El rhythm & blues honesto y atemporal de J Teixi Band llega a Granada

En los tiempos de esa movida de la que tantísimo se ha hablado (hasta el hartazgo, reconozcámoslo) hubo grupos tan honestos, tan talentosos y tan brillantes como los que ahora recuerda todo el mundo. Además de esas canciones que ahora tararean casi todos los cincuentones mientras dicen a quienes les quieren escuchar que los de los ochenta sí que era música, existían otras que eran, por lo menos, igual de buenas. Como las que hacían Mermelada, sin ir más lejos.

Mermelada (inicialmente Mermelada de lentejas, menos mal que después se quitaron el apósito) tuvieron incluso su momento. Su álbum de debú, Coge el tren, y la canción que le dio título, gozaron de cierta popularidad y se colaron en las listas de éxito. Incluso se pudo ver a la banda en grandes escenarios, como aquel recordado rockódromo de Madrid, en festivales multitudinarios.

Pero Mermelada iba a otro rollo y su estilo, que bebía sobre todo del rhythm & blues grasiento, de clásicos negros como Howlin' Wolf o de émulos más pálidos como Dr. Feelgood, no pegaba mucho en esa suerte de fiesta continua y loca que había alrededor.

Mermelada lo siguió intentando un tiempo pero terminó dejando de funcionar como grupo a finales de los noventa Ahora, por cierto, se publica un doble elepé que recopila algunos de los mejores trallazos de su discografía. Su título, Memorias de un tren.

Sin embargo, su guitarrista y líder, Javier Teixidor, no quiso arrojar la toalla. Acompañado por el bajista de la banda original, Daniel Montemayor, montó en el último año del antiguo siglo un nuevo combo al que se incorporó un integrante de otro grupo muy reivindicable, Los Elegantes. Se trata de Emilio Galiacho, que se ocupa desde entonces de los teclados. Antonio Melgar se hizo cargo de las baquetas pero año después fue suplido por otro ex de Los Elegantes, Charly Hens. Ese cuarteto responde al nombre de J Teixi Band y el próximo 27 de febrero se deja caer por el Booga Club de Granada para presentar su decimosegundo trabajo, la compilación Letra y música.

Doce discos, se dice pronto. Una larga travesía en la que Teixi y los suyos han grabado para compañías grandes y pequeñas, en la que han tocado en sitios buenos pero también en garitos olvidables. En todos han hecho lo que mejor saben: música directa, sencilla y pasional en la que hay blues, hay soul, hay rock y, sobre todo, hay sinceridad, sudor y compromiso con una causa, la suya.

Buenos compositores y también estupendos adaptadores de clásicos (su versión del A certain girl de Allen Toussaint es memorable, por ejemplo), Javier Teixidó y sus compañeros de viaje no van a conseguir ya a estas alturas el éxito masivo. Ni lo buscan ni probablemente les importa. Y a quienes vayan a verlos, seguro que tampoco.