Salar espera que la polémica con las venus no afecte su nombramiento como Bien de Interés Cultural

La posible disputa vendría por la devolución de las dos venus halladas en su Villa Romana

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Villa Romana de Salar | Foto: Archivo GD
Europa Press
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El alcalde de Salar (Granada), Armando Moya, ha asegurado que espera que la polémica generada en los últimos días sobre la devolución de las dos venus halladas en su Villa Romana no afecte a la solicitud del nombramiento de este yacimiento arqueológico como Bien de Interés Cultural (BIC), petición que este lunes tendrá la Junta de Andalucía sobre la mesa.

En declaraciones a Europa Press, Moya ha señalado que esta situación "no cambia para nada" la relación con la Junta de Andalucía. "Ellos siguen colaborando con nosotros, tienen plena disposición para trabajar con Salar, así se me ha trasladado y yo eso no lo pongo en duda".

La visita que el delegado territorial de Fomento y Cultura de la Junta en Granada, Antonio Granados, tiene previsto realizar a Salar el próximo 4 de diciembre, según el alcalde, "sigue adelante".

"Él a mí me ha asegurado que la Junta sigue comprometida con la Villa Romana de Salar y que va a conseguir inversiones para el yacimiento en 2020", ha confirmado el regidor.

Según ha confirmado Moya, las venus aún no han sido devueltas al Museo Arqueológico de Granada por problemas logísticos con la empresa que se va a encargar de transportar las piezas, y prevé que sea el día 12 de diciembre la fecha en la que se produzca el traslado.

"Al ser un transporte especial, requiere ciertos detalles y un trabajo que hay que controlar y no precipitarnos, entonces hemos consensuado con la Junta que el traslado sea la segunda semana de diciembre. Tenemos la voluntad de que se entreguen y yo voy a cumplir con la ley y las voy a devolver, aunque esta ley sea injusta", ha indicado.

En este contexto, el pasado miércoles cerca de 1.000 vecinos de la localidad se manifestaron frente al Consistorio para pedir que las esculturas no abandonaran la localidad, y realizar una defensa de su patrimonio, denunciando la "injusticia" que entendían se estaba cometiendo contra ellos.

"Para mí fue emocionante ver cómo un pueblo se volcaba en la defensa de su historia, de su identidad y por unas piezas que llevan 2.000 años en el municipio. Es normal que cuando ven que las venus se tienen que marchar el pueblo se junte y luche para defender su identidad, y eso me llena de orgullo. Un pueblo que trabaja junto por un mismo fin es un pueblo que avanza y que va a seguir luchando y salir adelante", ha declarado Moya.

El alcalde espera que esas piezas puedan volver pronto a Salar, y ha asegurado que "no tiene sentido" que las venus "vayan para Granada para luego volver", y espera que las estatuas no vayan a quedarse de forma permanente en el Museo Arqueológico.

Para que se pueda producir el regreso de las venus a esta localidad del Poniente granadino, los arqueólogos y técnicos del yacimiento entregarán este lunes a la Junta de Andalucía el proyecto del nombramiento como BIC de la Villa Romana de Salar, y esperan que la institución autonómica realice este nombramiento lo más pronto posible.

Además, también trabajan en un proyecto de colección museográfica para albergar de forma permanente a las venus y todas las piezas de interés arqueológicas que vayan apareciendo durante las excavaciones, proyecto que van a presentar al delegado de Cultura en la visita del día 4 de diciembre.

En declaraciones a Europa Press, el arqueólogo jefe de la Villa Romana de Salar, Julio Román, ha confiado en que este trámite sea aprobado antes de verano de 2020, lo que permitiría una protección de los yacimientos y del entorno de la Villa, así como una salvaguarda jurídica de la misma.

"El tener concedido el BIC nos haría poder optar a unas subvenciones que son necesarias para que el Ayuntamiento no cargue con todo el peso de pagar las excavaciones, permitiría poder hacer más promoción de cara al turismo e instalando señalética en la autovía A-92, que informara de la presencia de los restos, entre otras muchas ventajas", ha asegurado Román.

La redacción del BIC fue solicitada a los técnicos del yacimiento en marzo de 2019 por parte de la Junta y fue entregada el pasado viernes. Permitiría proteger, además, un área de 500 metros aproximadamente del entorno a la villa, para así conservar el paisaje y protegerlo ante posibles construcciones y cambiar la situación de las parcelas sobre las que se articularía.

Colección museográfica en Salar

Para que las piezas encontradas en las excavaciones no tengan que recalar en el Museo Arqueológico de Granada, tal y como marca la Ley de Museos, tanto los técnicos de las excavaciones como el Ayuntamiento ya tienen preparado el proyecto de colección museográfica de la Villa Romana de Salar.

Esta variante de museo, recogida dentro del Proyecto General de Investigación 2019-2023 de la Villa Romana de Salar, ha sido elaborado por el arquitecto Antonio Redondo y se le entregará al delegado de Cultura de la Junta en Granada el próximo miércoles, para que la institución lo estudie y pueda otorgar subvenciones para su construcción.

Esta colección se situaría en el centro del municipio de Salar, en un espacio articulado en dos plantas que albergaría todos los tesoros de la Villa Romana. Con esta decisión se generaría un tránsito de visitantes entre la exposición y los yacimientos, a las afueras de la localidad, para que se produzca un mayor desembolso económico del turismo en el municipio.

Este proyecto estaría a la espera de recibir la financiación necesaria, aunque, según Román, "hay dos mecenas privados vecinos del pueblo que se ha ofrecido a subvencionar parte de las obras, y el Grupo de Desarrollo Rural del Poniente de Granada también va a poner algo de dinero", ha asegurado el arqueólogo jefe.

De esta forma, al disponer de una colección museográfica en la localidad, se contaría con los requisitos legales necesarios para que la Junta autorice la estancia de las Venus y de todos los restos que se encuentren en el municipio de forma permanente, pudiendo guardarlos de forma correcta y con la seguridad necesaria que requieren estas piezas de alto valor histórico.