La segunda pretemporada del Covirán Granada
Pablo Pin y Arturo Ruiz, preparador físico del Covirán Granada, cuentan cómo han sido las semanas de parón para el equipo
El coronavirus se ha convertido en un compañero más para todos los deportistas. La mayoría de los equipos están preparados para afrontar cualquier contratiempo en relación a la crisis sanitaria. El aplazamiento de un partido, el aislamiento de uno o varios de sus jugadores, pero la situación que vive el Covirán Granada en estas últimas semanas es muy distinta. Sin ningún positivo en su plantilla, los rojinegros suman ya su cuarta semana sin jugar, concretamente desde el 22 de diciembre.
Lo que comenzó con la suspensión del encuentro frente al CB Almansa acabó con una cadena de partidos aplazados que llevaron a los de Pablo Pin a ver desde lejos cómo los días transcurrían y la competición no volvía al Palacio de Deportes. Para cualquier equipo, un mes de parón puede romper todos los esquemas de la temporada, sin embargo, el Covirán Granada ha tomado estas semanas de “descanso” como una oportunidad para volver más fuertes que antes.
Pablo Pin reconoce que la situación es “muy complicada” y asegura que con cada aplazamiento es “como si todas las semanas nos echaran un jarro de agua fría”. A pesar del contratiempo, el entrenador, como ya nos tiene acostumbrados, siempre busca el lado positivo. “Dentro de esta situación, al menos nosotros tenemos la suerte de que podemos entrenar, aunque Christian dio positivo, pero el resto hemos podido seguir trabajando. Dentro de lo malo nosotros somos unos privilegiados. Alex que tenía la rodilla tocada ya esta recuperado. Volvemos a estar todos juntos y ya hemos visto lo que podemos hacer cuando estamos todos juntos y estamos bien”.
Las semanas de parón han servido para que todos los lesionados de la plantilla se puedan recuperar al 100%, un trabajo en el que Arturo Ruiz, preparador físico del Covirán Granada, ha tenido un papel fundamental. “Con los que estaban tocados hemos trabajado para tratar de recuperarlos, hacer hincapié en sus lesiones y mejorarlos para alcanzar la forma que necesitan. Con los otros principalmente hemos cargado un poco al principio de la semana, y luego hemos ido intentando mejorar su pico de forma con un trabajo enfocado al principio en la fuerza y luego en la velocidad”.
En relación a los continuos cambios de planificación de semana, el preparador físico del equipo reconoce que la parte más complicada ha sido reprogramar todos los entrenamientos. “No sabes cuando vas a jugar, muchas veces te preparas para llegar con la carga perfecta para el partido y luego dos días antes te dicen que no juegas, entonces esas modificaciones son las más difíciles, pero convenciendo y hablando con los jugadores hemos intentado intentar hacer cambios para llegar al siguiente partido. Lo más difícil es tratar de buscar ese pico de forma cuando ya creías que lo tenías para ese partido y te lo cambian”.
Con el paso de los días, el regreso a la competición se antoja cada vez más complicado para el Covirán Granada. A pesar de que los jugadores mantengan su forma física e incluso la mejoren, y aunque se cuente con los jugadores que estaban lesionados, la principal duda está clara, ¿Mantendrá el equipo su intensidad y su concentración? “La falta de ritmo es lo que me preocupa. La competición te da esa adrenalina semanal de estar muy concentrado, estamos intentando solventarla un poco con distintas formas de entrenar, estamos haciendo situaciones parecidas a los partidos, con diferentes marcadores, con distintos tiempos. Seguramente el principio del partido será complicado. En nivel de concentración sí vamos a estar muy metidos por que el equipo tiene muchas ganas de jugar y eso se nota. Nos va a costar un poco físicamente, estamos trabajando mucho físico, mucha prevención de lesiones, pero me refiero sobre todo al ritmo de partido, a la intensidad, a los movimientos rápidos, al sumar esfuerzos seguidos, ahí si nos puede costar un poco”, asegura el técnico granadino.
La suspensión de casi la totalidad de los partidos previstos para enero obliga al conjunto rojinegro a disputar dos encuentros por semana para recuperar el tiempo perdido. Esta acumulación de partidos puede ser preocupante ya que puede derivar en un cansancio físico en los jugadores mayor de lo esperado. Pablo Pin recurre nuevamente a su visión positiva y prefiere pensar que el alto ritmo de encuentros servirá de preparación para el equipo ante unos posibles Playoffs.
"A mí me gustaría pensar que es una ventaja. Todo tiene su parte buena y su parte mala, la parte mala es que, si no estas en un buen momento puedes encadenar varias derrotas, pero si estas en un buen momento puedes encadenar varias victorias y ya estas preparado para una situación futura como por ejemplo un posible Playoff que juegas partidos cada poco tiempo".
Sea como fuere, el Covirán Granada está más que preparado para afrontar el duro reto que se les avecina. Si todo sale bien, el próximo 31 de enero, el baloncesto volverá al Palacio de Deportes. No se sabe cómo será el partido, si las semanas de ausencia habrán pasado factura a la plantilla, lo único seguro es que los jugadores están deseando volver a las pistas y preparados para seguir luchando por ese ansiado puesto para los Playoffs. La cuenta atrás ya está en marcha.