Satse pide el apoyo de todos los partidos para sacar adelante la ley contra las agresiones a sanitarios

Confían en que el interés común de garantizar entornos de trabajo más seguros para el conjunto del personal prevalezca a otros de carácter político o partidista

Protesta en el hosptital Virgen de las Nieves de Granada en defensa de los derechos de los profesionales de la sanidad pública
Protesta sindical en los exteriores del Hospital Virgen de las Nieves | Foto: Antonio L. Juárez
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El Sindicato de Enfermería (Satse) ha reclamado a los partidos en el Congreso de los Diputados que "no desaprovechen la oportunidad que tienen de aprobar una norma que acabe con la violencia en el ámbito sanitario" y respalden la toma en consideración de la proposición de ley que se debatirá el próximo 11 de febrero.

El sindicato trasladó en 2018 a todos los partidos políticos una propuesta de norma para luchar contra las agresiones a los profesionales sanitarios, dada la dimensión del problema de violencia laboral que se vive en los centros de trabajo. Satse valora la disponibilidad del PP a plantear al resto de grupos políticos la necesidad de contar con una ley estatal que posibilite "una actuación conjunta, coordinada y eficaz" por parte de todas las administraciones y las empresas sanitarias privadas ante un grave problema que afecta especialmente a las enfermeras.

Asimismo, confían en que el interés común de garantizar entornos de trabajo más seguros para el conjunto del personal sanitario prevalezca a otros de carácter político o partidista y esta proposición de ley continúe su tramitación parlamentaria.

Prevención, información y apoyo para evitar agresiones

La propuesta presentada por el PP recoge sustancialmente las actuaciones descritas por Satse. Un conjunto de medidas preventivas y de información, apoyo y sensibilización para trabajar de manera conjunta en la erradicación de un problema que se agrava cada año, como constatan los sucesivos informes elaborados por el Ministerio de Sanidad.

En el caso de las enfermeras, distintas encuestas realizadas por SATSE concluyen que son ocho de cada diez profesionales las que aseguran haber sufrido uno o varios casos de agresiones verbales (amenazas, insultos, descalificaciones…) o físicas (empujones, golpes, puñetazos…) debido a su estrecha relación y cercanía con los pacientes y sus familiares. Según el último 'Informe de Agresiones a Profesionales del Sistema Nacional de Salud' del Ministerio de Sanidad, el 30% del total de casos han tenido como víctima a una enfermera. La tasa de notificaciones de agresiones por 1.000 enfermeras fue en 2023 de 24,19%, cinco puntos más que el año anterior.

El propio Ministerio de Sanidad, en un informe técnico sobre la situación actual de las enfermeras, ha reconocido la especial "situación de vulnerabilidad en términos de seguridad personal" que sufre la profesión enfermera.

Un protocolo descoordinado que no resuelve el problema

El problema radica en que, en la actualidad, cada servicio autonómico de salud, gerencia o centro establece protocolos y actuaciones de manera independiente, descoordinada y, en algunos casos, con claras deficiencias. Según Satse, se trata de "parches" que no van a la raíz de un problema que, en modo alguno, puede relativizarse o normalizarse.

El sindicato resalta que el personal sanitario no puede ser, en ningún caso, "la víctima de la insatisfacción de pacientes y familiares por un mal funcionamiento del sistema sanitario". "Los profesionales siempre son parte de la solución, nunca del problema y, por ello, necesitan poder trabajar en entornos laborales seguros y con una relación con el paciente basada en el respeto y la confianza mutua", concluye.







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