Sergio Mateos y la vuelta al mundo en rojiblanco horizontal

GranadaDigital trae la historia de este histórico granadinista que ha paseado la camiseta del Granada CF por los cinco continentes

Entrevista a Sergio Mateo de la peña YNDA del Granada CF
Sergio Mateos luce orgulloso su bufanda de los YNDA en la Fuente de las Batallas | Foto: Antonio L. Juárez
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Sergio Mateos, maestro de profesión, fotógrafo de vocación, entrenador de fútbol de afición y Granadinista de corazón, es una de esas figuras entrañables que uno puede encontrarse en la grada de Los Cármenes. Es uno de los más fieles seguidores que no abandonaron al club de sus amores en su peor momento y que ahora disfruta de una etapa envidiable. Un 'You'll Never' de corazón que habla en plural del Granada, formando parte de la historia reciente (y la no tan reciente) del club nazarí.

Un accidente de moto yendo a Los Cármenes dio un giro inesperado a su vida y, tras recuperarse, pasó cinco meses recorriendo el mundo de cabo a rabo luciendo su rojiblanca horizontal. Esta es la curiosa historia plagada de anécdotas de un ‘filipino’ más, uno de esos que tiene dentro el gusanillo del Granada “hasta la muerte”.

Empecemos por el principio. ¿Desde cuándo es del Granada CF?

Desde pequeño. Mi padre era abonado en los años 60 y yo con 3 o 4 años ya iba al antiguo Los Cármenes. Lo he ‘mamado’ desde chico. Además, los equipos grandes siempre me han caído mal por ese ‘romanticismo’ del pequeño.

¿Cuál es el primer recuerdo que tiene viendo al Granada?

Recuerdo el día que se inauguró el marcador, un sábado por la tarde creo recordar, son recuerdos inexactos. Sí que recuerdo el 5-1 al Athletic Club, aquello fue tremendo. Un amigo de mi padre que iba con nosotros me cogió en hombros al acabar el partido y lo recuerdo perfectamente. Recuerdo también una eliminatoria de Copa contra el Sevilla, creo que el año 83. Nos metieron el 0-1 y en el minuto 90 y pico ya había gente bajando por la Plaza de Toros (suspira). Saca una falta Vitoria y remató López Acosta, aquello fue una locura. En la prórroga, se pone el Granada 3-1 en la primera parte; y luego, en la segunda, nos empatan a tres y nos vamos a penaltis. Los cinco penaltis del tirón fueron dentro, luego creo que falla el ‘Tronquito’ Magdaleno y el campo aclamó a Pepe Macanás cuando le tocaba tirar su penalti, que lo falló. Aquel partido fue mítico y épico.

¿Cómo ha ido evolucionando su relación con el Granada CF?

Bueno, de los 90 tengo menos vivencias porque estuve trabajando 14 años en Castilla La Mancha. Aunque lo seguía desde la distancia por lo que me contaba mi padre o cuando lo podía ver aquí, era complicado seguir la actualidad del club; estuve en Consuegra y fui también entrenador allí. Los desplazamientos no eran lo que son ahora. Volví en 2005, pero todo lo de 2000 con el Murcia y el descenso en 2002 lo viví aquí, claro.

Había un Foro de aficionados del Granada CF en el que los que estábamos fuera nos informábamos de todo y se empezó a crear mucho vínculo entre los granadinistas. A raíz de ahí se creó una radio, empezamos por internet en streaming y retransmitíamos los partidos. Primero se llamó ‘Radio Foro’ y luego ‘5001’. Un día, en 2009, cayó en mis manos una cámara y empezamos a hacer fotos también. De hecho, poco después me acreditaron como fotógrafo oficial del Granada CF. Los fines de semana cogía el coche e iba fuera a algunas salidas con el equipo.

Y así empezó el vínculo con el periodismo deportivo. ¿Cómo siguió aquello?

Unos años después, en Marca TV, hicieron un casting para elegir un aficionado por cada equipo para hacer una previa representando al conjunto en cuestión. Pasé un par de pruebas y al final terminaron eligiéndome como representante del Granada CF en la 2016-2017.

¿En qué consistía exactamente?

Antes de cada partido, hacíamos un vídeo a través de Skype con el representante del equipo rival. Hacíamos una especie de previa, analizábamos cómo llegaba el equipo, lo que había pasado la semana anterior y demás. El problema es que me tocó lidiar con la más fea, porque me tocó el año del descenso que nos pintaban la cara en cada campo. Yo procuraba tirar de ingenio, me sacaba un disfraz y siempre lo hacía con fe. Cuando me eligieron, creo que fue por una frase que les dije en el casting: me preguntaron por qué era del Granada y dije que un equipo es como un hijo, es algo tuyo y no lo vas a cambiar si suspende por otro que saque buenas notas. Se le quiere esté donde esté. Yo siempre procuraba inventar cosas y dar la nota, un día hice un vídeo desde la cama diciendo que íbamos a ganarle al Alavés sin levantarnos, y ganamos (ríe). Siempre buscaba dar un punto más, me disfrazaba de hindú, que no de indio, el día del Atleti; de explorador del Lago Ness el día de Leganés, en fin… (ríe)

¿Y cómo fue el punto de inflexión que cambió su vida?

Pues fue precisamente yendo a Los Cármenes a hacer fotos, hace ahora cuatro años. Iba en la moto y tuve un accidente con un coche, se me cruzó y me tiró. Iba de camino al Granada-Sporting, que ganamos 2-0. No me hice ni un rasguño, pero caí sobre el codo y me destrocé el codo y el húmero completamente. Estuve 16 meses de baja y los médicos no daban ‘un duro’ porque volviera a recuperar la movilidad en la mano. El día que salí del hospital me fui a una fisioterapeuta particular con la que ya había trabajado y empecé una larguísima rehabilitación. Fue muy duro, con muchas lágrimas y mucho dolor. Por suerte o por desgracia, ya había pasado varias veces por lesiones donde había tenido que estar trabajando con fisios y me puse manos a la obra.

El seguro tuvo que pagar gastos médicos y por las consecuencias que me quedaron en el brazo y entonces decidí, después de esos 16 meses, que iba a darle la vuelta al mundo. Me pedí tres meses de excedencia sin sueldo y los junté con vacaciones pendientes y demás y estuve desde julio hasta diciembre de viaje. Siempre me había gustado viajar, ya había visto 5 de las 7 maravillas del mundo y uno de los objetivos era ver las dos que me faltaban. Como tenía que ir a China a ver la Muralla, a través del Granada CF me pusieron en contacto con el Chongqing y me trataron allí fantásticamente bien. Además, se me ocurrió la idea de hacer un videoblog que se llamaba ‘La vuelta al fútbol en 80 días’ y traté de gestionarlo con Marca, pero aquello no llegó a puerto.

Sergio, durante un partido en del Chongqing Lifan

¿Cómo fue el viaje en sí?

Empecé en Japón, de ahí a Hong Kong, Macao, China, donde estuve prácticamente un mes y vi la Muralla, que lo tenía pendiente, Tailandia, Kuala Lumpur, Singapur, Australia, Hawái, San Francisco, de ahí a Las Vegas por carretera y luego a México, donde vi Chichén Itzá, la última de las siete maravillas del mundo que me faltaba. Estando en México, una amiga me planteó la idea de terminar de ver las 20 finalistas a maravillas del mundo. Empecé a contar y ya había visto 16, así que me fui a Chile para ver la Isla de Pascua y hacer así la 17. La Isla de Pascua es un lugar recóndito a más de 4.000 km de cualquier punto civilizado y tienes que ir allí expresamente (ríe). De ahí subí a Argentina, Bolivia, cruzo el lago Titicaca y voy hasta Perú y ya, por último, me quedo en Brasil para descansar. Para volver, todos los vuelos tenían escala y elegí uno en Casablanca para así haber visitado los cinco continentes al cabo del viaje. Fueron 15 países, 35 ciudades, muchas horas de vuelo, en fin.

Y con la rojiblanca horizontal a cuestas.

Por supuesto. Tengo un montón de fotos con la camiseta del Granada en todos los puntos del mundo: en el Taj Mahal, en Petra, en Cuzco, en Chichén Itzá, en el Cristo del Corcovado… Eso sí, procuraba siempre ver los partidos del Granada en la distancia. Recuerdo estar en un pub en Australia viendo un partido en el móvil y cuando canté un gol del Granada todos me miraron extrañados sin saber de qué iba la cosa (ríe). Tuve que explicar “it’s my team!” (“¡es mi equipo!”).

¿Cómo se organizó el viaje?

Hablando inglés fue fácil, salvo en China, que casi nadie lo habla. El transporte lo iba viendo prácticamente sobre la marcha, excepto el primer viaje a Japón, que era un viaje organizado sin billete de vuelta. El resto, trataba de coger cuatro noches de hotel en cada sitio y luego según las circunstancias ampliaba o no.

¿Fue solo?

Sí, claro. He hecho muchos amigos por el camino, pero me fui solo. Por ejemplo, hace poco me escribió un peruano que conocí a través de Uber e hice un viaje largo con él que le sirvió para saldar algunas deudas que tenía. Para que te hagas una idea, me dejó el viaje hasta las Líneas de Nazca, un trayecto de unos 400 km ida y vuelta, en 300 soles, que al cambio serán unos 75 euros.

Sergio, delante de las Torres Petronas, en Kuala Lumpur

Vamos, que lo organizaba todo a salto de mata en función de lo pidiera el cuerpo…

Totalmente. Estando en Bolivia me fui al Lago Titicaca con la intención de dormir en la Isla del Sol, que está enfrente de un pueblecito que se llama Copacabana. Llegamos a la Isla del Sol, que me salió todo baratísimo con guía, comida, hotel y demás. Cuando llegamos, veo que para llegar al hotel había que subir una cuesta enorme a 4.000 metros de altura y lo vi imposible, pensaba que me ahogaba y lo dejé.

Y cuando volvió a Granada, ¿qué?

Me incorporé a mi trabajo de maestro, pero ya tuve que dejar las fotos del Granada CF por las exigencias de LaLiga. Fui el primero que empezó a hacerle fotos a la gente en la grada de Los Cármenes. Pero todo eso lo hacía a nivel amateur y no tenía interés de ir más allá. Estuve hasta 2016 con las fotos en el blog que se convirtió en página y tuvo más de un millón de visitas, algo que no es fácil de conseguir. Desde entonces, sigo al Granada como un aficionado más y viajo a algún sitio si puedo para seguir al equipo.

Habrá visto el gran interés que ha despertado el partido de semifinales.

Todo el que venga a sumar, bienvenido sea; pero el que venga a criticar que se quede en su casa. Si solo estuviéramos los filipinos, seríamos 800 o 1000 y, lógicamente, hay que ir creciendo. Ya sabemos los problemas que tuvimos en aquellos años con la creación de otros clubes en la ciudad y demás, aquellos fueron momentos muy complicados. Había otros intereses económicos y políticos antes que mejorar la situación del Granada CF. Estaba todavía por salir la sentencia de Los Cármenes, en fin…

¿Ha visto alguna vez la sintonía que hay este año entre el equipo y el público?

Yo no lo recuerdo en los años que llevo. La intensidad que hay ahora, el empujar más todavía cuando meten un gol en contra, nunca tanto como ahora. Recuerdo también con mucha intensidad la época del ‘Matagigantes’, pero la forma de animar era distinta, no había tanta organización como actualmente.

Y en lo futbolístico, ¿recuerda algún momento mejor que éste?

Bueno, indudablemente el año que nos quedamos sextos. Ese año se le ganó al Real Madrid, al FC Barcelona, a todos los grandes, fue tremendo.

Y esta temporada, ¿qué le está pareciendo?

He llegado a un punto en que me da igual, disfruto simplemente con ir al campo, encontrarme con los ‘You’ll Never’ y disfrutar de lo que estamos teniendo. El equipo da la cara siempre, el entrenador se implica con los jugadores y se ve que es una familia donde todos suman. El rebaño unido, ¿no?

Sergio conquistó la Muralla China vestido de rojiblanco horizontal

¿Y la Copa?

Me alegraría muchísimo si pasáramos a la final. El día del Valencia fue muy emotivo porque hacía justo 16 años de la muerte de mi padre. Lloraba de alegría y de pena a la vez por no haber podido vivirlo con él. Fue muy emotivo en ese sentido también el día del ascenso en Elche; ese día tiré una foto al cielo y la dediqué a todos aquellos que no pudieron ver la vuelta del Granada a Primera. Mi padre murió justo una semana antes de ir a jugar a Los Cármenes como visitantes contra el Granada Atlético. La espina que tengo clavada es no poder disfrutar estos momentos con mi padre, con Paco Saavedra, con Maruja, que llegó a meter jugadores en su casa para darles de comer. Los que hemos ‘picado piedra’, como dice Diego Martínez, sabemos lo que sufrimos aquellos años.

¿Cree que se puede volver a esa situación?

No. Se están haciendo las cosas muy bien y, a pesar de algunas críticas dirigidas al presidente, estoy seguro de que le preocupa mucho la situación del club. Tenemos una situación envidiable ahora mismo, una Ciudad Deportiva espectacular, etc.

Con la polémica zamarra de la 2012-2013 en Brasil

¿Y dónde está el techo de este equipo?

No tiene. Creo que podemos llegar a ser una especie de Villarreal si prolongamos el buen momento muchos años.

¿Qué le diría a Diego Martínez?

Qué le voy a decir que no le hayan dicho ya, que se quede. Eso es lo único que le puedo pedir porque supongo que tendrá un montón de novias. Es un pedazo de entrenador y un gran estratega. Sabe leer los partidos como pocos y se equivoca muy poquito. Creo que la única opción que tenemos de retenerlo a él y a Rui Silva es poder llegar a Europa, pero ahora mismo es pronto para eso.

Técnicamente, está a dos victorias…

Sí, pero me refiero a que quizá el club no está preparado todavía. No sería el primer equipo que no tiene la infraestructura necesaria y lo paga caro. Tendríamos que crecer un poco más como club antes de llegar, conseguir un equipo estable y seguir dando saltos de calidad. Debemos buscar asentarnos en Primera y, si llega, tratar de llegar a Europa en unos años. Estamos en un paso de transformación y tenemos que crecer poco a poco.