De Ricky Rubio a la permanencia, la historia del baloncesto granadino con el Joventut

El Covirán Granada buscará ante la Penya igualar su mejor registro de victorias, conseguido, precisamente, ante los verdinegros

Coviran Granada Club Joventut Badalona
Ante Tomic y David Iriarte durante el partido de la primera permanencia en la ACB | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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Pensar en el Joventut Badalona es recordar uno de los momentos dorados en la historia del baloncesto granadino. Allá por el 24 de mayo de 2023, el Palacio de Deportes acogía uno de esos encuentros que quedarían grabados para siempre en la memoria de la afición rojinegra. 

La Penya fue el invitado estrella de una noche de ensueño. Un villano que debía existir para que la película tuviese sentido. El Covirán Granada se jugaba a una sola moneda su estadía en la ACB. La única variante posible para que el sueño continuase un año más pasaba por vencer al plantel dirigido en aquel momento por Carles Durán y mirar de reojo a lo que sucedía en el Wizink Center, pues el Real Betis debía perder.

La historia es ya más que conocida. La reacción de Nigel William-Goss, hijo predilecto de Granada para muchos desde aquel día, para ganar al Betis aun sigue en la memoria, un invitado especial para hacer que la historia del Covirán Granada con el Joventut Badalona quede para siempre ligada. Tampoco se olvida aquella canasta incomprensiblemente fallada por Ante Tomic bajo aros la pasada campaña, error que contribuyó a la posterior victoria rojinegra. Eso sí, los más jóvenes deben saber que este solo fue el último capítulo de una historia para recordar entre el baloncesto granadino y el badalonés.

El Palacio de Deportes ha sido el escenario de momentos que, con el paso del tiempo, serían claves en la historia reciente de nuestro baloncesto. Corría el 15 de octubre de 2005 cuando el pabellón del Zaidín albergaba un Granada-Joventut que, varios años más tarde, se vería como el debut de una de las mayores leyendas del baloncesto español. Aquel día, Aíto García Reneses, que ocupaba el banquillo verdinegro, dio entrada a la pista del Palacio a un jovencísimo Rícky Rubio. El base disputó su primer partido de ACB en tierras granadinas. Tan solo jugó cinco minutos y cinco segundos en los que anotó dos puntos, dio una asistencia y robó dos balones. Una actuación que solo fue el primer capítulo de una historia de éxito, una primera puesta en escena que marcaría un récord que permaneció en su poder hasta la temporada 20/21. Ricky Rubio fue el jugador más joven en debutar en la ACB con 14 años, 11 meses y 24 días. Este récord queda ahora en poder de Bassala Bagayoko que se estrenó en la Liga Endesa con 14 años, siete meses y 15 días.

En aquellos años, otro jovencísimo jugador del conjunto verdinegro acabaría teniendo una relación aun más especial con el Palacio de Deportes y con el baloncesto granadino. Mientras Ricky Rubio debutaba en la ACB, en las categorías inferiores del Joventut emergía un nombre que, años después, se haría un hueco muy importante en el baloncesto nacional y en el de la ciudad de la Alhambra. Pere Tomàs también forma parte de esta vinculación con el Joventut. El actual capitán del Covirán Granada se formó en la cantera de la Penya y visitó su elástica en la ACB desde la temporada 2008-2009 hasta 2013, cinco años en los que llegó a hacerse con una Copa del Rey.

David Iriarte ha sido otro de los nombres propios del Covirán Granada que cuenta con pasado verdinegro. El excapitán rojinegro y embajador del club comenzó su andadura baloncestística en el BC De la Cruz, pasado por el BC La Salle para acabar en el Joventut en la edad cadete hasta la categoría junior.

La historia del baloncesto granadino y la Penya, por suerte, es un romance hasta el momento pues en la actualidad el plantel catalán no sabe lo que es ganar en el Palacio ante el Covirán. Este domingo se abre un nuevo capítulo que bien puede volver a marcar otro hito para la historia. Si el triunfo vuelve a quedar en tierras granadinas, los rojinegros igualarían su mejor racha de victorias en la ACB, tres partidos ganados de forma consecutiva, un registro que se consiguió en la primera temporada de los de Pablo Pin en la Liga Endesa, siendo el último triunfo, precisamente, ante Joventut.







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