"Mi sueño sería llevar el nuevo tren Ouigo hasta Granada"

Susana Lubián es atarfeña y una de las maquinistas que conduce los trenes Ouigo, que ya compiten en el sector ferroviario con Renfe

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Susana Lubián encabezando uno de los trenes de la empresa Ouigo | Foto: Remitida
Laura Gálvez
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La liberalización del sector ferroviario en España ha supuesto el fin del monopolio de la empresa Renfe y, por tanto, ha dado la oportunidad a otras empresas del mismo ámbito de introducir sus trenes en las vías españolas. Ouigo es una empresa francesa de servicios de alta velocidad a bajo coste que ha llegado al país para revolucionar el transporte.

Susana Lubián es una granadina de Atarfe que, a sus 36 años, ha sido contratada por Ouigo y conduce trenes de la compañía desde el pasado 10 de mayo que se pusieron en circulación. Explica que lleva tres años con la licencia de maquinista y que cuando se sacó el diploma y la licencia que se requiere para trabajar fue contratada en una empresa de mercancías llamada 'Captrain', filial francesa que opera en España desde hace unos años. A través de esta compañía le surgió la oportunidad de trabajar para Ouigo, ya que con los primeros que contactó fueron los maquinistas de Captrain para realizar la posterior formación y así tener la oportunidad de llevar sus trenes.

"Yo no me lo pensé, puesto que llevar un tren de alta velocidad con pasajeros cambia mucho respecto a llevar un mercante", añade Susana. Por lo tanto, aceptó tras pasar una serie de entrevistas y la contrataron en diciembre del año pasado. A día de hoy, la empresa dispone de 14 trenes, de 14 ramas. "La formación ha sido muy dura, pues Ouigo se ha encargado de que salgamos a las vías muy preparados para trabajar con pasajeros", comenta.

"El hecho de que Ouigo haya puesto la confianza en maquinistas de trenes de mercancías es un hecho muy gratificante"

A día de hoy, Ouigo opera en Madrid y Barcelona, con parada en Zaragoza. Asimismo, están previstos nuevos destinos como Valencia o Andalucía, aunque Susana admite que se trata de previsiones, y no puede corroborarlo puesto que aún no hay nada seguro.

La liberación del sector ferroviario en España ha supuesto la revolución del transporte de alta velocidad, materializar y poner al servicio del cliente una oferta cómoda, sencilla y asequible. "Principalmente es lo que nos hacía falta, un medio económico que produce una huella de carbono 80 veces más baja que un avión, y 50 veces más baja que un coche, por lo tanto, es menos perjudicial para el medio ambiente", asegura la maquinista.

Un billete de Madrid a Barcelona, con una duración de aproximadamente dos horas y media, puede adquirirse desde los nueve euros que es el precio base, hasta los cinco euros para los niños entre 4 y 14 años.

La granadina tiene familia ferroviaria, su abuelo lo fue y su tío la impulsó a conocer el trabajo. Al principio, lo veía como algo imposible, pero cuando fue a Madrid a verlos y contemplar su funcionamiento supo que ese sería su futuro. Cuenta que llegar a conducir el AVE de Renfe es muy complicado y se necesitan años de experiencia, y que Ouigo haya puesto la confianza en maquinistas de mercancías es un hecho que gratifica mucho, en su opinión.

Apoyo de la empresa Ouigo

"Ouigo ha apoyado a la generación del empleo en España creando 1.300 puestos de trabajo entre directos e indirectos, y la plantilla está compuesta por un 43% de mujeres en un sector en el cual lo habitual es que ronde entre un 2% y un 15%, por lo que tienen muy presente el apoyo y empoderamiento de la mujer", explica Susana.

Desde el minuto uno comenta que notó un apoyo brutal hacia las mujeres por parte de la empresa y destaca que en la entrevista apoyaban mucho el hecho de que una mujer llevara el tren y fuese figura de la compañía, de sus trenes. Además, su jefa es una mujer a la cual admira.

"Me encantaría llevar el tren hasta Granada, ojalá algún día las vías lo permitan y sea posible llegar hasta allí con Ouigo. Para mí no habría mayor orgullo, más que nada porque es mi tierra y la llevo por bandera, pero a día de hoy la oportunidad de trabajo estaba en Madrid y tuve que acertarlo, pero no dudaría en aceptar el trayecto a Granada", sentencia la atarfeña.