Se reactiva la demanda sobre fotografías en los cruces fronterizos entre EEUU y México

Se ha podido ver a funcionarios fronterizos masculinos que inspeccionaban y tocaban a las mujeres

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E.P.
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Un tribunal federal de apelaciones ha reactivado este martes una demanda presentada por activistas a favor de la inmigración que desafía la constitucionalidad de una política del Gobierno de Estados Unidos, que exige un permiso anticipado para tomar fotos o grabar en los puertos de entrada en la frontera con México.

El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito en Pasadena, en el estado norteamericano de California, ha determinado que un juez de un tribunal inferior actuó con demasiada precipitación al desestimar los reclamos sobre la Primera Enmienda de Ray Askins y Christian Ramirez contra el Departamento de Seguridad Nacional y los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, según sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

El tribunal ha señalado que el juez se equivocó al decidir de manera "concluyente" que el caso debería ser desestimado debido al "interés extremadamente apremiante" del Gobierno en la seguridad fronteriza y el interés general en proteger la soberanía territorial.

Si bien se pueden justificar restricciones razonables a la libertad de expresión, "corresponde al Gobierno demostrar que estas restricciones específicas son el medio menos restrictivo disponible para promover sus intereses", ha afirmado el juez Jay Bybee.

"No pueden hacerlo con afirmaciones generales sobre la seguridad nacional, especialmente cuando los demandantes acusan que la CBP está restringiendo actividades de la Primera Enmienda en lugares públicos tradicionales como calles y aceras", ha aseverado.

Mitra Ebadolahi, abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles que representa a los demandantes, ha recalcado que la decisión permite a sus clientes proceder con su actividad.

La decisión de este martes detalla que Askins sacó tres o cuatro fotos de una zona de inspección de vehículos cuando los oficiales fronterizos lo esposaron brevemente y confiscaron su cámara, borrando todas las fotos excepto una.

Además, Ramírez había sacado alrededor de 10 fotos de funcionarios fronterizos masculinos que inspeccionaban y tocaban a las mujeres, antes de que le confiscaran la cámara y borraran las fotos. Ambas cámaras se han devuelto a sus dueños.