Se enfrenta a 9 años de cárcel acusado de violar a su compañera de piso con discapacidad intelectual
La Fiscalía solicita además 18.000 euros en concepto de responsabilidad civil como indemnización por los daños morales ocasionados
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha acogido este miércoles el juicio contra un hombre, de iniciales D.M.Q.Y., acusado de agredir sexualmente a su compañera de piso, que tiene una discapacidad intelectual del 39 por ciento y tiene inteligencia límite o 'borderline'.
La Fiscalía reclama para él nueve años de prisión por un delito de agresión sexual con acceso carnal con violencia e intimidación para vencer la voluntad de la víctima, para la que además solicita 18.000 euros en concepto de responsabilidad civil como indemnización por los daños morales ocasionados.
Los hechos se remontan al 28 de diciembre de 2013, y tuvieron lugar en un domicilio de La Zubia que compartían el acusado, la mujer y su marido. Allí, y cuando los dos se encontraban solos, según la acusación del Ministerio Público, el procesado le propuso mantener relaciones sexuales, a las que ella se negó.
Entonces la llevó a su habitación, donde la obligó a entrar y la arrojó sobre la cama, desde la que la inmovilizó sujetándola por las manos. Allí le pidió que no contara lo ocurrido, porque, de lo contrario, le diría a su esposo que la relación había sido consentida, y le quitó el pantalón y la ropa interior y la violó.
El hombre ha negado los hechos que se le atribuyen y ha incidido en que fue ella la que llevaba días "insinuándose". Según ha explicado fue ella la que propició que la relación se produjese pese a que él no quería.
"No hubo forzamiento, fue consentida", ha afirmado el procesado, que ha indicado que él sufre una hernia discal y tiene un marcapasos que dificultan su movilidad. Según ha señalado, la relación era buena antes de ese momento por lo que ha atribuido la denuncia de la mujer al "miedo" de que su marido se enterara.
Sin embargo, la mujer se ha ratificado en que fue forzada por su compañero de piso, que llevaba tan sólo tres días antes viviendo bajo el mismo techo. Según ha aclarado, su inteligencia límite le impide reaccionar en ciertas situaciones. En aquel momento, cuando fue agredida "no sabía qué hacer": "Me quedé bloqueada", ha mantenido la denunciante, que finalmente se lo contó a su esposo e interpuso denuncia ante la Guardia Civil dos días después.
Tras el testimonio del esposo, de un guardia civil y de las forenses que analizaron las muestras vaginales de la mujer, donde encontraron ADN del procesado, el juicio ha quedado visto para sentencia.