Semana de pasión por la gastronomía granadina

Si "el comer y el rascar, todo es empezar", cuánto más si se está de vacaciones y es época de platos maravillosos como el potaje de vigilia o las torrijas

Reportaje de elaboración del rosco de reyes
Los roscos fritos son uno de los dulces imprescindibles para estas fechas | Foto: Antonio L. Juárez / Archivo GD
Rosa Núñez
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La Semana Santa puede ser sinónimo de muchas cosas. De creencias, de vacaciones, de escapadas, de descanso, de comer, de tradición... Hay muchas formas de disfrutar de estos días, aunque es cierto que la pandemia de Covid-19 no permite hacer algunas de ellas. Este es el segundo año consecutivo en el que el coronavirus impedirá celebrar estos días con la misma intensidad de siempre, ya que, a causa de las restricciones de movilidad (entre otras) impuestas por la Junta de Andalucía para frenar la posible cuarta ola de la enfermedad, no se podrá salir de la provincia de Granada. Otra de las medidas más duras que se han debido tomar es la prohibición de que las procesiones se paseen por las calles de la capital acompañadas por las marchas de las bandas musicales.

Los granadinos lamentan no poder, como cada año, caminar por las calles y viviendo la pasión por ver los pasos por la ciudad. Aun así, sí es posible por ejemplo, descansar durante estos días de vacaciones, y si es junto a un buen plato de comida, siempre es bienvenido. Ya sea desde casa, tras varias horas en la cocina preparando unas torrijas en familia, o en una terraza, disfrutando del buen tiempo que se prevé junto a una cervecita, el coronavirus no impedirá a los granadinos aprovechar estas fechas con olor a incienso. Y es que no se puede negar, a los españoles, y en concreto, a los andaluces, les gusta mucho gozar del placer que aporta la comida a los paladares.

Un plato principal contundente

A pesar de que no se prevé que haga frío durante toda la semana, salvo las nubes que llenen el cielo y una probabilidad de lluvias que puede llegar hasta el 60% el próximo sábado, los platos típicos de esta época surgieron con la intención de combatir las bajas temperaturas propias de marzo y abril. Todos con una base de garbanzos, los platos de cuchara más tradicionales de la Semana Santa se acompañan generalmente por bacalao, ya que, según la religión cristiana, el Viernes Santo y el resto de viernes anteriores, pertenecientes a la época de Cuaresma, se hace abstinencia de carne, ya que en teoría, Jesucristo murió ese día.

Es muy usual toparse estos días con recetas del famoso potaje de vigilia, elaborado con los imprescindibles garbanzos, espinacas, huevo duro, cebolla, ajo y pimentón, entre otros ingredientes básicos. También se puede hacer un plato similar, con garbanzos, bacalao, vino blanco, almendras y pan frito. Y si no, siempre se puede recurrir al clásico bacalao con tomate.

Dulce final

Bien es sabido por todos que siempre hay que dejar hueco para el postre; y en el caso de la Semana Santa es más conveniente hacer un par de huecos más, pues es imposible resistirse a los dulces que se proponen por estas fechas. Entre los más destacados, las torrijas, esa exquisita manera de reutilizar el pan duro del día anterior  bañándolo en leche y embadurnándolo con canela y azúcar. Los roscos fritos con ralladura de limón, los buñuelos, la leche frita o los pestiños son otros indispensables para las meriendas de estas tardes, perfectos para hacer en casa (ya que algunas recetas son muy sencillas) o encargarlos en la pastelería más próxima a casa.

La ruta más deliciosa

Estando de vacaciones es lógico aprovechar para descansar y encargar la comida o salir a tapear en lugar de encerrarse durante horas en la cocina. Para los que prefieren lo mancharse las manos, es una buenísima opción (y bien sencilla en Granada) la de salir en busca de algo delicioso que echarse al paladar. Así, algunos de los mejores restaurantes para disfrutar de los platos de garbanzos y bacalao ya mencionados son el Bar León, en el Albaicín, decorado con el más puro estilo andaluz; el Restaurante Oliver, en pleno corazón del centro de Granada; el famoso Restaurante La Cuchara de Carmela; o los múltiples locales de Los Diamantes, donde degustar un 'pescaíto' frito de gran calidad. Estas son sólo algunas sugerencias, pues paseando por la ciudad es facilísimo encontrar un negocio de hostelería convincente para tomar algo.

Por otro lado, en estas calurosas tardes de Semana Santa, y aprovechando que ya se pone el sol más tarde, se puede acudir a establecimientos como Casa Pasteles, historia viva de la ciudad, ubicado en Plaza Larga, para engordar un poquito con los mejores dulces 'semanasanteros'. También se pueden encargar y merendar en casa las torrijas y la leche frita de la pastelería Dulce Ángel.