Se enfrentan a prisión acusados de suministrar droga a una mujer para mantener relaciones sexuales

La Fiscalía pide para los procesados una pena de seis años de prisión y una indemnización de 3.000 euros a la supuesta víctima,

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Imagen de archivo de drogas | Foto: Archivo GD
E.P.
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La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada ha acogido este lunes la primera sesión del juicio contra dos hombres, identificados con las iniciales S.J.C. y A.V.R., acusados de suministrar 'escopolamina', conocida como 'burundanga' o 'droga de la violación', para mantener relaciones sexuales con una mujer.

La Fiscalía pide para los procesados una pena de seis años de prisión y una indemnización de 3.000 euros a la supuesta víctima, mientras que la acusación particular --que ejerce la denunciante-- eleva su petición de pena a los ocho años de cárcel y los 30.000 euros de responsabilidad civil.

La mujer, casada y con tres hijos, y de 40 años de edad, denunció que había asistido a una cena de empresa con compañeras de la clínica dental en la que trabajaba, y después decidió pasar un rato en la discoteca Forum de Granada acompañada de una amiga de veinte años.

Sobre las 5,30 horas afirma que perdió totalmente la consciencia, pese a haber tomado sólo dos 'gintonics' en toda la noche, al último de los cuales la invitaron dos desconocidos. Desde ese momento asegura que sólo recuerda que mantuvo relaciones sexuales, primero con un hombre en las inmediaciones de la discoteca, y luego con otro que la llevó a Motril.

Llegó a su casa a las 11,15 de la mañana. Su familia la había estado llamando y buscando en los alrededores de la discoteca. Su aspecto, según su marido era "como si viniera de una orgía". Su actitud provocó una discusión con su esposo, que decidió marcharse con sus hijos de casa.

Horas después, una amiga del matrimonio, convenció a la mujer para que denunciara los hechos, que no recordaba casi nada y se comportaba de forma extraña porque probablemente habría sido drogada con 'escopolamina', también conocida como 'burundanga', 'belladona' o 'droga de la violación', y un potente narcótico que genera sumisión en quien lo ingiere, pudiendo provocar amnesia parcial.

LOS ACUSADOS ASEGURAN QUE LAS RELACIONES FUERON CONSENTIDAS

La presunta víctima denunció los hechos y dio datos que permitieron la localización de los dos hombres: S.J.C y A.V.R quienes inmediatamente reconocieron haber mantenido relaciones sexuales con ella, pero libremente consentidas, y sin haber administrado ningún tipo de droga. "Ni siquiera la invitamos a una copa", han relatado.

En el juicio, la víctima ha dicho que los chicos que le invitaron a esa última copa eran otros, pero sin poder aportar una descripción.

El primero de los acusados, S.J.C, ha manifestado que tras "intentar ligar" con varias chicas en la discoteca, se acercó a la denunciante, con quien estuvo conversando y bailando unos minutos, y después comenzaron a abrazarse y besarse en la misma pista de baile, circunstancia que, según ha dicho, quedó constatada por las cámaras de seguridad de local.

Una vez fuera buscaron un lugar un poco más tranquilo, detrás de una caseta de un parking, a unos cincuenta metros y allí continuaron besándose hasta que, según S.J.C, ella le dijo "vas a flipar" y le practicó una felación. A continuación mantuvieron relaciones sexuales sin preservativo, en ese mismo lugar.

Poco después ella le facilitó las llaves de su coche, y en el asiento trasero volvieron a tener relaciones íntimas. Una vez terminaron, S.J.C. le pidió su número de teléfono y se despidió.

Fue entonces cuando A.V.R., amigo del anterior y también acusado, subió al coche, y tras mantener una larga conversación con la mujer tuvo una relación completa, sin preservativo. Posteriormente, según A.V.R y contando con el "total" acuerdo de ella, condujo su coche hasta Motril, subieron al piso de este varón y en el dormitorio realizaron de nuevo el acto sexual. Pasadas algunas horas, según el acusado, ella dijo: "esto me va a costar el divorcio", y entonces cogió las llaves de su coche y se marchó a su casa.

Según ha informado la defensa de los dos acusados, el despacho Aránguez Abogados, los análisis de sangre, orina y cabello practicados pocas horas después descartan que la mujer hubiese tomado (voluntaria o involuntariamente) cualquier tipo de drogas. Solo se detectó ibuprofeno -un analgésico común-. El análisis de cabello se centró en el consumo de estupefacientes (entre ellos escopolamina y cocaína) durante los últimos cuatro meses, pero dio negativo.

No obstante, las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Granada no ven indicios de fabulación en el relato de la denunciante, y han declarado que su versión sobre la "sumisión química" y el trastorno por estrés postraumático es plenamente plausible.

La defensa pide la libre absolución, con todos los pronunciamientos favorables, y la condena en costas de la acusación particular. El juicio quedará previsiblemente visto para sentencia este martes.