Remite la plaga de procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza
Este plan comenzó a aplicarse en 1991, integrado por un equipo técnico multidisciplinar para el control y seguimiento de control biológico de plagas o enfermedades forestales
La delegada de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta en Granada, Inmaculada Oria, ha visitado el Parque Natural Sierra de Baza, acompañada por el alcalde del municipio, Pedro Fernandez, y técnicos de la Consejería, para comprobar el estado de recuperación de los pinares en las zonas afectadas por la plaga de procesionaria, que ha remitido en este entorno.
Durante el recorrido realizado se ha podido comprobar la existencia de nuevo brotes de acículas en los pinares afectados, "por lo que con un poco de suerte las próximas lluvias de otoño y el frío del invierno, harán remitir la plaga a un estadio menos agresivo que el sufrido en este último ciclo".
Tal y como ocurrió en las anualidades 2005 y 2010, el Parque Natural Sierra de Baza ha sufrido, en 2014 y 2015, una nueva plaga cíclica de procesionaria del pino, afectando a un superficie aproximada de 10.000 hectáreas, según datos ofrecidos por el seguimiento técnico del Plan de Lucha Integrada contra la procesionaria.
Este plan comenzó a aplicarse en 1991, integrado por un equipo técnico multidisciplinar para el control y seguimiento de control biológico de plagas o enfermedades forestales, que están efectuando sobre el terreno el seguimiento, estudio y evolución de las posibles plagas y otras enfermedades que afectan o pudieran afectar a las distintas masas forestales.
Los picos de afección en esta plaga son cíclicos y habituales, produciéndose con una frecuencia de cinco o seis años. Sin embargo las altas temperaturas de los últimos años que han favorecido el desarrollo de la plaga así como la prohibición por la Unión Europea de realizar fumigaciones aéreas, ha provocado un pico de especial incidencia en los pinares del sureste de la Península Ibérica, entre los que se incluyen los del Parque Natural Sierra de Baza.
Desde el inicio de la plaga el espacio natural se dividió en 156 rodales para el seguimiento y evolución de la misma, pudiéndose comprobar que la defoliación existente y pérdida temporal de acículas del pinar afectado, no iba a causa la muerte de la masa forestal, que por norma general, y siempre según criterios técnicos y científicos, suele recuperarse de forma natural en cuestión de un par de años, correspondiendo la situación vivida en el otoño invierno de 2015-2016 al ciclo biológico y cíclico de la plaga.
Durante la visita Oria quiso dejar claro que la evolución en la recuperación de los ejemplares afectados por la procesionaria "es correcta", y con ello quiso responder a las opiniones difundidas en días pasados en las que se alarmaba sobre "situación de emergencia forestal", "sequía", "muertes de cientos y miles de árboles", "decaimiento general"* en el Parque Natural Sierra de Baza.
Según la delegada, estas opiniones fueron vertidas "sin fundamento técnico ni rigor científico", indicando que "tales afirmaciones están lejos de la realidad, con la intención clara de provocar un clima de alarma social que no se ajusta con la realidad, fruto de una distorsión de distintas noticias aparecidas en los medios".
En cuanto a la opinión sobre la existencia de sequía, comenta que "actualmente no existe una situación de sequía declarada en ningún punto de la península y consecuentemente tampoco en el entorno del Parque Natural. Pese a que las precipitaciones de este año hidrológico estén por debajo de la media, los valores entran dentro de lo que se considera habitual del clima Mediterráneo semiárido. Considerando que la climatología es variable en el tiempo, el fenómeno de sequía se produce cuando acumulamos un determinado número de años consecutivos con escasas precipitaciones, no dándose estas circunstancias en este momento".