¡Sí se puede!

Los gritos de una afición, la rojiblanca, que animó a un Granada bien plantado, con un buen juego que puso al Valencia contra las cuerdas y que pudo vencer el partido

Granada - Valencia-foulquier
Imágenes: Fernando Alanzor
Avatar for Román CallejónRomán Callejón
0

La afición del Granada CF vio ayer en Los Cármenes uno de los mejores partidos de la temporada, ante un rival de entidad, el Valencia, capaz de crear peligro con muy poco, como ayer demostró, a pesar de gozar de pocas ocasiones.

Gran culpa de esta falta de llegada valencianista la tuvo el conjunto de Joaquín Caparrós, que jugó un fútbol muy intenso, sin apenas errores y con una capacidad de llegada que pocas veces antes había ofrecido. La única pega es la del acierto. Aunque ayer se consiguieron dos tantos, el primero mal anulado a El Arabi por un fuera de juego inexistente, y el segundo en posible fuera de juego de Success, pero que subió al marcador, las ocasiones generadas superaron con creces al porcentaje anotador. No obstante, en este encuentro el Granada también superó tanto su media anotadora como la de disparos entre los tres palos. Nueve fueron las veces que el esférico iba dirigido al arco de Diego Alves.Granada - Valencia-arabianulado

Así, con esta imagen mejorada y esta ambición y nuevo juego del equipo, que salió decidido a plantar cara a todo un Valencia en Los Cármenes, la afición, soberana, recompensó el esfuerzo: ¡SÍ SE PUEDE! Los cánticos resonaron en un estadio volcado con los suyos, cuando antes de que Negredo pusiera a los ‘Ché’ por delante, veían como los rojibalncos tenían a los de Nuno controlados y con posibilidades de vencerles.

Caparrós, con pocos cambios, planteó un once más ofensivo. Sin Sissoko, cuya labor en ataque es prácticamente inexistente, el Granada casi que ganaba un hombre más en esta parcela. Piti jugó en su lugar, en la banda izquierda, con la espalda bien cubierta por un Juan Carlos inconmensurable. El catalán estuvo participativo y buscó e gol con disparos lejanos, aunque en ocasiones pecó de individualismo y perdió el cuero con frecuencia, mientras que el madrileño defendió de lujo y se prodigó en ataque con frecuencia y acierto, además de provocar la expulsión de Alcacer.

Pero el acierto igualmente llegó por la banda derecha, donde la dupla Foulquier- Nyom dio sus frutos. Los dos franceses se entendieron a la perfección. El parisino, en la defensa, fue sólido como una roca y dobló con mucho criterio a Dimitri, quien fue un puñal por su costado y ejecutó varias caídas al centro matadoras, entre ellas la del gol de Success, que bien pudo ser fuera de juego.

Aunque quien se partió la cara con todo el mundo fue Córdoba. El colombiano peleó, luchó, generó y sólo le faltó la recompensa del gol. Sí lo consiguió el Arabi, pero Hernández Hernández señaló posición adelantada que no existió. Salió Success en lugar del cafetero, y también estuvo al nivel. Muy incisivo, se entendió con El Arabi en la jugada del gol anulado y marcó el suyo propio, el primero en la Liga BBVA del nigeriano, éste sí en fuera de juego.

Granada - Valencia-nyomLa conclusión es positiva. A pesar de las bajas de los hombres talentosos como Rochina y Márquez, el equipo tiró de casta, apretó la mandibula y supo reponerse a este contratiempo. Las líneas jugaron juntas y la delantera no escatimó en esfuerzos para buscar la jugada. La vitoria de Copa parece haber inyectado un virus ganador en los ánimos de un Granada que, aunque lleva ya diez jornadas sin vencer, de buen seguro que jugando así logrará encontrar la senda del triunfo y de los tres puntos. Ayer, de momento, obtuvo una remontada con tintes de victoria, que valió un punto que esta vez no solo es bueno, sino que también se vio bonito, en un partido que cualquiera de los dos oponentes pudo llevarse. Los locales por desplegar mejor juego y crear más ocasiones y los visitantes por gozar de mejor calidad y pegada.