Los retos que afrontará el nuevo primer edil

Granada iniciará este miércoles una nueva etapa política, de la cual todavía queda por conocer su líder y su camino. Tras la multitud de episodios vividos durante el último mes en torno a la crisis institucional vivida en el Ayuntamiento, en esta jornada se conocerá por fin quien es el nuevo alcalde de Granada. El mandatario que salga elegido del pleno de este miércoles afrontará varios retos, entre los que se encuentra devolver la estabilidad perdida al Consistorio, que debe encarar asuntos de importancia como la llegada de los fondos 'Next Generation' o trabajar para la llegada de un escenario en el que el Covid-19 sea menos protagonista de las decisiones políticas.

Estabilidad

La palabra 'estabilidad' haya sido posiblemente una de las más repetidas desde que la crisis del pacto del '2 más 2' estalló. Desde todas las formaciones presentes en el Ayuntamiento se ha pronunciado con frecuencia este término, especialmente a la hora de defender ideas y prometer a la ciudadanía. Dotar a la institución de consistencia política es el primer paso que requiere el nuevo mandato. Las tensiones vividas entre las distintas formaciones en las últimas semanas deben quedar atrás por el bien de la ciudadanía granadina.

Los dos años de gobierno de Ciudadanos y PP con Luis Salvador como alcalde han ido acompañados de la mayor incidencia del Covid-19, que por el momento sigue condicionando la mayoría de decisiones políticas. Si el proceso de vacunación continúa avanzando como es debido esto cambiará más pronto que tarde, por lo que el nuevo alcalde tendrá que diseñar el ansiado futuro post coronavirus, en el que el aspecto económico juega un papel destacado.

Cuando se habla de dinero es importante citar a los fondos 'Next Generation', los cuales han sido también mencionados en el último mes por mandatarios que han dejado claro que Granada no puede dejar pasar el tren de esta aportación económica para las arcas municipales. Luis Salvador hizo especial hincapié en su última rueda de prensa como alcalde en que las cuentas del Consistorio se encuentran maltrechas debido a la inexistencia de remanentes. Dentro de las previsiones el turismo jugará un papel fundamental, donde se deben acometer todavía actuaciones pertenecientes al Plan Alhambra. También debe entrar en juego más pronto que tarde la ampliación del metro, cuyas miras están enfocadas en primer lugar a localidades del área metropolitana.

El pasado año, se aprobaron unos nuevos presupuestos para Granada, algo que en su momento pareció un hito debido a la dificultad que acarreó. Buscar mayor consenso entre todas las formaciones a la hora de elaborar planes económicos debe ser algo obligatorio en cualquier agenda.

Dentro del apartado económico entra también la labor social de la institución, que tendrá el desafío de aportar medidas sociales para ayudar a las familias más perjudicadas por la crisis derivada del Covid-19, que no ha hecho otra cosa que agravar la situación de muchas personas. Dentro de las acciones sociales se encuentra también atajar de una vez por todas los problemas de los cortes de luz, cuya mayor incidencia se produce en la Zona Norte de la ciudad.

Capitalidad cultural en 2031

Uno de los objetivos más ambiciosos a largo plazo es convertir a Granada en la Capital Europea de la Cultura en 2031. La ciudad lleva ya años integrada en este proyecto para el que se requieren acciones continuas de cara a alimentar la candidatura.

Sostenibilidad

Una de las grandes cuentas pendientes de Granada es reducir la contaminación. Ser la tercera ciudad más contaminada de España tras Madrid y Barcelona es un problema que requiere de medidas de peso. Paco Cuenca, principal candidato a recuperar este miércoles el sillón de alcalde, ha criticado en numerosas ocasiones la labor del equipo de gobierno formado por PP y Ciudadanos. El socialista ha denunciado en varias ocasiones la tala de árboles en barrios mientras hablaba del proyecto del anillo verde, del cual se deberá conocer su continuidad si finalmente no toman el mando naranjas o celestes.

Estos son algunos de los puntos más importantes de una agenda que estará marcada por la progresión de la pandemia, cuyo desenlace pondrá más que nunca sobre la mesa la inversión en sanidad, un servicio público muy maltratado del que las instituciones no deben olvidarse.