Roofing: La peligrosa moda de hacer fotos a gran altura
Es practicada por jóvenes en la veintena que lo único que buscan es destacar en redes sociales como Instagram o Facebook
El pasado domingo, la policía de Nueva York arrestó a un chico de 24 años después de que se subiera a un cable del puente de Brooklyn con el único objetivo de sacarse una foto o incluso un 'selfie' desde las alturas. Este no es un caso aislado ya que en los últimos meses ha empezado a abundar este tipo de autofotos extremas en las redes sociales en las que los jóvenes se suben a los rascacielos más altos sin tener en cuenta los riesgos que esta práctica puede acarrear.
Esta moda, llamada 'skywalking' o 'roofing' es practicada por jóvenes en la veintena que lo único que buscan es destacar en redes sociales como Instagram o Facebook. En su mayoría, se trata de chavales rusos que escogen edificios emblemáticos de gran altura como la Sagrada Familia en Barcelona o las pirámides de Guiza en Egipto.
Kirill Oreshkin es un moscovita que se dedica a hacer 'roofing' para conseguir espectaculares instantáneas que luego cuelga en su perfil de Facebook. Entre sus fotos, podemos ver que Oreshkin ha escalado la antigua torre de radio de la ciudad rusa de Elektrostal, que se eleva 215 metros por encima del suelo.
Otro compatriota suyo, Vadim Mahora, se subió el pasado mes de febrero a la estructura metálica situada encima de la torre de Shanghai a 650 metros de altura, incluso por encima de las nubes que salpicaban el cielo de la ciudad.
Cabe destacar que el 'roofing' se hace prácticamente a pelo, como dirían los escaladores profesionales (los que escalan paredes de roca), es decir, suben sin ningún tipo de sujeción aparte de la provista por sus propios brazos.
En muchas ocasiones, los practicantes de esta peligrosa moda no dicen explícitamente qué edificio han escalado e incluso llegan a colgar las 'selfies' un tiempo más tarde para evitar multas por escalar sin permiso que, por ejemplo, en la ciudad de Madrid oscilan entre 1.001 y 30.000 euros, dependiendo del tipo de edificio y del riesgo que haya supuesto.
Pero si hay una ciudad en la que abundan las 'selfies' extremas es en Nueva Yorky el monumento escogido mayoritariamente es el puente de Brooklyn del que se pueden ver instantáneas desde todos los ángulos del puente, incluso desde las torres que soportan el peso de la estructura, eso sí, sin haber utilizado las escalaras para subir y dejando en entredicho las capacidades de los cuerpos de policía, quienes en muchos casos no pueden hacer más que esperar a que el individuo se baje de las alturas para poder detenerle y multarle con sus 5.000 dólares correspondientes.