Repaso 2013 del Granada CF: De la mano de Alcaraz llegó la salvación
El 2 de febrero del año 2013, Lucas Alcaraz regresó al banquillo del Granada CF, más de una década después de dirigir al equipo de su tierra en las profundidades de las categorías no profesionales del fútbol español. Además, lo hizo a lo grande: El técnico nazarí debutó con el conjunto rojiblanco en su duelo de Liga ante el Real Madrid de Mourinho, en un encuentro en el que el cuadro visitante era claro favorito para llevarse los puntos de Los Cármenes.
Sin embargo, aquel día sucedió algo insólito: El Granada CF, sólido en defensa y acompañado por la indolencia del Real Madrid, ganó por un gol a cero sin lanzar una sola vez a puerta. El único tiro entre los tres palos de Diego López lo realizó el astro portugués Cristiano Ronaldo, que, en el minuto 22 de partido cabeceó un córner botado por Nolito hacia la red de su propia meta.
Con aquel triunfo, Alcaraz y sus hombres evitaban caer en el descenso, en un duelo que supuso también el debut de Diego Buonanotte con los rojiblancos. El argentino llegó del 'EuroMálaga' para reforzar la parcela ofensiva del cuadro nazarí.
A la semana siguiente, y henchidos de moral tras tumbar al todopoderoso Real Madrid, los rojiblancos lograron la mayor goleada a domicilio de la temporada, en un partido que supuso la tumba de Domingos Paciencia al frente de la nave del Deportivo de la Coruña. Los de Alcaraz vencieron por 0-3 gracias a los goles de Marchena en propia puerta, Ighalo y Siqueira.
Así las cosas, el Granada se las prometía muy felices de cara a la segunda vuelta. Los refuerzos y el revulsivo de la llegada de Alcaraz al banquillo parecían haber supuesto una entrada de aire en los maltrechos pulmones rojiblancos, pero, en A Coruña, se iban a terminar las sonrisas por una buena temporada.
En el partido posterior, los granadinistas cedieron ante el poderío del líder y cayeron (1-2) ante el FC Barcelona. La derrota entraba dentro de los planes, pero no así que, a ese partido, le siguieran otros ocho sin conocer el triunfo. El conjunto rojiblanco acumuló una racha de seis derrotas y tres empates tras su victoria en Galicia, y se plantó en la jornada 33 con solo dos puntos de ventaja sobre el descenso y con cuatro más que el colista: el Mallorca.
Sin embargo, la reacción llegaría a tiempo. En el último partido de abril, el Granada CF se impuso en Cornellá al Espanyol (0-1) con un gran gol de falta de Nolito. Los nazaríes, que habían caído a los puestos de descenso tras los triunfos del Celta y del Zaragoza, recuperaban puntos y sensaciones.
La película se repitió a la semana siguiente en el Nuevo Los Cármenes.En aquella tarde, ante el Málaga, un centro de Brahimi, prolongado con la puntera por Ighalo, le daba el triunfo a un conjunto rojiblanco que, de estar con el agua al cuello, veía cómo la salvación quedaba encarrilada gracias a dos victorias por la mínima.
Posteriormente, tras un gran empate a dos en Anoeta, ante una Real Sociedad que se encontraba inmersa en la pelea por jugar la Champions, el Granada certificó, casi de forma matemática, su permanencia con un cómodo triunfo en casa ante el Atlético Osasuna. Los goles de El Arabi, Siqueira y Buonanotte hicieron de Los Cármenes una fiesta antes de que, ya en la penúltima jornada, y, pese a perder en Valencia, el Granada CF confirmara su presencia, un año más, en Primera División.
De este modo, se puede concluir que los de Alcaraz reaccionaron a tiempo y lograron ciertas victorias determinantes que le permitieron escapar de la quema. Una temporada más, el Granada seguiría en la élite.