Retos de la Agenda 2030
El lunes 28 de octubre en Ginebra nos reuniremos mujeres de diferentes colectivos sociales para examinar los logros y fracasos de la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción “Beijing +25”. Además, debatiremos las nuevas cuestiones y prioridades futuras de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible desde una Perspectiva de Género. Tras esa intensa jornada que nos espera, los dos siguientes días les tocará a los diferentes Estados e instituciones hacer lo mismo.
En marzo de 2020 se celebran los 25 años de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. En Beijing, los diferentes Estados se comprometieron a realizar acciones y políticas para la promoción de los objetivos de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres consagrados en la Plataforma de Acción de Beijing y la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En estos años, la aplicación de políticas de género a nivel nacional, regional o municipal ha sido dispar dependiendo del grado de concienciación de la brecha e implicación de los diferentes Gobiernos en la adquisición de la Igualdad real entre mujeres y hombres.
De hecho, en nuestro propio país lo hemos podido comprobar. Mientras que con ciertos Gobiernos del Partido Popular se daban pasos hacia atrás de los derechos conseguidos para la igualdad entre mujeres y hombres, con la derogación de ciertas leyes fundamentales, con Gobiernos socialistas se legislaba para conseguir los principales avances para la aplicación real de políticas de género que empoderaban a toda la ciudadanía.
Sin embargo, nos queda mucho trabajo por hacer y los informes de la ONU Mujeres nos muestran que estamos todavía lejos de conseguir una igualdad real. Además, los nuevos retos de la sociedad globalizada en la que vivimos y el Cambio Climático nos revelan nuevos escenarios no contemplados en 1995.
En estos 25 años los gobiernos socialistas, tanto a nivel estatal como regional, han legislado con perspectiva de género y con un fuerte compromiso a aquello pactado en Beijing. No obstante, las mujeres necesitamos más políticas firmes que no deben prorrogarse más. También las actitudes reaccionarias, retrogradas y patriarcales de cierta oposición han dificultado el avance de nuestro Estado hacia una sociedad más plural e igualitaria.
El próximo 10 de noviembre volvemos a jugarnos el futuro de nuestro Gobierno, y por ende, la aplicación o no de aquello que se debata y decida para la Agenda 2030. La ciudadanía se encuentra hastiada de los procesos electorales, algo que es totalmente comprensible, pero las mujeres, y también los hombres, debemos seguir luchando por la equiparación de derechos, por un desarrollo inclusivo y una prosperidad compartida, por la erradicación y lucha de la violencia de género, por la protección social de las personas más vulnerables, por sociedades inclusivas e igualitarias, por la conservación ambiental y la lucha por el Cambio Climático, así como por un largo etcétera de prioridades y desafíos para los próximos años.
No todos los partidos políticos son iguales, y sabemos que quiénes repiten ese mantra buscan la desmovilización de la izquierda, siempre más críticas con los partidos más cercanos a sus ideas. En estas nuevas elecciones debemos apostar por un futuro más sostenible e igualitario donde se implementen políticas con perspectiva de género.
No solo debemos escuchar a los líderes de los diferentes partidos políticos, sino que debemos recordar quiénes han legislado en Igualdad y aquellos que abiertamente se definen como partidos feministas, sin ningún tipo de adjetivo calificativo.