Satisfacción de la acusación particular del caso Romanones tras la decisión del juez
La acusación particular en el llamado 'caso Romanones', sobre abusos sexuales presuntamente cometidos por sacerdotes, ha acogido con satisfacción que el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada haya acordado declarar la responsabilidad civil subsidiaria del Arzobispado de Granada en relación con estos hechos
El abogado que representa al joven de 24 años que denunció el caso, Jorge Aguilera, ha señalado a Europa Press que solicitó esta medida al Juzgado por entender que se habrían infringido varios cánones del Código de Derecho Canónico que obligan a las labores de vigilancia y control sobre los sacerdotes, entre ellos, el que obliga al arzobispo a asegurarse de que provee como párroco a una "persona idónea y con la moralidad que se le supone".
El Arzobispado podrá decidir, tras declararse su responsabilidad civil subsidiaria en este caso, si se suma al proceso judicial, aunque desde la diócesis han rehusado realizar declaraciones a este respecto.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Granada ha acordado declarar la responsabilidad civil subsidiaria del Arzobispado de Granada por entender que las personas imputadas, por su condición de sacerdotes, dependían directamente del Arzobispado y que "los hechos se producen por la condición de sacerdotes de los mismos, y por el reclutamiento y aprovechamiento como monaguillo de la víctima o víctimas en la sede y casa parroquial".
Está previsto que el 15 de septiembre la Audiencia vea el recurso planteado por las acusaciones --particular y popular, ejercida por Prodeni-- a la decisión del juez instructor de declarar prescritos todos los delitos salvo los atribuidos al principal acusado, el padre Román.
CARTA AL VATICANO
El caso se hizo público el pasado mes de noviembre, cuando fueron detenidos el considerado líder del grupo --Román M.V.C.-- dos sacerdotes más y un profesor de Religión, que sin embargo quedaron después en libertad con cargos, en un caso en el que estaban imputadas inicialmente un total de doce personas --diez religiosos y dos laicos--.
Todo se precipitó después de que un joven comunicara por carta al Vaticano que había sido víctima de abusos sexuales desde los 14 hasta los 17 años por parte de este grupo de religiosos de Granada, lo que motivó que el propio Papa Francisco le llamara para pedirle perdón y ofrecerle su apoyo. Tras la llamada del Papa al joven, éste formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que ordenó a la Fiscalía Provincial de Granada interponer 'ipso facto' denuncia contra todos los implicados.
El Papa se pronunció también coincidiendo con la salida a la luz de esos supuestos abusos en un vuelo de regreso a Roma tras su discurso en el Parlamento Europeo en el que señaló que "la verdad es la verdad" y "no debe esconderse". El 'caso Romanones' también provocó una imagen del arzobispo de Granada, Javier Martínez, que se postró en el suelo ante el Altar Mayor de la Catedral para pedir perdón por los "escándalos" que afectaban entonces a la Iglesia.