La rutina y el control de dispositivos electrónicos favorecen un buen descanso en confinamiento
Los trastornos del sueño pueden verse favorecidos estos días por la preocupación y el exceso de información al que estamos expuestos
El confinamiento, la preocupación por la pandemia del coronavirus y la sobreinformación a la que estamos expuestos pueden favorecer los trastornos del sueño estos días. Para evitarlo, los expertos recomiendan mantener horarios estables, intentar exponernos a la luz del sol en las primeras horas del día y desconectar de los dispositivos electrónicos un par de horas antes de irse a la cama.
El sueño juega un papel fundamental en nuestra vida y, de hecho, pasamos un tercio de ella durmiendo. Durante la noche, se regenera el cuerpo y la mente; eliminamos información superflua y de esta forma conseguimos resetear nuestro cerebro. Por su parte, el sistema inmunitario, que nos defiende de las agresiones externas por diversos agentes patógenos como virus o bacterias, también queda reforzado tras un sueño reparador.
El jefe de Neurofisiología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, Alberto Galdón, ha explicado a Europa Press que en estos momentos en los que todo el mundo está sometido a un gran estrés, tanto los que permanecen confinados como los que salen a trabajar, es importante conseguir unos buenos hábitos de sueño.
Mantener en lo posible unos horarios estables para acostarse y levantarse es crucial, sobre todo para los más pequeños, aunque seamos algo más flexibles. Así, aunque no se haya pasado una noche ideal debemos intentar levantarnos a la hora que más o menos solemos hacerlo, detalla el experto.
Una vez levantados, es recomendable exponerse a la luz del sol en las primeras horas del día; salir a la terraza de la vivienda o al menos acercarse a ventanas. Desayunar mirando al sol ayudará a dormir mejor y también a mantener un estado de ánimo más estable. Si no es posible exponerse a luz natural, se puede optar por hacerlo con luz artificial lo más brillante e intensa posible en esta primera parte de la jornada.
Aunque una mala noche pueda tentarnos a echarnos una larga siesta, el jefe de Neurofisiología del Virgen de las Nieves llama a evitarlo. Lo ideal es un descanso corto, de unos 20 minutos, tras la comida.
NO DAR VUELTAS EN LA CAMA
El ejercicio físico también es un buen aliado para garantizar el descanso en estos días de confinamiento, aunque debe evitarse a última hora del día. Las cenas tardías y copiosas tampoco son aconsejables.
Por otra parte, el uso de dispositivos electrónicos emisores de luz, como móviles, tablet o videoconsolas, le dan información a nuestro cerebro de que aún no es momento de dormir. Esto puede alterar la síntesis de melatonina y, por tanto, deteriora la calidad de sueño. Lo ideal es desconectar de ellos un par de horas antes de ir a la calma y optar por otras actividades como leer o hablar con la familia.
Si pese a todo se pasa una mala noche, es preferible no quedarse en la cama dando vueltas, según detalla Galdón. "Si en unos veinte minutos no se consigue dormir es preferible levantarse y hacer una actividad que tranquilice, como leer en el sofá o escuchar música relajante". La respiración abdominal también puede ayudar si durante la noche se nota nerviosismo o cierto nivel de ansiedad.
El Servicio de Neurofisiología del Hospital Virgen de las Nieves tiene activada una consulta de sueño donde varios profesionales atienden por teléfono a la gente que lo necesite pidiendo cita a través del teléfono 958021680.