Si van al médico, recuerden no pegarle
No salgo de mi asombro. Año 2020. Ese año en el que las películas nos mostraban un escenario futurista con coches volando, inteligencia artificial y vestimentas como del espacio sideral.
Año 2020. Un nuevo año de progreso y de avances. Un nuevo año dónde la tecnología va más rápido que el ser humano y a la que debemos adaptarnos a golpe de trompicones si no queremos morir.
Lo que no puedo creerme es que en el año 2020 tengan que recordarnos que cuando vayamos al médico o a cualquier especialidad sanitaria NO DEBEMOS agredirla. NO puedo dar crédito a que haya carteles por todos los hospitales y centros de atención primaria que reflejen que ha habido agresiones.
Según el Diario Redacción Médica, se produjeron 490 agresiones a médicos en España en el año 2018, el 59% a mujeres. De entre estos, el 85% de los ataques se producen en el sector público (datos del Observatorio contra Agresiones de la OMC).
A ver, que hay gente que se dedica a investigar esto. ¿Les parece razonable a los lectores que haya que haber gente que dedique su energía y tiempo a este tipo de estudios?. Debería ser mucho más fácil que todo esto. Debería haber un número de agresiones 0.
Andalucía, a la cabeza
Algo estamos haciendo mal, muy mal. Año 2020 ¿progreso o retroceso?
¿Qué fue de aquel respeto hacia su médico, su farmacéutico o su practicante de toda la vida? ¿Lo recuerdan? Aquella persona íntegra, de confianza y al que se acudía con la total convicción de que iba a ayudarte. ¿Qué ha cambiado hoy en día para que lleguemos a pensar que estas profesiones no quieren ayudarnos y que por lo tanto se merecen una paliza o una agresión de la índole que sea?
Cualquier profesión sanitaria tiene un objetivo sine qua non: mejorar la calidad de vida de su paciente. Si no confiamos en los profesionales que estudian, se forman, salvan vidas o rehabilitan trastornos, ¿en quién vamos a confiar? ¿en la youtuber de turno?
Sí, señores, algo estamos haciendo muy mal. Este yoísmo que impera en nuestros días es y será la lacra del futuro. Sigo pensando que educar a nuestros hijos para ser buenas personas no está demodé.
¡Vamos, es que hay que ser gilipollas (si me permiten la mala expresión) para cabrear al médico que le atiende y en el pone su vida en manos!.
¿Creen que vale la pena hoy en día ser médico o profesional sanitario? Valer, lo que se dice valer la pena, no la vale, se lo aseguro. ¿Por qué lo hacemos? porque lo amamos, porque para casi todos los profesionales sanitarios es vocación de servicio, de querer ayudar a los demás, del “chute” de energía que es saber que has ayudado a mejorar la calidad de vida de una persona.
Porque cuando un profesional sanitario sale de su trabajo sigue estudiando, formándose, leyendo, deja de dormir si hace falta con tal de dar con la tecla para ayudar a ese paciente. No hay otra fórmula posible. Porque aplicar los conocimientos a cada persona no es fácil, nada fácil y, simplemente es, porque cada persona es única.
Os cuento una experiencia que me hizo pensar…Estas Navidades al ir a coger un vuelo ¡yo misma tuve que hacer la facturación! Cogí mi maletita, la subí en un peso, le scanee el código del móvil, le puse la pegatina, la subí en la cinta, vi desaparecer la maleta rezando y ¡ala! Para el avión, ¡no crucé palabra con nadie!. Auto selfservice. Me impresionó.
¿Y que me dicen de aquellas personas que había en los peajes de la autopista capaces de ofrecerte unos buenos días y darte el cambio en la mano? Auto selfservice con maniobra, retirada de cinturón, pitada y taco.
Vivir en años de progreso y de nuevas tecnologías no sirve para nada si no seguimos respetando lo más fundamental que es el ser humano. Estamos en el momento en que las máquinas empezarán a destruir a las personas, estamos en los años en los que infinidad de puestos de trabajo morirán para dar paso a máquinas que los sustituyan pero, si es seguro que ciertas profesiones no son sustituibles, por favor respétenlas y confíen. Confíen en que ese profesional sólo quiere su bien y no joderle la vida. Y si no son capaces de creer en eso, un consejo, no vayan al médico ni a ningún profesional sanitario.
Podremos cabrearnos con el sistema, podremos cabrearnos con las malas gestiones sanitarias pero por favor, recuérdenlo: Si van a su médico recuerden no pegarle.
En el Año 2020 esos carteles no deberían existir. Piénsenlo
¡Feliz Año 2020 y Feliz Semana!