‘Salud a todo Twitch’ analiza la viruela del mono, la salud emocional y la mental de los adolescentes
El programa presentado por Joan Carles March ha contado con la participación de los profesionales Pere Godoy, Mar Romera y Jaume Funes
El segundo programa de la segunda temporada de ‘Salud a Todo Twitch’ ha tratado este miércoles sobre la viruela del mono, la salud emocional y la salud mental de los adolescentes. El contenido íntegro del programa presentado por Joan Carles March puede volver a verse en YouTube y en el Facebook y en el Twitch de GranadaDigital.
En el primer bloque del programa, dedicado a la actualidad, ha participado el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Pere Godoy, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología y redactor del informe sobre viruela del mono para la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), que ha hablado de “esta zoonosis, que ha pasado de África a Europa y a Estados Unidos”. Pere Godoy ha resaltado que España es el segundo país del mundo que tiene mayores casos de viruela del mono y que la situación “no es fácil”, aunque “el nivel de crecimiento de este brote se está frenando”.
“Todos los casos hasta ahora eran importados, y ahora hay casos en Europa por cadenas autóctonas. La viruela del mono es una enfermedad que se transmite fundamentalmente por contacto y también a partir de gotas por proximidad con personas infectadas. Hasta estos momentos, se han dado los primeros casos en gente joven, con contactos sexuales. Buena parte de los casos se han dado por encuentros sexuales. Y se ha transmitido por contacto cutáneo en situación de relaciones sexuales”, ha comentado Godoy.
La viruela del mono es una enfermedad en la que “la prevención primaria es importante”, como ha destacado Godoy, quien ha apuntado que se puede “beneficiar mucho de los estudios de contacto”. “La identificación de los contactos no ha sido fácil, pero es clave para reducir de formar drástica que aparezcan nuevos casos. El estudio de contactos en Salud Pública exige una dedicación importante y recursos. La epidemiología de campo exige recursos humanos bien formados y tenemos que seguir insistiendo en que los organismos de Salud Pública tienen que pensar en reforzar unidades de estudios de contacto”, ha subrayado.
Sobre las vacunas para la viruela del mono, Godoy ha dicho que hay “menos de las necesarias” y que estás “pueden jugar un papel muy relevante”. “La mejor estrategia para reducir el riesgo es utilizar la vacuna antes de exponerse a cualquier contagio o transmisión. Las vacunas, una vez que te has expuesto, tienen un papel muy limitado. Tienen utilidad en los cuatro primeros días que te has podido exponer. La vacuna tiene unas dosis limitadas”, ha explicado. También ha resaltado que es importante que las personas con VIH las utilicen “como prevención antes de la exposición”.
La situación actual con la viruela del mono se está “frenando” según Godoy, que ha comentado que es una enfermedad “con casos que cuesta contactar con el sistema sanitario”. “Las perspectivas de futuro son que hay un riesgo de que pueda quedar como enfermedad endémica en nuestra comunidad y hemos de intentar que este riesgo al final no se confirme. La clave es perseguir las cadenas de transmisión y que se extingan”, ha indicado. También ha señalado que la conducta es fundamental y que hay que “facilitar el acceso al sistema sanitario”. “Si contactan y son diagnosticadas adecuadamente, esto facilita el estudio de contacto”, ha reiterado.
El segundo bloque de ‘Salud a todo Twitch’ ha contado con la participación de Mar Romera, pedagoga especialista en inteligencia emocional e innovación y autora de varios libros sobre la educación, la infancia y la escuela, entre ellos 'La familia, la primera escuela de las emociones'. Mar Romera ha hablado largo y tendido sobre la educación emocional. “Llevo más de dos décadas metida en un mundo de lectura, con encuentros con docentes y expertos, y la educación se debe ocupar del desarrollo integral de los pequeños, pero el curriculum ordinario y disciplinar se ha comido gran parte. Los niños están sufriendo problemas de depresiones, bullying, y ya no solo por la pandemia del Covid necesitamos hablar de educación emocional”, ha comentado.
Mar Romera ha hecho hincapié en que la educación emocional no es educación afectiva y ha contado cómo los niños han estado marcados por las restricciones de la pandemia y la han vivido “de manera muy diferente en cada caso y en cada casa”. “Para algunos ha sido una aventura, pasar más tiempo con sus padres; para otros, una manera de diferente de acometer la cotidianidad; para otros, pasar más tiempo en un lugar donde no querían estar”, ha señalado. “Hay adolescentes que no querían quitarse la mascarilla, ha sido el verdadero encierro, escondían todo tipo de identidad y todo tipo de granos. Ha sido un caldo de cultivo perfecto para el mundo virtual. Vemos a los adolescentes rodeados de iguales y seguir en conexión en lo virtual y no en lo real. Estamos más débiles que nunca quizá, menos preparados que nunca. La sociedad, en general, ha corrido tanto y al cerebro no le ha dado tiempo a adaptarse a esta realidad”, ha explicado.
Para Mar Romera, “en familias estables y amorosas, ante la incertidumbre, han sobreprotegido a los menores y no han facilitado la incorporación a una realidad desde la autonomía. La escuela debería dotarlos de estrategias para tener autonomía. Esos procesos de protección hacen que los pequeños sean débiles”. La pedadoga ha señalado también que en familias donde los pequeños están sufriendo “necesitan más ese proceso de compensación afectiva”. “Estamos en un proceso de incertidumbre y de cambio”, ha dicho.
Romera ha hablado también de su libro ‘Educar sin recetas’, que pretende “desmontar tópicos”. “La clave viene desde el inicio, desde que establece un vínculo con sus progenitores. Los niños no aprenden nada de lo que les enseñamos, aprenden a nosotros. Los discursos son poco útiles si como adulto yo no lo hago”, ha subrayado. “Los niños nos aprenden. Todo lo que sucede en el seno de la familia es lo que aprenden. Son aprendizajes emocionales para el resto de la vida”, ha enfatizado.
La pedagoga ha insistido en la importancia de la familia, ya que es el “contexto donde podemos sentirnos en casa”, donde “el error es una oportunidad para aprendizaje”. “Tenemos la seguridad de que no me van a abandonar por los errores que cometa. Nos admiramos y es la base emocional. Te quiero por quién eres y no por lo que haces. No quiere decir que todas las conductas gusten. Hay límites y hay normas. A veces confundimos el amor incondicional con esa permisividad. Necesitamos las normas y los límites también”, ha comentado.
Romera ha resaltado también durante su intervención que “una vivencia emocional saludable, que permite establecer vínculos respetuosos, es lo que permite ir hacia una salud mental”. “Hay mucho ruido sobre esto ahora mismo. Gurús que repiten ‘Si quieres, puedes’. Yo si quiero, no puedo. Si quiero ser cantante de éxito, va a ser que no. Esto no está reñido con saber que la calidad de mi vida no depende las circunstancias que me rodean si no de mis pensamientos. Esa plataforma emocional la puedo elegir. Yo elijo desde qué emoción lo hago. Esto condiciona mi salud, equilibrio. Yo puedo vivir mejor la vida que me ha tocado vivir. El cáncer es cáncer y porque yo quiera no lo voy a vencer. Es como si culpáramos al que no lo vence. Quien recibe quimio, su actitud influye para los efectos secundarios. Necesitamos relativizarlo todo”, ha indicado.
También ha insistido Romera en la importancia de dar libertad a los niños y que no sean “el proyecto de las expectativas frustradas” de sus padres. “Toda mamá y todo papá quiere a sus hijos, como nos hubiera gustado que hubiesen hecho con nosotros. Hay que respetarlos desde el paritorio como personas. Ayudémosle a que encuentren su elemento”, ha incidido.
La pedagoga ha charlado también sobre el concepto del juego y cómo se ha entendido. “Ahora mismo, los grandes poderes nos dominan con dos emociones: el miedo y la alegría. Cuando nos meten el miedo, nos encerramos. Cuando nos someten a alegría, nos invitan a salir a gastar, a invertir. Durante mucho tiempo, hemos asociado juego a dopamina, a alegría. Ese es el juego del adulto, no el del niño. Durante mucho tiempo, he hecho una pregunta a niños de 4-5-6 años: ¿Para qué juegas? El 95% me miraba y la respuesta era: Para jugar. Si preguntas a un adulto o a adolescente, no lo entiende y dice: Porque me gusta. Y la respuesta unánime es: Para ganar. El juego finito del adulto es de placer y el juego infinito del niño es de felicidad. Solo se puede aprender cuando jugamos de forma infinita. Pero los sistemas educativos han mezclado todo. Jugar es jugar en sí mismo. No se puede conjugar en imperativo. Solo se conjuga en amor y en autonomía”, ha resaltado.
Por último, Romera ha hablado de su libro ‘La escuela que quieres’, que ha escrito “con ojos de madre, de niña, de maestra y de sociedad”. “La conclusión final es que la madre quiere un espacio seguro; una maestra quiere un espacio que le apoye lo que quiere enseñar; la niña quiere un espacio inseguro y la sociedad, un espacio para meter el máximo de niños posible. La conclusión es que en la escuela que quiero hay maestros que son buenas personas, que estudian cada día y que son buenos profesionales”, ha señalado. También ha destacado la importancia de educar con tres c: capacidades, competencia y corazón.
En el último bloque del programa ha intervenido Jaume Funes, psicólogo, educador, periodista y escritor de libros como ‘Cuando la vida nos duele’, del que ha hablado durante su intervención. Jaume Funes ha comentado que le ha tocado “hacer de bombero social” y que decidió escribir el libro para dar “una explicación medianamente razonable sobre la salud mental”. “Todos en un momento u otro de la vida estamos encajados en un malestar. Necesitamos algún tipo de ayuda”, ha señalado. El psicólogo habla en su libro de esta calidoscopio, de un conjunto de malestares que son los problemas de salud mental. “Del adolescente que pensamos que tiene un tornillo trastocado, una persona que está en depresión y no encuentra nada, una persona que ha perdido a alguien, una persona que vive lo que le pasa en su cabeza como distorsión psicótica con respecto a lo que perciben los demás”, ha indicado.
“Hay que explicar la salud mental para un ciudadano que se siente mal y se pregunta qué le pasa. En el libro intento hacer una propuesta. La vida es compleja y el puzzle tiene muchas piezas”, ha señalado Funes, quien ha destacado la importancia de vivir con esperanza, que quiere decir “que vale la pena vivir el mañana” y “alguien ha de decir tú y yo haremos algo diferente”. También ha señalado que los adolescentes “necesitan besos” aunque sean “erizos” y que muchos de ellos están “en el continuo pacto” cada día y es importante educarles “opinando y con límites”. “Ellos van comprobando que la vida tiene sus topes. Hay una etapa en la que nos podrán en crisis, pero descubrirán que hay cosas que nos gustan y otras que no, pero definitivamente es su vida”, ha indicado.