La Sociedad Gitana Española se reúne con el Defensor del Pueblo para tratar el caso de Íllora
La entidad también quiere estudiar la situación vivida por una familia gitana que ha sido expulsada de Peal de Becerro (Jaén) por un caso similar
La Sociedad Gitana Española se reúne este viernes con el Defensor del Pueblo, según ha informado la entidad, con el objetivo de tratar los sucesos ocurridos en Íllora, tras la muerte del joven de 19 años de la localidad durante sus fiestas.
La entidad también quiere estudiar con la institución la situación vivida por una familia gitana que ha sido expulsada de Peal de Becerro (Jaén), tras unos hechos ocurridos en esta localidad.
La Sociedad Gitana Española confía en que esta reunión "sirva para que exista un antes y un después" en el que "el pueblo gitano deje de ser objeto de actos xenófobos y racistas" y que, "aquél que ejerza directa o indirectamente algún acto o tipo de antigitanismo sea castigado con todo el peso de la ley".
Además, la organización espera que, "de una vez por todas, las personas de etnia gitana sean tratadas y respetadas como ciudadanos españoles y europeos a los que les asisten, como a todos los demás, derechos constitucionales inviolables".
Este es el mensaje que trasladará al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, el presidente de la Sociedad, Sinaí Giménez, y el secretario de la misma, Ángel Benedicto, así como los responsables de la entidad en Málaga, Murcia y Marbella, que son Vicente Arribas, Miguel Cortés y Antonio Rodríguez, respectivamente.
Comentarios
Un comentario en “La Sociedad Gitana Española se reúne con el Defensor del Pueblo para tratar el caso de Íllora”
Vicente Moya
19 de agosto de 2022 at 23:10
Esto es como el abogado aquel que su cliente le había pegado una patada en la boca al agredido, y pretendía que lo condenasen por morderle el pie a su defendido. A esto hemos llegado, intimidando a todo un pueblo, abusando de su poder como clan mafioso, y por no haberles parado los pies antes -culpa de las autoridades, que cobrar si quieren, pero responsabilidades, las mínimas- han llegado a matar a un niño, y ahora estas asociaciones de vividores subvencionados tratan de justificar su inutilidad tratando de hacer ver el mundo al revés.