Se encierran en la oficina de Correos para denunciar el desmantelamiento del servicio Postal Público y la precarización laboral
UGT y CCOO protestan contra el desmoronamiento económico y de servicio público del operador postal; la empresa desmiente las acusaciones
Representantes de UGT y CCOO de Correos de Granada se han encerrado hoy en dependencias de Correos de Granada, concretamente en la Oficina Principal, para protestar por la reconversión y el desguace del Servicio Postal Público. Este encierro se enmarca en las movilizaciones que los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT estamos llevando a cabo bajo el lema "salvemos Correos" y que tiene en el horizonte más inmediato la convocatoria de huelga general del próximo 1, 2 y 3 de junio.
UGT y CCOO denuncian la política de abandono del servicio público postal y de Correos, que ha provocado el desplome de la carga de trabajo y "una situación insostenible económicamente con unas pérdidas de casi 600 millones de euros desde 2019, si sumamos los 100 millones en negativo del ejercicio 2021, y un déficit estructural que lo sitúa al borde de la quiebra técnica". "Esta política de desguace intencionado de la mayor empresa pública de este país, por parte de su presidente, ha tenido como consecuencia directa la implantación de un modelo de empleo basura, con altas tasas de precariedad laboral en la plantilla de la mayor empresa pública del país, con más de 10.000 puestos a tiempo parcial, lo que supone más del 20% del total de la plantilla. En la provincia de Granada, la tasa de empleo a tiempo parcial es del 22%, muy similar a las del resto del Estado", sostienen.
"El deterioro del servicio postal público es cada vez más evidente en nuestra provincia, a consecuencia de la política de desmantelamiento del servicio público postal y de Correos, el hundimiento de su actividad, y la precarización del empleo y de las condiciones de trabajo", defienden.
A su juicio, el presidente de Correos y el Gobierno "han demostrado muy poco interés por el diálogo social, el consenso y la participación de los representantes de los trabajadores y trabajadoras de Correos, desoyendo a la mayoría sindical que representa al 76% de la plantilla, que exige una negociación real y efectiva sobre el modelo postal público, su financiación y viabilidad, provocando la ruptura unilateral del diálogo social y la imposición de medidas laborales que han aumentado la conflictividad y la judicialización de las relaciones laborales en Correos".
CCOO y UGT continuarán con las movilizaciones hacia la huelga general convocada para los días 1, 2 y 3 de junio bajo el lema "salvemos Correos". Ambas organizaciones exigen al Gobierno de España un replanteamiento sobre el futuro del operador postal, desde un modelo de servicio público de calidad para la ciudadanía del país, contrario a "la hoja de ruta de desmantelamiento" del operador público seguida desde hace 3 años por Serrano.
Correos desmiente las acusaciones
Por su parte, Correos emitió una nota desmintiendo las acusaciones de los sindicatos. En la comunicación enviada, la entidad resaltó que se trata de "una empresa 100% pública, propiedad del Estado a través de su pertenencia a SEPI" y sostuvo que "lo seguirá siendo", para seguidamente negar que exista "ningún plan de privatización de la compañía". "La colaboración de Correos con sus filiales, incluida Correos Express está dentro de las habituales sinergias generadas por la actividad y están perfectamente delimitadas en la normativa aplicable al Grupo Correos. La adecuación de la estructura de distribución para ser más eficientes, sin merma de la calidad, es una obligación como operador público y no produce ningún desmantelamiento ni debilitamiento del servicio de Correos en España. De hecho, la compañía sigue avanzando en la digitalización de los 2.295 puntos de atención al público de que dispone en zonas rurales. Estas oficinas quedarán totalmente digitalizadas y conectadas a los sistemas de Correos, y podrán facilitar el acceso de la ciudadanía a todos sus servicios en igualdad de condiciones que en las zonas urbanas más pobladas", justifica Correos, que asevera no estar realizando "ningún proceso de despidos".
Del mismo modo, sostiene que "es completamente falso que Correos se vaya a fragmentar". En este sentido, la empresa matiza que lo que está sucediendo en su estructura "se trata de una reorganización interna que no va a afectar a la unidad de la compañía".