Una ruta por la Dehesa del Camarate, el ‘bosque encantado’ de Sierra Nevada
Este bello lugar se encuentra en el término municipal de Lugros y cuenta con una biodiversidad botánica muy bien conservada
María José Ramírez
La Dehesa del Camarate, en el término municipal de Lugros, es uno de los lugares más bellos del Parque Nacional de Sierra Nevada. Pasear por ella permite descubrir uno de los mejores bosques mixtos que mejor se conservan en toda Andalucía. El Ayuntamiento de Lugros, en colaboración con el Parque Nacional de Sierra Nevada, regulan el acceso a la Dehesa del Camarate este otoño y han puesto en marcha una ruta de senderismo gratuita para que tanto senderistas granadinos como de otras provincias puedan disfrutar del recorrido por el llamado ‘bosque encantado’.
Para realizar la ruta por la Dehesa del Camarate durante los fines de semana o festivos es necesario inscribirse previamente. Si se hace de lunes a viernes, el pase es libre. La ruta estará disponible hasta el 8 de diciembre y para cada día hay 575 plazas gratuitas habilitadas.
Los senderistas que acudan a la ruta de la Dehesa del Camarate deberán ir con su documentación identificativa a la entrada de la finca, para que los guardas del Parque puedan comprobar que están autorizados para realizar la visita. Además, los senderistas deberán cumplir una serie de normas como no salirse de la pista forestal ni entrar en fincas privadas. El Ayuntamiento de Lugros también destaca que los senderistas serán “responsables de cualquier incidencia que les ocurra”.
Los vecinos de Lugros piden a todos los senderistas que acudan a realizar la ruta de la Dehesa del Camarate que, al finalizar la misma, “se tomen una cerveza, un refresco o que compren algunos de los productos como pan o vino”, ya que así contribuirán con el pueblo, que se encuentra en riesgo de despoblación, como tantos otros pequeños municipios. “Si desaparecemos nosotros, desaparece el Camarate”, apuntan.
En el bosque húmedo de la Dehesa del Camarate se puede encontrar árboles como castaños, arces, robles, cerezos silvestres, serbales, quejigos, fresnos, majuelos, tejos… También plantas llamativas como las rosas silvestres. Una biodiversidad botánica que lo convierten en el bosque caducifolio más rico y mejor conservado en Andalucía Oriental. Ahora en otoño, los tonos ocres, amarillos y rojos de los árboles del bosque le dan un bello aspecto a este paraje.
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