Salud, episodios de ansiedad o conciliación familiar: esto es lo que más preocupa a las mujeres

Un nuevo informe titulado ‘Mujeres e Incertidumbre’, elaborado por la aseguradora Pelayo y la empresa de investigación Nielsen, revela que las mujeres en España experimentan un nivel de preocupación significativamente mayor que los hombres. El estudio que se ha realizado a raíz de 1.800 entrevistas realizadas a mujeres de entre 18 y 64 años y 500 a hombres del mismo rango de edad, confirma que las preocupaciones abarcan diversas áreas de la vida cotidiana.

Salud y bienestar emocional como prioridades

La salud se posiciona como la principal fuente de inquietud para las mujeres, con un 87% de las encuestadas manifestando esta preocupación. La situación laboral y el bienestar emocional también son aspectos críticos, con un 71% y un 72% en las mujeres. En particular, las mujeres con hijos menores priorizan el bienestar de sus hijos, lo que cambia el enfoque de sus inquietudes hacia la conciliación laboral y la falta de tiempo personal.

Dentro de la categoría de salud, las mujeres expresan inquietudes sobre la enfermedad grave de familiares o amigos (59%) y la pérdida de seres queridos (58%), incluso más que sobre su propia salud (57%). El estrés, además, afecta al 41% de las encuestadas, evidenciando una carga emocional considerable que se suma a sus responsabilidades diarias.

Desafíos psicoemocionales en la juventud

El estudio también resalta que las mujeres jóvenes, especialmente aquellas entre 18 y 34 años, enfrentan mayores desafíos psicoemocionales. Un alarmante 56,9% reporta haber sufrido episodios de ansiedad o estrés intenso en el último año. Además, un 46% se siente con baja autoestima y un 36% expresa infelicidad con su vida, mientras que más del 30% siente soledad o aislamiento. A pesar de estos desafíos, las mujeres son más proactivas en buscar soluciones, prefiriendo el deporte como medio para mejorar su bienestar emocional.

Prioridades laborales y conciliación familiar

En el ámbito laboral, el informe indica que el 45% de las españolas considera fundamental el crecimiento profesional, superando al 38% de los hombres en esta valoración. Las mujeres, sin embargo, tienden a buscar un equilibrio entre salario y ambiente laboral, a diferencia de sus homólogos masculinos, que priorizan el salario. Para aquellas con hijos menores, la flexibilidad laboral se convierte en un factor esencial para conciliar la vida personal y profesional.

El estudio también pone de manifiesto que casi seis de cada diez madres sienten que han tenido que elegir entre la maternidad y su carrera, especialmente las que cuentan con mayor formación académica. Aún más preocupante es que más de la mitad de las mujeres asumen la responsabilidad exclusiva de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, mientras que los hombres se encargan mayormente de la economía doméstica y la gestión de suministros.

Inseguridad financiera y planificación para el futuro

La estabilidad financiera a largo plazo es otra preocupación significativa para las mujeres. Mientras que los hombres se enfocan en aspectos como la rentabilidad y la reducción de impuestos, ellas están más inquietas por su vulnerabilidad, es decir, la posibilidad de perder su fuente de ingresos o independencia. Un 65% de las mujeres encuestadas reconoce no tener un plan de jubilación ni ahorros para afrontar imprevistos, lo que resalta una falta de preparación ante el futuro.

Presión social en la maternidad y percepción estética

El estudio también aborda la presión social que sienten las mujeres a partir de los 35 años para convertirse en madres, una expectativa que proviene en gran medida de su entorno cercano. Sin embargo, a pesar de esta presión, un 25% de las mujeres en edad fértil ha decidido no tener hijos. Este hecho refleja una evolución en la percepción de la maternidad, donde las prioridades personales pueden eclipsar las expectativas sociales.

Por último, la estética juega un papel relevante en la vida de las mujeres. Más de un tercio de las encuestadas considera que existe una relación directa entre el aspecto físico y el bienestar emocional, especialmente entre las menores de 45 años. Cuatro de cada diez mujeres han considerado o se han sometido a tratamientos estéticos, siendo la depilación láser y el peeling facial los más comunes.