras que han sobrevolado la figura de Cristiano Felicio en las últimas semanas. Dos aspiraciones y exigencias de Pablo Pin hacia su jugador que este pasado domingo se cumplieron haciendo que el pívot brasileño firmase su esperada y deseada redención para ayudar al equipo en un momento clave de la temporada.

El pasado 7 de abril, el Covirán jugaba una de esas finales por la permanencia que podían impulsarlos hacia una salvación prematura. El partido ante MoraBanc Andorra estaba marcado en rojo en el calendario como una victoria prácticamente obligada, pero las cosas no salieron como se esperaban. El conjunto dirigido por Pablo Pin mostró una imagen muy lejana a su verdadera versión en un encuentro en el que Cristiano Felicio quedó como gran señalado en la derrota. Los cero puntos del brasileño y su valoración negativa quedaron marcadas la mente de todos los aficionados generando un ruido exterior muy sonoro a su alrededor.

Desde aquella semana, Pablo Pin se mostró claro en sus declaraciones a los medios de comunicación. Había que recuperar a Felicio por activa o por pasiva. Se le exigía más. Más ambición, más energía, más ganas y, sobre todo, continuidad, pues durante la semana la versión del pívot era muy diferente a la mostrada sobre el parqué. Ante Valencia Basket, Felicio mostró una mejor versión con seis puntos anotados, cinco rebotes capturados, dos asistencias y ocho de valoración. La antesala de la que sería su verdadero golpe sobre la mesa.

Pocos minutos antes de dar comienzo al vital encuentro entre Zunder Palencia y Covirán Granada, en la arenga previa de los rojinegros, el habitual protagonismo de Germán Martínez fue tomado por Cristiano Felicio. Su cara lo decía todo. Alegre, motivado y con ganas de saltar al parqué. Una pequeña muestra de lo que sería su actuación. Por primera vez en mucho tiempo se vio al brasileño implicado con el juego de su equipo, fuerte en la defensa, necesario en el rebote y volviendo a su media de puntos. El ejemplo culmen de que su actitud sí era la deseada fue en el dos más uno conseguido con falta antideportiva de Pasecniks. Su grito de rabia fue la reivindicación de que Felicio quería ser importante en este tramo final de temporada, así lo demostró con sus 12 puntos y 7 rebotes para 13 de valoración.

El regreso de la mejor versión de Felicio no solo hace que ese juego coral que también demandaba el técnico granadino sea real, sino que permite que el equipo no tenga que depender siempre de jugadores como Jacob Wiley. El estadounidense tuvo este pasado sábado una de las actuaciones más discretas en lo que a anotación se refiere desde que llegó a Granada. Wiley solo anotó tres puntos, pero capturó cinco balones en casi 20 minutos en pista, su mejor tiempo de juego en las ocho jornadas que ha vestido la elástica rojinegra. El pívot llegó al equipo precisamente para esto, para repartir los minutos con el brasileño y no para asumir todo el peso del juego interior.

Bamforth sí cumple con las expectativas

A la buena actuación de Cristiano Felicio, que aumenta el optimismo y la confianza en el equipo de cara a las últimas jornadas, se une el brillante estreno de un Scott Bamforth que demostró por qué es mejor apostar por la experiencia. El recién incorporado a la disciplina rojinegra apenas necesitó unos pocos segundos para demostrar que anotar y tomar tiros arriesgados no será un problema.

Bamforth ayudó al Covirán Granada en su solidez desde el tiro exterior anotando tres de los siete lanzamientos efectuados en los más de 22 minutos que estuvo en pista. Una participación en la rotación quizás superior a la esperada, pero eso sí, efectiva. Su experiencia en la ACB ha hecho que, con apenas unos días de entrenamiento con sus nuevos compañeros, el escolta se desenvuelva en los sistemas como "si no fuese el primer partido que juega con nosotros", así lo expresó Pablo Pin en rueda de prensa tras la victoria ante Zunder Palencia. Bamforth cerró su estreno con 12 puntos, cinco asistencias y 16 de valoración, unos números que más allá de lo que significaron en el propio encuentro, dejan constancia de que este movimiento sí dará al Covirán el impulso necesario para cerrar la permanencia.