Resumen semanal | La guerra vista con diferentes enfoques

Por segunda semana consecutiva, Ucrania vuelve acaparar el foco principal de la actualidad informativa. Y parece que, por desgracia, así será al menos durante un tiempo. La invasión rusa conlleva consecuencias catastróficas para el pueblo ucraniano dentro y fuera de sus fronteras. Por eso, desde Granada ya se están organizando los primeros envíos de ayuda humanitaria. Instituciones, asociaciones, clubes deportivos, parroquias y gente a título individual se organizan de la manera que mejor pueden para enviar alimentos y medicinas al país del Este de Europa. Granada está completamente volcada en su afán de ayudar.

La mayoría de esas remesas se coordinan a través de las comunidades de ucranianos residentes en la provincia, pero no todos los que las componen siguen en suelo español. A Ivan Tsomko, por ejemplo, la guerra le sorprendió de vacaciones Ivano-Frankivsk, su ciudad natal. Sentía que tenía que estar con sus abuelos, por lo que decidió quedarse. Y lo que es más, tiene claro que si encuentra a quien los cuide, se irá al frente a luchar contra Putin. Las tropas rusas ya han tomado la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, mientras que ambos países han acordado el establecimiento de corredores humanitarios para salvar todas las vidas posibles.

La crisis derivada de la guerra en Ucrania comienza a notarse ya en la economía del resto de Europa. Lo avanzó Pedro Sánchez y lo van confirmando los bolsillos de los ciudadanos de a pie. Si el coronavirus ya ha demostrado que los modelos productivos tendrán que adaptarse a los imprevistos del tiempo que le ha tocado vivir a esta generación, el conflicto volverá a examinar al mundo empresarial en todos los sectores, aunque serán las importaciones y las exportaciones las que más lo noten. En este sentido, Europa, que está sancionando con dureza a Rusia, busca reforzar sus lazos internos y una de las estrategias prioritarias es la nueva PAC. Sobre ello se debatió en el cuarto foro de GranadaConectada, que salió por segunda vez de la capital para llevar este ciclo de encuentros hasta Motril. La provincia necesita encontrar esas nuevas salidas que sirvan para espolear su economía. Salidas como el convertirse en la capital nacional de la inteligencia artificial, pero antes debería atender otras asignaturas pendientes mucho más urgentes. La primera, acabar con la deningrante situación de los vecinos de la zona Norte, que han vuelto a sufrir nuevos cortes de luz masivos esta semana.

Tampoco son alentadores los datos del paro acumulado. La provincia registró por segundo mes consecutivo un aumento de la población desempleada. Las cifras, no obstante, siguen siendo buenas en comparación incluso a los indicadores prepandemia. Menos acuciante, aunque también necesaria, es la concienciación respecto a la protección del patrimonio. En la calle Primavera, las ruinas romanas que pretendían convertirse en un reclamo turístico más de la ciudad están completamente abandonadas. Al punto de que los dueños de los perros dejan que sus mascotas hagan allí sus necesidades teniendo… ¡un 'pipican' a 20 metros! A ver si aprenden de modelos medioambientales como el que pretende implantarse en Las Gabias, que ya plantea instalar los famosos contenedores marrones para residuos orgánicos.

Donde también hay un buen revuelo montado es en el Partido Popular. El XX Congreso Nacional deberá desatascar las rencillas que han abierto en canal Génova. Granada estará representada por 74 compromisarios en la trascendental cita de Madrid. Por cierto, que toda la provincia ha entrado esta semana en el nivel 1 de alerta por coronavirus, que entre unas cosas y otras la pandemia parece cosa ya del pasado. En cualquier caso, el status quo vigente hasta el momento ya permitía hacer visitas a lugares de concurrencia como los espacios que forman la conocida como ruta de la Dobla de Oro. De la época de Al-Andalus ha heredado Granada un patrimonio material sin parangón que culmina en la Alhambra. Y también a los musulmanes podríamos deberles otro inmaterial como es el flamenco. Y la gran cita que Granada tiene cada año con la cultura, el Festival de Música y Danza, ha llenado de 'duende' la programación de su 71 edición, coincidiendo con el centenario del Concurso de Cante Jondo de 1922. Otro festival, En Órbita, ha desvelado los artistas que actuarán cada día.

Y en deportes, una de cal y otra de arena; pese a que nunca quedó del todo claro cuál de los dos componentes de esta expresión representaba lo bueno y cuál lo malo. En cualquier caso, el ejemplo positivo lo representa la trayectoria de José Manuel Ruiz Reyes. El palista accitano fue el único granadino condecorado con una de las Banderas de Andalucía, que se otorgaron el pasado domingo en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. El contrapunto lo ofreció el ‘aficionado’ que hizo gestos racistas contra el jugador del Cádiz Carlos Akapo en el derbi 'a vida o muerte' que enfrentó a ambos equipos en Los Cármenes. El Granada ofreció una penosa imagen pero al menos no cayó derrotado pese a jugar una hora con diez. El individuo en cuestión ya ha sido identificado y expulsado del club en el que jugaba, el CD Santa Fe. En medio de la tormenta, ha sido uno de los de la vieja guardia, Quini, quien ha salido a dar la cara. Mucho mejor le va al Covirán. Tras fichar a Ramón Vilà, cuya primera entrevista como rojinegro se produjo en el espacio El Quinto Cuarto de Ainoa Morano, el equipo ya tiene asegurada su presencia en la Copa Princesa en el WiZink Center de Madrid frente al Estudiantes después del inesperado traspiés de Lleida en Mallorca. Cosas del deporte y contradicciones de la vida.