Las diez mejores rutas de otoño en Granada
La provincia ofrece numerosos recorridos y senderos con paisajes idílicos perfectos para hacer en esta estación
Entre las maravillas que esconde la provincia de Granada, las rutas de otoño son perfectas para pasar un día de senderismo en familia, con tus amigos o con tu pareja, pues hay muchos maravillosos paisajes que ofrece cada rincón. Te presentamos diez de las mejores rutas para hacer en esta época del año en la que el frío y la lluvia empiezan a ser los protagonistas. Y se pueden encontrar en diferentes puntos de la provincia granadina.
Ruta de los Cahorros
A solo 20 minutos de Granada, Los Cahorros de Monachil es uno de los parajes más populares de la provincia. Una zona de media montaña de materiales calizos donde la altitud da lugar a una vegetación de arbustos que convive con las plantas de ribera de río como las mimbres, los álamos, los juncos y el espartal. Lo que esto determina la fauna rica en aves, anfibios y mamíferos como el jabalí y poblaciones de cabra montés. Este lugar es perfecto para realizar actividades al aire libre como rutas de senderismo, rappel o barranquismo, tanto para ir por libre, como con amigos o familia.
La ruta de los Cahorros transcurre por puentes colgantes y caídas de agua que proceden de Sierra nevada. Es el sendero más divertido para pasar media jornada y sentirte un completo 'Indiana Jones'. Comienza en el casco urbano de Monachil y se puede dejar el coche junto al río o llegar hasta el pueblo desde Granada en el autobús metropolitano 183, que sale del Paseo de los Basilios. Cruzando el río por un puente se toma a la derecha un camino, primero asfaltado, que asciende entre fincas de cerezos y otros frutales, cruza delante del hotel rural 'La Almunia del Valle' y llega hasta el 'Cortijo de la Umbría'.
El sendero desciende hasta el río y permite disfrutar de los asombrosos tajos verticales, los angostos pasos de piedra y la riqueza ecológica del entorno. Continúa por el desfiladero, en la margen izquierda del río; la vía al ser tan estrecha, obliga a agacharse o a transitar a gatas por algunos tramos. La ruta de los Cahorros es perfecta para gente aventurera con ganas de acción. Una conducción de agua atraviesa el Túnel de las Palomas, que une las dos paredes del desfiladero formando una cueva natural con varías vías de escalada.
El puente más largo de los Cahorros tiene 63 metros y se instaló por primera vez hace cien años. Aunque este sendero tiene tramos complicados, es apto para cualquier persona, nada largo y ofrece a la vista unas imágenes muy bonitas.
La Cerrada del Castril
Este paseo es perfecto para hacer en familia: la Cerrada del Castril. La mayoría del paisaje discurre por una pasarela de madera sobre el río Castril, un túnel y un puente colgante. La belleza del paisaje natural se encuentra integrada con la estructura urbana de la población de Castril. El pueblo que nació ligado a su río ha ido creciendo paralelamente al caudal de su mayor fuente de ingresos: el Parque Natural Sierra de Castril.
La ruta desciende al río desde el centro del pueblo hasta la antigua central eléctrica. A partir de aquí, el paraje es de excepcional belleza y la sensación de contacto con el río resulta muy estimulante. El camino está formado por una pasarela sobre antiguas traviesas de ferrocarril empotradas sobre la pared rocosa. Aunque las medidas de seguridad son razonables, deben tomarse ciertas precauciones con niños para evitar caídas o accidentes. El sendero de la Cerrada de Castril también se compone de puentes colgantes y saltos de agua. El último tramo de la ruta es el único que entraña alguna dificultad para el caminante.
La ruta del Mamut
Esta ruta se encuentra en Padul y es ideal para toda la familia. Si lo que quieres es hacer senderismo de una manera divertida y amena, este es un lugar muy acertado. La ruta del Mamut es la perfecta estrategia turística para atraer el interés histórico de los más pequeños. El paraje se encuentra en el Humedal de Padul, a menos de 20 kilómetros de Granada capital. Este espacio es una reserva natural protegida por el Parque Nacional de Sierra Nevada y declarado zona de especial protección para las Aves (ZEPA).
La ruta del Mamut es una ruta circular de 8,3 km de distancia, fácil, accesible y cómoda para hacer con los niños. Este sendero tiene como punto de inicio y final los Jardines de la Estación de tren, en el casco urbano de Padul, que tras un breve recorrido urbano nos adentra en plena naturaleza. La ruta recorre el Humedal de Padul pasando por un sendero de madera hasta llegar al Aula de la Naturaleza del Aguadero, donde nos encontraremos por el camino varios miradores y zonas de descanso. Al final del recorrido nos sorprenderán unas esculturas de un mamut lanudo y un tigre de dientes de sable, realizadas por el artista José Vera Ruiz.
La ruta del Tajo de Alhama
El tajo de Alhama es de las rutas más conocidas para hacer en la estación de otoño. La ruta comienza bajando unas escaleras en forma de zigzag que terminan en un río sobre el que pasa un puente de madera que hay que atravesar. Tras rodear unas curiosas formaciones rocosas se encuentran dos inmensas moles de piedra que provocan una mayor altitud al sendero, dejando debajo las escaleras. Tras pasar el tramo tan impresionante, hay que pasar por uno no tanto. Tres kilómetros de olivos y almendros que concluyen con el famoso Tajo de la Alhama de Granada rodeado de olmos amarillentos que colorean el paisaje. En la pared del Tajo, inmensa en su tamaño, se encuentra una antigua casa-refugio excavada en la piedra y la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles. La imagen se acompaña de antiguos molinos harineros a la vera del río. En esta estación, las hojas caídas de los árboles bordean el río convirtiendo el sendero en una perfecta estampa otoñal.
La Vereda de la Estrella
La Vereda de la Estrella, conocida también como 'la niña bonita de Sierra Nevada', es un recorrido en el que los senderistas pueden observar con increíble admiración los imponentes y majestuosos crestones de los picos Mulhacén, Alcazaba y Veleta. Se sitúa en la media montaña de Sierra Nevada, concretamente, ubicado en la cabecera del valle del río Genil.
La ruta de la Vereda de la Estrella puede hacerse de manera circular o lineal. El recorrido consta aproximadamente de 20 kilómetros. Cabe señalar, de entrada, que la ruta circular es mucho más dura a la hora de retornar al punto de inicio que la lineal. El recorrido circular es recomendado solamente si se es perfectamente conocedor de por dónde hay que ir. Si no se conoce la sierra, la mejor alternativa es tomar el tramo lineal. En el camino de la ruta más fácil se sitúan a los extremos los imponentes picos Alcazaba y Mulhacén. La mejor época para realizar esta ruta es en otoño, y no solo la mejor, si no también la más bonita y sorprendente. El paisaje en esta época del año juega con los colores de la vegetación producidos a consecuencia de la caía de las hojas. Además, se puede ver cómo la sierra comienza a cubrirse con su fino manto de nieve.
La Dehesa del Camarate: 'El bosque encantado'
Esta ruta por la Dehesa del Camarate, en el término municipal de Lugros, es uno de los rincones más hermosos del Parque Nacional de Sierra Nevada. Es el lugar favorito para disfrutar de la 'otoñada', un espectáculo de colores que atrae cada año a senderistas de muchas procedencias, naturalistas y fotógrafos. Se realiza una visita por la cabecera del río Alhama que te sumerge por un bosque de robles, salpicado de cerezos silvestres, arces, fresnos, mostajos, sauces y quejigos, que en otoño exhiben una variada gama de colores.
Para empezar hay que subir por un carril empedrado en el Horcajo, atravesando la zona de reserva y ganando vistas a medida que se va ascendiendo. Después de casi cinco kilómetros de recorrido, el final se encuentra en 'Tentandero', una antigua infraestructura ganadera de la finca fuera de uso.
Ruta del barranco de Poqueira
En pleno corazón de la Alpujarra, el barranco de Poqueira permite al viajero contemplar uno de los rincones más bellos de España. La salida de la ruta del barranco de Poqueira se realiza desde la plaza de la Libertad de Pampaneira. El camino asciende suavemente entre bancales de cultivo, escalonados en la ladera, salpicados por frutales y otros árboles característicos como el castaño o el moral, testigo de épocas pasadas en las que la Alpujarra destacó por su floreciente industria de la seda. En el recorrido se llega a un mirador natural situado en unas eras donde se ven las mejores panorámicas del Barranco de Poqueira. Antes de llegar al Barranco de las Rosas, el camino comienza a subir suavemente hasta Capileira, tras pasar Bubión. Luego se cruza el barranco por el Puente Abuchite y se abaja por el camino de la Atalaya de vuelta a Pampaneira, pasando junto al Centro Budista.
Ruta del Gollizno
La ruta del Gollizno es un paseo circular por la historia de la población de Moclín, desde sus cuevas con pinturas rupestres hasta su castillo y murallas. El senderismo en esta ruta permite a los visitantes observar increíbles parajes naturales, gargantas, cuevas con pinturas rupestres y hasta un castillo con murallas son algunos de los protagonistas de esta ruta. La duración de la ruta del Gollizno es de unas tres horas y media y comienza en la localidad de Olivares, atravesando un pequeño camino asfaltado en dirección al río Velillos hasta llegar a un puente colgante que hay que atravesar hasta alcanzar la Fuente de Corcuela. Cerca se encuentran las pinturas rupestres de la Corcuela.
Entre los puntos de mayor interés de la ruta del Gollizno se encuentra el Castillo de Moclín, la Cueva de Malmuerzos y la Casa del Pósito. A pesar de no presentar demasiada dificultad, el ascenso de Moclín es algo exigente para ir acompañados de niños.
Acequia del Toril y dólmenes de Alicún
Si prefieres una ruta sencilla y corta, esta es la mejor opción. La ruta empieza en Villanueva de las Torres. Situados junto al Balneario de Alicún de las Torres se encuentran los dólmenes que pueden contemplarse en el camino de este sendero.
El punto de arranque del paseo se sitúa frente al hotel Reina Isabel. Tras ascender por la carretera para tomar a pocos metros un carril de tierra, se accede a una pequeña meseta caliza con numerosos dólmenes en buen estado. Después de la bajada, la ruta transcurre junto a una extraña formación medio natural medio humana; se trata de una murallón calizo formado a lo largo del tiempo por la precipitación y la sedimentación de las sales del agua que circula con fuerza en estos parajes.
Para acabar, el viajero no puede quedarse sin visitar el balneario de Alicún de las Torres, donde podrá disfrutar de manantiales de agua con propiedades curativas.
El río Dúrcal: Cascada de los Bolos
La Cascada de los Bolos es la mejor manera de sorprenderte si quieres hacer una pequeña ruta sin tener que cansarte, ya que es una de las más cortas. Suele tardarse dos horas y media en hacerla y la subida empieza en el río, donde hay que superar cada una de las pequeñas presas que se interponen en el camino. Luego se llega a una cascada que forma una agencia márgena y que se encuentra abierta. Si se continúa subiendo la Cascada de los Bolos, veremos que el río cada vez es más rocoso y puede ser más complejo para personas que no están acostumbradas a la montaña.
En el nivel de la tercera presa puede comenzar la vuelta. El camino puede hacerse por la acequia, pero hay que tener en cuenta dos puntos importantes: uno de ellos es que algunos tramos discurren a altura elevada, por lo que no es recomendable para personas con vértigo o problemas de equilibrio; el otro es que hay un tramo donde se debe entrar por un túnel estrecho y sin luz, por donde no pasan personas grandes. Es fundamental para este recorrido un calzado con un buen agarre para no tener que lamentar resbalones.