El Supremo confirma los 22 años de prisión para la pareja de Sara Correa por asesinato
Un jurado popular le declaró culpable de matarla de un tiro en noviembre de 2016 y de intentar luego ocultar el crimen dejándola en la calle junto a un contenedor en la zona Norte de Granada
El Tribunal Supremo (TS) ha desestimado los recursos de casación y ha confirmado la sentencia que condenó a 22 años de prisión a la pareja de Sara Correa, después de que un jurado popular le declarara culpable de asesinarla en noviembre de 2016 de un tiro y de intentar luego ocultar el crimen dejándola en la calle junto a un contenedor en la zona Norte de Granada.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo no considera "verosímil" la versión de las defensas y no encuentra ningún "contraindicio suficiente" que desvirtúe los hechos declarados probados, en la línea de lo expuesto por la Fiscalía y la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima representada por el letrado Luis Antonio Fernández Porcel.
Concluye así que la condena no vulnera la presunción de inocencia de los acusados puesto que cuenta con una "base razonable", en tanto que "varios indicios apuntan a la conclusión de que, por razones desconocidas, la pareja de Sara Correa "disparó contra ella mientras se hallaba echada en el interior de la vivienda que compartían". Luego, requirió la ayuda de un amigo "para bajarla a la calle, y así lo hicieron, ocultándolo ambos en sus declaraciones como estrategia exoneratoria".
El alto tribunal también confirma así la condena a un año y ocho meses de prisión por un delito de encubrimiento para el segundo acusado y con todo ello avala la sentencia de la Audiencia de Granada que posteriormente confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El asesinato se produjo en la noche del 28 de noviembre de 2016, cuando la víctima y el agresor se encontraban a solas en la vivienda que compartían en la zona Norte y él sacó un arma corta con la que disparó a Sara, que tenía 35 años entonces. Seguidamente, el acusado y su amigo acordaron bajarla, aún con vida, a la calle para aparentar que había recibido un disparo por parte de un desconocido mientras tiraba la basura y de esta forma ocultar el crimen. Ella falleció al día siguiente tras sufrir un shock hipovolémico.
Su pareja ha sido condenada por un delito de asesinato con alevosía, con la agravante de parentesco, y otro de tenencia ilícita de armas y también deberá indemnizar con 50.000 euros a cada uno de los tres hijos que ella dejó de una relación anterior. Durante el juicio negó haber acabado con la vida de su pareja y declaró que se la encontró ya malherida cuando bajó a la calle.