San Juan de Dios llevará a cabo la restauración de 'El Señor de Puerta Real'
El trabajo contribuye a completar la restauración integral que se está realizando sobre la primera crujía del Hospital San Juan de Dios
El Archivo-Museo San Juan de Dios ‘Casa de los Pisa’, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, llevará a cabo la restauración del Cristo de la Paciencia, conocida como 'El Señor de Puerta Real', con el doble objetivo de devolver a la obra la integridad física necesaria para que perdure en el tiempo, así como su integridad estética, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, disponible en el canal de Youtube de GranadaDigital.
El conjunto compuesto por imagen de bulto redondo, interior de hornacina y exvotos, y que goza de una gran devoción por parte de los ciudadanos granadinos, forma parte integrante del edificio denominado Hospital San Juan de Dios declarado Bien de Interés Cultural en 1980. La intervención sobre este bien contribuye a completar la restauración integral que se está realizando sobre la primera crujía del hospital donde se ubica.
El tratamiento consistirá en tomar una serie de medidas encaminadas a mantener la obra subsanando los desperfectos que puedan distorsionar la legibilidad de la misma. “Como objetivo prioritario queremos conseguir aproximarnos los más posible a la aprehensión conceptual de la obra en el momento histórico, social, técnico y artístico en que se llevó a cabo, intentando descubrir la intencionalidad del artista”, explica el director de Archivo-Museo ‘Casa de los Pisa’, Francisco Benavides.
Como criterios intervencionistas se devolverá a los materiales la integridad física perdida, para lo que será necesario borrar algunas marcas de anteriores intervenciones que a lo largo del tiempo se han ido sobreponiendo sin ningún nexo y relación con la concepción inicial.
Todos los esfuerzos y trabajos irán encaminados a solucionar los efectos o problemas ya existentes, además de impedir la aparición de nuevas patologías, lo cual sólo se consigue incidiendo directamente sobre las causas o agentes de degradación y, posteriormente mediante una labor de seguimiento y mantenimiento de la obra.
En los trabajos de limpieza, se eliminará capas de grasa, barnices y repintes que cubren y enmascaran el aspecto original de la obra. Este tratamiento es más conservativo que estético, ya que, al retirar estas capas, se libera a la superficie original de muchas de las causas que originan su degradación. Por otro lado, en esta delicada intervención es prioritario el respeto que merecen las pátinas de envejecimiento de los distintos materia les y el cuidado en la elección de los productos y técnicas a utilizar, siempre buscando la máxima idoneidad y compatibilidad con respecto a los materiales originales. “La huella que el paso del tiempo ha dejado a la obra es tan respetable como los elementos que en sí mismos lo conforman”, afirma el director del Archivo-Museo San Juan de Dios ‘Casa de los Pisa’. “Los desgastes de policromías, las pequeñas fisuras y los craquelados, el envejecimiento y la oxidación de algunos pigmentos..., es decir, la suma de todos estos pequeños matices en su totalidad es la que conseguirá ofrecernos la posibilidad de la contemplación de una obra auténtica”.
Historia de la pieza
La imagen está datada en la segunda mitad del siglo XVII y ha sido hasta el momento difícil de asignar una autoría concreta, encierra los valores propios de una imagen que ha formado parte de la historia de un edificio de uso hospitalario, donde la dimensión religiosa y espiritual ha sido una constante a lo largo de la historia.
El nombre por el que se le conoce está condicionado por su procedencia de una posada que se situaba en la zona de Puerta Real, a la que se denominaba Posada de las Imágenes, ya que albergaba la imagen de este Cristo, así como una imagen de la Virgen de las Angustias.
La imagen del Cristo fue donada a los Hermanos de San Juan de Dios cuando la posada fue demolida, y fue expuesta al público para que continuase la devoción de los granadinos.
A principios del s. XX la imagen ya disponía de una capilla propia donde se oficiaba misa a diario, independientemente de los cultos de la capilla del Hospital, dada la gran devoción de la ciudadanía.