Ser generosos como actitud ante la vida

Cuando damos a los demás, no solo hacemos que se sientan más cerca de nosotros, sino que también nos sentimos más cerca de ellos

Generosidad compañerismo
La generosidad es un valor sobresaliente
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Estamos en una sociedad dónde mucha gente piensa que la compasión, la empatía o la generosidad, aquello que nos hace verdaderamente humanos, son aspectos que deben ocultarse.

Hay quien dice que “GENEROSIDAD es dar lo que tienes a otros que lo necesitan”, o “anteponer las necesidades de los demás a las de uno mismo”, o “compartir lo que tienes”, o “ayudar”, o “la virtud de ayudar sin esperar nada a cambio”, o cosas por el estilo.

A mi me gusta decir que la GENEROSIDAD es una actitud. La persona generosa lo que sabe es COMPARTIR. La GENEROSIDAD es una manera de entender la vida, más allá incluso de una mera habilidad. Está relacionada con la capacidad de cuidar a los que nos rodean. La GENEROSIDAD se centra en los afectos. Parte de una concepción positiva del mundo, en la que creo firmemente: Seré más feliz en la medida que comparta.

Y es que la GENEROSIDAD se contagia y mejora el bienestar laboral.

Beneficios de ser generoso

1. Apreciar mejor las pequeñas cosas
2. Ayudar a la longevidad
3. Mantener la depresión alejada y reducir síntomas depresivos
4. Convertirse en ejemplo
5. Dejar huella
6. Crear redes de confianza fácilmente
7. Poder sentirse mejor con menos
8. Tener una mejor salud mental
9. Promover y mejorar las relaciones sociales.
10. No solo hacer sentir bien a otros, sino lograr ser más feliz.
11. Mostrarse menos irritables
12. Tener mejor apetito
13. Obtener mejor calidad de sueño
14. Sentirse más comprometidos con su trabajo.
15. Generar mayor conexión con el resto de compañeros.

Y es que cuando damos a los demás, no solo hacemos que se sientan más cerca de nosotros, sino que también nos sentimos más cerca de ellos. Esto se debe a que ser generoso y amable nos anima a percibir a los demás en una forma más positiva y fomenta un sentido de interconexión, además de que nos hace sentir mejor con nosotros mismos. La conducta se basa en reconocer las necesidades del otro y tratar de satisfacerlas en la medida de las posibilidades.

4 IDEAS PARA PRACTICAR LA GENEROSIDAD cada día, teniendo en cuenta que si las introduces como hábitos, poco a poco, puedes empezar a realizarlos de manera inconsciente.

1. Dar algo a otro que sea importante para él/élla
Pensar en lo que la otra persona quiere o necesita. Dedicarle el tiempo a otro puede ser en sí mismo un acto de GENEROSIDAD que puede ayudar mucho a otra persona.
2. Aceptar el reconocimiento
La GENEROSIDAD es una calle de dos vías, y es importante dejar que el otro exprese. En este sentido, un estudio ha demostrado que la emoción producida por la gratitud ayuda a construir relaciones de gran calidad entre una persona agradecida y la persona que ha sido objeto de un acto generoso.
3. Aceptar la GENEROSIDAD de otros
Es importante dejar que los demás hagan las cosas por ti. Y a veces los que damos, nos cuesta que nos den.
4. Mostrar aprecio
Mostrar aprecio por la GENEROSIDAD recibida nos puede hacer sentir incómodos, es importante ser agradecido, y evitar frases como “no tenías que haberte molestado”, etc. Dar las “Gracias” es fundamental.

Haciendo de la GENEROSIDAD una forma de vida, podremos contribuir a sentirnos mejor con nosotros mismos y de crear un entorno en el que seamos más felices.

Dar: Puedes dar tu tiempo, tu conocimiento, tu confianza; puedes entregar una sonrisa, tu atención o tu opinión. Por supuesto, también puedes entregar todo tipo de bienes materiales. Aunque a veces para ser generosos hay que “no dar”.

Recibir es el arte de aceptar aquello que nos puede venir bien (no necesariamente tenemos que “necesitarlo”) y que otros nos lo entregan disfrutando. Así, también estamos siendo generosos aceptando de buena gana lo que otros nos dan disfrutando, desde el corazón.

Disfrutar es ese sentimiento de placer que se produce cuando eso que estás haciendo eleva tu felicidad; es decir, el premio por hacer lo que haces es justamente eso: hacerlo. No esperas a que pase nada en el futuro para que disfrutes de lo que estás haciendo: recibes el premio en el justo momento en el que pasa.

Para practicar la GENEROSIDAD, es importante:
1. Buscar oportunidades para pasar pequeños ratos uno a uno con las personas a las que quieres darle algo.
2. Delegar responsabilidades importantes.
3. Ser caluroso en la aprobación y generoso en los elogios.
4. Compartir el centro del escenario. Dar crédito a todos los que contribuyen al éxito del equipo.

Practicar la ética de la empatía, la gratitud y la generosidad, sacará el mejor trabajo y espíritu de colaboración de aquellos a tu alrededor. Y nosotros también nos beneficiaremos con una mejor reputación y el gozo de ayudar a crecer y desarrollarse a las personas a nuestro lado.

En definitiva, la GENEROSIDAD en la vida y en el trabajo se contagia, mejora el bienestar laboral y nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. Practiquémoslo.