Sánchez advierte de que la desescalada llevará a una "nueva normalidad" que no será plena hasta tener vacuna
Destaca el éxito del estado de alarma contra la pandemia y pide "unidad y lealtad" a las fuerzas políticas para llegar a la "victoria total"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido hoy de que la desescalada de las medidas adoptadas contra la pandemia de coronavirus será progresiva y llevará a una "nueva normalidad" que no será plena hasta que el mundo no cuente con una vacuna. En este contexto ha pedido a los partidos "unidad y lealtad" y les ha reclamado el apoyo para prorrogar el estado de alarma.
Así lo ha afirmado durante su intervención en el Pleno del Congreso para pedir el apoyo de los partidos y prorrogar durante 15 días más el decreto de alarma que se comenzó a aplicar el pasado 14 de marzo.
Ha expuesto las medidas adoptadas hasta el momento y ha anunciado que el Gobierno está preparando un plan para ir desmantelando progresivamente las medidas de confinamiento que se están aplicando. Para ello, ha dicho que en esa planificación hay un equipo multidisciplinar que está diseñando la reactivación progresiva.
En este sentido, ha explicado que los científicos que asesoran al Gobierno han establecido varios marcadores que fijarán el ritmo de retorno en función del ritmo de los contagios. Por ello, ha señalado que "cada avance semanal hará posible la apertura de espacios".
SE REFORMULARÁN ASPECTOS DE LA VIDA CON LA NUEVA NORMALIDAD
Y cada avance vendrá seguido de una "nueva normalidad", pero ha dejado claro que ésta "solo será plena cuando el mundo disponga de vacuna eficaz".
De hecho, ha dicho que algunos aspectos de esa nueva normalidad habrán de ser "reformulados" y que ni siquiera se puede saber ahora con precisión "qué tipo de normalidad" se alcanzará. Incluso ha afirmado que la reconstrucción completa es una fase futura, sin precisar cuándo, que solo podrá comenzar cuando se esté a salvo de todo.
En este contexto, Pedro Sánchez ha avisado de que todos los pasos han de ser "escalonados y muy cautelosos" y esa "nueva normalidad" se irá adaptando a la evolución de la pandemia y con la aplicación de medidas de higiene para toda la población; sanitarias para los afectados y de control de la pandemia utilizando el ámbito tecnológico, una medida esta última que no ha concretado cómo se llevará a cabo.
Ha justificado estas decisiones en que España no se puede permitir un desliz que nos haga retroceder en los avances conseguidos, dejando claro que la prioridad ahora es no desandar el camino y "no volver al punto de partida, no bajar la guardia". "Tenemos que hacer este nuevo esfuerzo para salir de ese túnel", ha remachado.
De hecho, y cuando se ha referido a que esta misma semana volverán a la actividad los sectores no esenciales que estaban de permiso retribuido, ha dejado claro que deberán adoptar medidas de higiene reforzada para protegerse a sí mismos y a los demás.
LA ALARMA FUNCIONA: "LA SITUACIÓN EMPIEZA A ESTAR BAJO CONTROL"
Y para llevar a cabo este proceso ha apelado a la responsabilidad colectiva de la oposición a quien ha pedido "unidad y lealtad". Les ha reclamado el apoyo a la nueva prórroga del decreto de alarma, la segunda desde que se aprobó el 14 de marzo.
Y en esa tarea para vencer al virus y afrontar la reconstrucción de la maltrecha economía que va a dejar la pandemia, ha pedido a los partidos que desplieguen su influencia con sus partidos hermanos en la Unión Europea.
Sánchez ha reclamado este apoyo sobre la base, ha dicho, de que las medidas de confinamiento que ha llevado a cabo están funcionando y es, según ha señalado, "una evidencia" porque según el presidente "la situación empieza a estar bajo control".
En esta línea, ha afirmado que se está cerca del inicio del descenso en las medidas de confinamiento ya que se ha pasado de una tasa de contagio del 22 por ciento de media al 4 por ciento actual. "Los más de 52.000 curados son la alegría colectiva y esperanza de que esta guerra
contra el virus será una victoria total", ha exclamado.
Según el presidente, España ha alcanzado el pico de máxima tensión y hace unos días se ha empezado a doblegar la curva de contagios. Pero admite que la magnitud de esta "terrible pandemia es abrumadora" y la ha calificado como "la mayor amenaza para el planeta desde la gripe de 1918".