Sierra Nevada incorpora cuatro nuevas máquinas pisapistas híbridas
La estación de esquí granadina es, con ocho de estos modelos, líder mundial en el uso de maquinaria sostenible para mantener el área esquiable
Cetursa Sierra Nevada incorpora esta temporada cuatro nuevas máquinas pisapistas híbridas a sus instalaciones. La estación invernal granadina, con ocho en total, es líder mundial en la utilización de máquinas sostenibles para el pisado y mantenimiento de la nieve en el área esquiable.
La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, ha puesto de manifiesto que “la adquisición de las nuevas máquinas híbridas profundiza en el compromiso de la estación con la reducción de emisiones”. “Las pisapistas híbridas constituyen una acción más dentro de una política global, guiada por la eficiencia energética y la disminución de la huella de carbono”, ha añadido.
Sierra Nevada ya disponía de cuatro Pisten Bully 600 E+, de propulsión combinada de diésel y electricidad, que reducen el consumo energético y producen un 20% menos de emisiones de CO2, además de ser más silenciosas. La llegada de las muevas máquinas implica la jubilación de otras cuatro de las más antiguas.
Las nuevas máquinas, diseñadas y fabricadas –como las anteriores– por Kässbohrer, la multinacional alemana adjudicataria del concurso público, están cofinanciadas por el Programa Operativo Feder de Andalucía a través de los recursos React-UE, destinados a proyectos para el ahorro y la eficiencia energética.
La autonomía de las pisapistas híbridas, entendida como el intervalo de repostaje, es mayor que la Pisten Bully 600 convencional, gracias a su menor consumo de combustible. La gestión inteligente de la energía garantiza que en el pisado pendiente abajo los motores eléctricos funcionen como generadores y apoyen las bombas hidráulicas mediante la caja de distribución.
Por otro lado, Sierra Nevada, que en total dispone de 22 máquinas pisapistas, probará durante la temporada 2023/2024 el biodiésel HVO como combustible sostenible. Los ensayos se realizarán con dos máquinas para comprobar cómo responde en altura y temperaturas bajas este combustible que se obtiene a partir de aceite reciclado y grasas naturales.