Salvador Illa se niega a adoptar el confinamiento domiciliario ni el adelanto del toque de queda

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, no ha cedido a la presión de las comunidades autónomas y se ha vuelto a negar a adoptar el confinamiento domiciliario y a adelantar el toque de queda en aquellos municipios con alto riesgo de contagio por Covid-19. A pesar de su negativa, ha insistido en que la 'cogobernanza' va a seguir permitiendo tomar decisiones pactadas por el Gobierno central y las comunidades sobre la estrategia a seguir. "La cogobernanza está funcionando. Derrotó a la primera ola, derrotó a la segunda ola y lo va a hacer también con la tercera ola", ha declarado.

Precisamente, esas eran dos de las peticiones le habían realizado varios consejeros de Salud, entre ellos el de Andalucía, durante el encuentro del Consejo Interterritorial de Sistema Nacional de Salud, que se ha reunido este miércoles de manera telemática desde el Palacio de San Telmo en Sevilla. El Gobierno había emplazado a las CCAA a debatir y consensuar en esta reunión la petición de reformar el actual estado de alarma para adelantar el horario del toque de queda a las 20.00 horas o incluso a las 18.00 como han pedido algunos gobiernos autonómicos.

En concreto, los consejeros de Salud del País Vasco, Galicia, Andalucía, Asturias, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Baleares y Castilla y León han pedido en este órgano de trabajo el adelanto de la restricción a la movilidad nocturna, según informan a Europa Press fuentes de la reunión.

En este sentido, tanto Illa como la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, han insistido en que los gobiernos autonómicos tienen aún capacidad de aplicar más medidas que estén amparadas por el actual estado de alarma que rige en el país hasta el mes de mayo.

"Se han tomado medidas muy drásticas, pero no se trata de añadir muchas medidas de golpe sino de aplicar bien las que hay", ha insistido el ministro de Sanidad, quien ha destacado que estas restricciones "van a permitir doblegar la tercera ola". "No tengo ninguna duda", ha aseverado.

Ante las propuestas de algunos consejeros de Salud que han participado en la reunión de adoptar el confinamiento domiciliario por territorios, Illa ha recordado que el estado de alarma -que estará vigente hasta el próximo 9 de mayo- ya incluye herramientas concretas "que ya han funcionado en las dos olas anteriores", por lo que ha pedido "paciencia" porque "las medidas adoptadas no dan resultados inmediatamente, hacen falta mínimo 15 días".

Por tanto, de momento, los andaluces no tendremos que permanecer confinados en nuestros domicilios, al menos por miedo a incumplir la normativa del Gobierno central, aunque el responsable de Sanidad sí que ha hecho hincapié en que hay que cumplir "de manera estricta" todas las normas impuestas.

Respecto al adelanto de la restricción de movilidad nocturna -esto es el toque de queda-, Salvador Illa se ha mostrado "abierto a estudiarlo", así como a "escuchar y analizar" las propuestas que tengan las comunidades autónomas para seguir doblegando la curva, tal y como ya está pasando. "No hemos dicho directamente que no. Por ahora se está ralentizando el crecimiento y nos estamos acercando a una estabilización", ha puntualizado.

Por su parte, el consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha vuelto a insistir en la necesidad de modificar el toque de queda e imponer el confinamiento selectivo de municipios con tasas acumuladas de incidencia por encima de 1.000 casos. "Necesitamos tener más herramientas para controlar la pandemia. No podemos hacer más con las competencias que tenemos asignadas. Ya hemos hecho cirugía de precisión otras veces y sabemos dónde tenemos que cortar para frenar los contagios. Lo haríamos solo en aquellos sitios donde sea estrictamente necesarios", ha señalado.

Aguirre ha continuando recordando que la situación "requiere de un esfuerzo" y "sabemos que desde el Gobierno central lo están haciendo", por lo que ha asegurado que cuentan con todo el apoyo de la Junta de Andalucía "a pesar de las discrepancias", aunque ha continuado insistiendo en que es necesaria una "estrategia nacional con un marco común" entre todas las comunidades para combatir al virus.