"Si los estudiantes se alquilan un piso para hacer fiestas, las restricciones no sirven de nada"
Los directores de las residencias universitarias de Granada reclaman más información por parte de la Universidad de Granada y de la Junta
El colectivo universitario de Granada está en el ojo de mira de las autoridades sanitarias. Todo apunta a que el aumento de los contagios masivos que se están produciendo en las últimas semanas en nuestra provincia viene determinado por la vida nocturna de los jóvenes que llegaron a la ciudad a mediados de septiembre para completar o continuar sus estudios universitarios en una de las ciudades que se ha convertido con el paso de los años en referente y ejemplo de buen hacer en cuanto a la calidad de sus facultades.
Un referente que está quedando en entredicho por la "irresponsabilidad de algunos jóvenes", según denuncian desde ciertos colectivos estudiantiles, que también apuntan a que se está "criminalizando" a la juventud cuando "realmente el problema está detrás del ocio consumista y la falta de alternativas que tenemos".
En ese mismo sentido, se han referido los directores de algunas residencias privadas de estudiantes con las que ha contactado GranadaDigital, quienes consideran que "hay jóvenes que son unos inconscientes, pero la mayoría son responsables; pagan justos por pecadores", tal y como nos ha comentado Juan Miguel Sánchez, director de la Residencia Granada S.G, ubicada en el centro de la capital.
"No se puede cortar las alas a nadie. Lo único que podemos hacer es recomendarles a las que personas que viven en nuestras residencias que cumplan las normas sanitarias dentro de las instalaciones, pero no podemos controlarlos fuera. Si llega el fin de semana y deciden alquilarse un piso a través de las aplicaciones de alojamientos turísticos para juntarse allí 30 personas, ¿en qué lugar nos quedamos nosotros?", lamenta Sánchez, quien explica que en caso de que un estudiante no cumpla con el 'toque de queda' y no duerma una noche en su habitación "se informará inmediatamente a los padres porque son los que tienen la potestad de obligar a sus hijos a cumplir las normas".
Falta de información y de previsión
La mayoría de los directores de residencias se quejan de la "falta de información" que desde la Universidad de Granada (UGR) y desde la Junta de Andalucía se les ha transmitido desde que el pasado martes se anunciaran estas medidas restrictivas del colectivo universitario en Granada. De hecho, denuncian que ha habido una falta de previsión por parte de la institución académica a la hora de plantear la presencialidad de las clases. "Nos está afectando económicamente. Y no solo porque estamos al 40% de ocupación, sino porque los estudiantes vienen solo para la semana que tienen clase presencial y se marchan. Así no podemos mantener las residencias abiertas", critica Sánchez.
Y es que tanto colegios mayores como residencias universitarias están sujetos al protocolo Covid que pusieron en marcha antes del comienzo del curso académico. Una guía que contempla medidas preventivas, sanitarias y organizativas para este colectivo, que "no difieren significativamente de lo que se aplica en otros colectivos similares: turnos de comedores, instalación de mamparas, uso de mascarillas en todos los espacios comunes, utilización de dispensadores de gel hidroalcohólico, adaptación de aforos, infografías y divulgación a través de diversos medios, etcétera", tal y como reza en dicho documento, pero que ahora serán más estrictas si cabe.
De hecho, tal y como nos cuenta Belén García, directora de la residencia Loop Homes Granada, se han cancelado las visitas de familiares y amigos -hasta la semana pasada cada inquilino tenía un máximo permitido de 5 visitas-; no se pueden hacer visitas entre habitaciones, o solo puede haber una persona en el gimnasio previa cita. También se controla la temperatura de los estudiantes cada cierto tiempo, aunque, de momento, no se contempla la opción de realizarles PCR o de imponer multas económicas a los jóvenes que incumplan las recomendaciones sanitarias, tal y como plantean en otras residencias.
"Nuestra forma de trabajar es que cuando un residente comete una falta, se le pide que no lo vuelva a hacer y se informa a sus padres o tutores. Solo en caso de que esa falta sea reiterada y se convierta en grave, se plantean la expulsión", indica, quien también considera que es "muy complicado" controlar con quien se juntan los estudiantes fuera de las puertas de sus instalaciones.
Y es que, a falta de que se publique en los próximos días el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en el que se pormenoricen todas las restricciones que sufrirán los universitarios granadinos, desde las residencias y colegios mayores reclaman una reunión con Universidad, Ayuntamiento y hosteleros para plantear sus dudas y promover una serie de actuaciones en beneficio de todos los sectores implicados, ya que no confían en que las medidas implantadas por la Administración autonómica vayan a bajar el ritmo de contagios por coronavirus en Granada.