El San Cecilio permite escuchar a 1.400 personas gracias a los implantes cocleares realizados en 2020
Durante el pasado año se ejecutaron 44 cirugías infantiles y 10 intervenciones en adultos
El Hospital Universitario Clínico San Cecilio ha alcanzado recientemente las 1.400 intervenciones de colocación de implante coclear desde que en 1989 pusiera en marcha su unidad específica. De estas intervenciones, los profesionales del servicio de Otorrinolaringología realizaron un total de 54 implantes en 2020, diez de ellos bilaterales simultáneos, pese a las difíciles circunstancias derivadas de la situación de pandemia.
De hecho, la Unidad de Hipoacusia e Implantes Cocleares mantuvo un importante volumen de actividad que solo fue parcialmente interrumpida desde la segunda semana de marzo hasta el 27 de abril. Se pudieron realizar 44 cirugías de implante a niños gracias a la consideración de estas intervenciones como no demorables y 10 a adultos. Destaca el hecho de que 10 de estas cirugías permitieron realizar implantes cocleares bilaterales en una misma intervención a niños con hipoacusia profunda.
José Luis Vargas, jefe de servicio de Otorrinolaringología, destaca “la colaboración de todos los servicios (pediatría, cirugía, anestesia, etc.) y profesionales que han permitido que se siguiera disponiendo de quirófanos infantiles para implantes pese a las difíciles circunstancias”.
Además, desde la unidad se atendieron 2.299 consultas, un 59% sobre la programación de los procesadores que facilitan el funcionamiento de los implantes cocleares y se realizaron más de 550 pruebas para evaluar el nivel de audición fundamentalmente de niños.
La Unidad de Hipoacusia e Implantes Cocleares del Clínico San Cecilio es referente para la población infantil de Andalucía Oriental y para la población adulta de Granada, Jaén y Almería. En ella se atiende a las personas con sordera profunda, permitiéndoles recuperar la audición por medio esta intervención quirúrgica y la posterior labor de rehabilitación, programación y seguimiento.
José Luis Vargas, jefe de servicio de Otorrinolaringología, subraya el esfuerzo realizado “para dar la mejor y más rápida solución al paciente con hipoacusia severo-profunda, especialmente en el caso de los niños donde es muy importante facilitar la estimulación directa a los circuitos auditivos centrales a través de los implantes”. Para ello, “es fundamental detectar la hipoacusia de forma temprana y poder actuar con rapidez para que los implantes sean realmente efectivos”.
Atención integral desde la primera consulta
La Unidad de Hipoacusia e Implantes Cocleares presta un servicio de atención integral desde el momento en el que paciente llega por primera vez a consulta que se prolonga durante toda la vida. En la primera consulta se realiza la historia clínica completa y se solicitan la pruebas audiológicas para confirmar la hipoacusia del paciente.
En las sucesivas consultas los pacientes son valorados por el equipo de logopedas y audiólogos y, además, se solicitan las pruebas complementarias necesarias como pruebas radiológicas y estudio genético. También colaboran otros facultativos como neuropediatras, oftalmólogos, cardiólogos o psiquiatras. Una vez completados los estudios pertinentes, el Comité semanal de Implantes Cocleares toma la decisión terapéutica de forma colegiada.
Realización del implante
La realización de un implante coclear es una intervención quirúrgica para colocar un dispositivo electrónico en el oído interno de la persona. Este transforma la energía sonora que capta el oído en energía eléctrica que a su vez transmite impulsos al cerebro, permitiendo a las personas con hipoacusia severa o profunda oír.
El implante coclear consta de dos componentes: el externo que contiene el micrófono (para recoger la información acústica), un procesador (transforma la onda acústica en señales eléctricas), batería y un transmisor (conecta con la parte interna); y el interno, que se coloca debajo de la piel detrás de la oreja, está compuesto por el receptor-estimulador (recoge el estímulo del procesador y lo envía a los electrodos) y la guía portaelectrodos que se inserta en la cóclea a través del oído medio.
Fases hasta lograr la audición
Desde que se lleva a cabo la intervención quirúrgica para la colocación del implante, transcurre una media de un mes hasta que éste puede comenzar a funcionar, ya que se requiere un encendido y programación del mismo hasta encontrar los umbrales adecuados para cada persona: el mínimo nivel de estimulación eléctrica que el paciente es capaz de percibir y el máximo nivel de estimulación que tolera. En este sentido, es clave una adaptación personalizada del dispositivo. Dentro del programa de implantes cocleares, esta tarea la lleva a cabo el físico.
A partir de ese momento, comienza la rehabilitación con los logopedas, también fundamentales en el éxito del rendimiento del implante, que se encargan de estimular y guiar la evolución y la adaptación del paciente al implante. A este respecto, cabe señalar que, de forma previa a la cirugía del implante, se lleva a cabo un riguroso trabajo por parte de todo el equipo de la Unidad de Implantes Cocleares y se recoge el compromiso de la familia -fundamental en pacientes infantiles- con todas las fases posteriores de seguimiento y mantenimiento que son necesarias para maximizar la funcionalidad en el uso y rendimiento del dispositivo.
Día del Implante Coclear
La Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España (AICE) estableció el 25 de febrero como el Día del Implante Coclear en conmemoración de la realización de la primera intervención de este tipo en 1957 en Francia por los doctores Djourno y Eyres. Este día se celebró por primera vez en el año 2009 en toda España, sumándose también las entidades de usuarios y comunidad médica de Latinoamérica. En la actualidad se trata de una celebración mundial que se lleva a cabo en más de 60 países con todo tipo de actividades durante esta quincena.