Semana límite para la venta del Granada

El proceso de venta del Granada entra en su semana límite, determinada principalmente por el lanzamiento de la campaña de abonos, como ha podido conocer GranadaDigital. La actual propiedad todavía no ha solventado sus frentes abiertos, lo que compromete el acuerdo ya alcanzado con los empresarios locales que desean adquirir la sociedad anónima deportiva. Es el paso que falta para que el traspaso sea rubricado, pero tan necesario y urgente como el resto de los que hasta ahora han dado las partes. Si se dilata más, el calendario invita al colapso de la operación, a poco de comenzar la pretemporada y sin margen para abordar más tarde los cambios que entraña un traspaso accionarial de este calado.

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En este contexto, la campaña de captación de abonados que se presenta este martes tensa la cuerda. Supone una acción impropia de la situación en la que se encuentra la entidad en este momento, a más de medio camino hacia un cambio de dueños, por más que el paso de las semanas obligara a comenzar las gestiones de los carnés. Por ello, las fuentes consultadas por este periódico comprenden que el desenlace no puede irse más allá del final de esta semana. Una nueva fecha clave, en la que todo debería resolverse, ya sea en pos de la venta de la sociedad anónima deportiva o mediante la ruptura definitiva del proceso.

La pelota sigue estando en el tejado de la propiedad y en el seno del club se asume la proximidad de la conclusión, aunque las vías oficiales no lo reconozcan. Los dueños actuales cruzaron hace días el umbral del entendimiento con el grupo de entre siete y diez empresarios locales interesados, fruto de un acuerdo económico que cifra la operación entre los 55 y los 70 millones de euros. Un pacto firme, sin cabos sueltos dentro de lo que atañe exclusivamente a la conveniencia entre las partes, pero sí en cuanto a los frentes abiertos que arrastran los propietarios.

La propiedad mantiene sus deudas

DDMC todavía no ha abonado sus pagos pendientes con Gino Pozzo, a quien debe todavía un porcentaje de la compra del club en 2016, y LaLiga, con quien mantiene pendiente el desembolso de una cantidad correspondiente a la explotación de los derechos televisivos del campeonato en China. Una tesitura que impide aún la rúbrica ante notario, a pesar de que el propio acuerdo que la propiedad ha alcanzado con los interesados en invertir plasme la conformidad con la venta. 

La afición aguarda con tanta expectación como inquietud, pues hasta ahora no se han producido demasiados movimientos en lo que a la confección de la plantilla se refiere. Una aparente inactividad que hace crecer la incertidumbre, reciente todavía el precedente del año pasado aunque haya conveniencia entre las partes para preservar la planificación deportiva, y no inyecta demasiado entusiasmo para la campaña de abonos. En redes, el grueso de granadinistas ha manifestado su disconformidad con la actual propiedad, como ha sucedido en Los Cármenes durante varios momentos de la temporada, así como el respaldo a la iniciativa local, acompañada de la posibilidad de participar de algún modo en el club mediante la adquisición de acciones. Sea así o con el abandono definitivo de la operación, la conclusión se acerca. Los próximos días serán decisivos.