La responsabilidad de 'regalar' un animal en Navidad: "Siempre ponemos excusas para el abandono"
Ana Torres, presidenta de la asociación Conciencia Animal, rechaza que se entreguen como un presente y recuerda que son "un nuevo miembro de la familia"
La Navidad es sinónimo de familiaridad. Cada año, esta etapa trae consigo una gran cantidad de citas y reencuentros. La agenda siempre puede estar cargada, pero lo más importante es reunirse con seres queridos. No se sientan en la mesa, pero los animales domésticos son un miembro más de sus familias. En época navideña, muchos hogares suman a un perro o un gato, pues la ilusión de su compañía los convierte en ocasiones en un regalo, aunque no pueda esperar debajo de un árbol. Regalar un animal implica mucho más que una prenda, pues conlleva una gran responsabilidad que debe ser asumida. Dos de cada diez perros se adoptan en vísperas de Navidad, según datos de la Fundación Affinity difundidos por la Real Sociedad Canina de España.
El primer fallo está en emplear el verbo 'regalar'. Así lo asegura Ana Torres, presidenta y fundadora de la asociación granadina Conciencia Animal: “Regalar está mal dicho. Yo no regalo seres vivos. Se da en adopción con las consecuencias hasta el día que se muera”.
Uno de los escenarios habituales en estas fechas tiene como epicentro la ilusión de los niños, pues algunos de ellos escriben con tesón a los Reyes Magos pidiendo un animal de compañía. Ana Torres asevera que "la responsabilidad es para sus padres” porque puede darse el caso de que “los niños tienen el capricho un ratito". “Cuando uno toma la decisión de 'regalar' un animal tiene que ser consecuente. Es un nuevo miembro de la familia”, insiste.
"Tienes unas obligaciones y unos deberes"
La llegada de un animal a un hogar es la parte bonita en estos cuentos, pero en algunos casos el final no es feliz. “Siempre ponemos 1.000 excusas para el abandono”, lamenta Ana Torres, quien ha tenido que escuchar argumentos como "una mudanza o un cambio de trabajo". “Tu vida puede cambiar de 20.000 formas, pero no se puede ser irresponsable. Nadie te obliga a adoptar un animal", recalca.
Asimismo, la activista señala la falta de "calidez humana" de las personas que devuelven perros adoptados cuando se encuentran "viejos o enfermos". “No has parido al perro, pero tienes unas obligaciones y unos deberes con ese animal”, agrega.
La Real Sociedad Canina de España denuncia que "esta realidad resulta todavía más crítica cuando se une a la cifra de abandonos que se producen justo inmediatamente después de la Navidad". El porcentaje del mes de enero alcanza el 9,1%, el pico más alto del año según la organización, que detalla que "los problemas de comportamiento del animal están detrás de dos de cada diez casos".
"La Ley de Bienestar Animal me parece una broma”
La propia Real Sociedad Canina de España señala que los abandonos posteriores a la Navidad se enfrentarán por primera vez a la Ley de Bienestar Animal como infracciones graves con multas de entre 10.000 y 50.000 euros. La nueva normativa entró en vigor en septiembre, pero la fe de Ana en ella es nula.
La fundadora de Conciencia Animal afirma que “este año está habiendo un abandono brutal todos los días”, el mayor que ella ha visto en sus ocho años rescatando animales. “Ya no es solo en verano”, añade. Asimismo, manifiesta con ironía que "la nueva Ley de Bienestar Animal que tanto nos ha ayudado” ha generado "miedo" de la gente a medidas como el archiconocido curso que ella misma califica como inviable a la hora de convertir esa idea en algo obligatorio.
"Sigue habiendo criaderos ilegales o 'juntaperros' que publican en redes 'busco novia para mi perro'", expresa indignada Ana. "La Ley de Bienestar Animal no toca a los perros de caza y ahora la gran parte de los cachorros son de perros cazadores como los podencos", expone. Además, incide en que “lo de la Ley de Bienestar Animal me parece una broma”. Una de sus grandes preocupaciones es que siga habiendo tantos cachorros abandonados a pesar de la labor de castración que llevan a cabo algunas clínicas.
El desolador panorama que viven a diario en Conciencia Animal Granada con numerosos avisos diarios lleva a la activista a reclamar más "sanciones", pues sostiene que habría menos abandonos porque "a la gente le duele el bolsillo".
Por último, Ana apuesta por una educación basada en la conciencia en los colegios y un cambio de mentalidad para que la sociedad entienda los beneficios de la castración y el "montón de peligros en la calle" que sufren los animales que no tienen un hogar. Las familias granadinas que sumen un miembro peludo estas fiestas deberán hacerlo con la responsabilidad de aquella campaña que apelaba al 'él no lo haría'.